Incluso podemos sentir como vientos fuertes nos pueden hasta mover, ¿te ha pasado? Se ha encontrado que los huracanes en Estados Unidos, por ejemplo, extraen cantidades extraordinarias de dióxido de carbono de la atmósfera, aunque temporalmente.
El vínculo entre las tormentas ciclónicas, conocidos como huracanes en el Atlántico, y las altas temperaturas es uno de los aspectos del cambio climático más difíciles de desenmarañar. Las aguas cálidas superficiales que el calentamiento global está creando sirven de “combustible” para tormentas más poderosas. Por otro lado, la gradiente del viento altera la formación del huracán, y los modelos climáticos dicen que esto va a aumentar. El impacto general aún está en debate, pero la teoría más popular es que las temperaturas cálidas provocaran unos pocos huracanes, pero algunos serán de un poder sin precedente.
La pregunta opuesta de cuál es el impacto que tendrán los huracanes en el cambio climático ha sido bastante ignorado. Sin embargo, una publicación en la Revista de Investigación Geofísica: Biogeociencias ha desafiado esto, mostrando que los bosques en América del Sur se vuelven mucho más productivos después de los huracanes, y su crecimiento tiene un impacto substancial en el dióxido de carbono atmosférico.
La inundación es uno de los efectos más serios de los ciclones, y no es un secreto que después de que pasa lo peor de la tormenta, las fuertes lluvias que provocan pueden servir de ayuda a las regiones afectadas por la sequía. En el 2013, la Profesora Ana Barros de la Universidad Duke mostró que estos eventos son vitales para mantener la hidrología de las regiones, ayudando a menudo a sostener los suministros de agua mucho después de que hayan pasado.
Ahora, Barros y su estudiante Lauren Lowman han mirado cómo esta “agua extra” afecta el crecimiento de los bosques.
“Es fácil hacer afirmaciones generales de cómo puede impactar algo como una lluvia adicional en el medio ambiente”, Lowman dijo en una publicación. “Pero realmente queríamos cuantificar la cantidad de consumo de carbono que puedes relacionar con los ciclones tropicales”.
Los años 2004 y 2005 fueron años importantes para los huracanes del Atlántico Norte, lo que permitió una comparación de como esto afectó los bosques del sureste de Estados Unidos con los años subsecuentes que fueron más calmados. Lowman y Barros encontraron que los huracanes condujeron un aumento del 9% en los años húmedos y 4-8% en los años secos.
Esto podría sonar un poco insignificante, pero eso significa que los huracanes reducen mucho más carbono del que se emite anualmente por todos los autos de América. Tristemente, este es solo un efecto temporal. Sin embargo, mientras dure el crecimiento de los árboles, los niveles de carbono atmosférico caen, disminuyendo un poco el calor.
“Si empeora la sequía y no tenemos estos ciclones tropicales regulares, el impacto será muy negativo. E independientemente del cambio climático, nuestros resultados son una muy buena razón más para proteger estos bosques”, dijo Barros.
Parece que los huracanes podrían ser los campeones del mundo.
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