Teniendo en cuenta que los precios de los carburantes se han estancado en niveles altos – ya no volveremos al euro por litro que podía costar antes de última crisis de la inflación -, ahorrar combustible es una de las grandes preocupaciones de los conductores. La economía importa y existen modos de ahorro.
A esto hay que sumar una creciente preocupación por las emisiones contaminantes por parte de autoridades y usuarios. Entre un asunto y otro, conducir de forma más eficiente y cuidar el mantenimiento del vehículo se han convertido en dos de las estrategias más rentables –y sostenibles– que pueden adoptar los conductores. Solo un dato basta para tomar conciencia: cada día se desperdician 1,35 millones de litros de gasolina en España por circular con los neumáticos mal inflados, según datos de Norauto.
Tabla de Contenidos
Guía para ahorrar combustible y ser más eficientes económica y medioambientalmente
La cadena especializada en mantenimiento integral del automóvil ha elaborado un decálogo de recomendaciones para reducir el consumo de carburante y alargar la vida útil del vehículo. Algunos de estos gestos son tan simples como vigilar la presión de los neumáticos o evitar acelerones innecesarios. Otros, como la descarbonización o el uso de aditivos, requieren una mínima inversión que se traduce en ahorro a medio plazo.
1. Neumáticos: la base del ahorro
Los neumáticos representan el 20% del consumo energético del vehículo. Circular con una presión inferior en un solo bar a la recomendada puede suponer un depósito extra al año. Y no solo eso: compromete la seguridad y acelera el desgaste de las ruedas. Por ello, revisar la presión con frecuencia y ajustarla según la carga del coche es un gesto básico que todo conductor debería adoptar.
Además, al cambiar neumáticos, apostar por modelos eficientes (etiqueta A) puede marcar la diferencia. Cuanto menor es la resistencia a la rodadura, menor es el esfuerzo del motor… y más baja la factura del surtidor.
2. Descarbonización: limpiar para consumir menos
Una de las operaciones que más ahorro ofrece es el servicio de descarbonización del motor. Según Norauto, puede reducir el consumo hasta en un 10% y las emisiones contaminantes en más de un 20%, además de mejorar la respuesta del motor. Esta intervención, que elimina los depósitos de carbono en el sistema de admisión y escape, se puede realizar tanto en motores diésel como gasolina.

3. Mantenimiento regular: una inversión rentable
Cambiar el aceite y los filtros según las recomendaciones del fabricante (entre los 15.000 y 30.000 km, o cada dos años) es clave para mantener el rendimiento y evitar sobreesfuerzos del motor. Un aceite en mal estado aumenta el rozamiento y, con ello, el consumo.
Lo mismo sucede con el filtro del aire, el de combustible, los inyectores o las bujías. Un simple diagnóstico de emisiones, también disponible en Norauto, puede anticipar problemas y asegurar que se superará la ITV sin sorpresas.
4. Aditivos: pequeños aliados del motor
Los aditivos para combustible permiten reducir el consumo entre un 3% y un 5% y mantener limpio el sistema de inyección. Basta con añadirlos al depósito. También existen aceites con aditivos específicos que mejoran la lubricación y protegen los componentes internos.
5. Conducción eficiente: el estilo también importa
Más allá del mantenimiento, la forma de conducir influye de forma directa en el gasto. Algunos consejos clave:
- Evitar acelerones y frenazos. La conducción suave, sin cambios bruscos, es más eficiente.
- Circular a velocidad constante y en la marcha adecuada optimiza el rendimiento del motor.
- Reducir el peso innecesario y desmontar el maletero de techo si no se usa mejora la aerodinámica.
- Usar el aire acondicionado con moderación y evitar circular con las ventanillas bajadas a altas velocidades.
- Apagar el motor en paradas prolongadas o dejar que el sistema Start & Stop lo haga por ti.
6. Planificar, planificar y planificar
No hay mejor ahorro que evitar desplazamientos innecesarios. Planificar la ruta para evitar atascos o zonas de tráfico lento permite reducir las paradas y arranques que disparan el gasto de combustible. Elegir la mejor hora para circular o apostar por rutas más fluidas es una forma eficaz –y gratuita– de optimizar el consumo.
Ahorro, sostenibilidad y seguridad
Los beneficios de estas acciones van más allá del bolsillo. Reducir el consumo de carburante no solo supone un ahorro económico, sino también una contribución directa a la reducción de emisiones contaminantes. Y todo ello sin renunciar a la comodidad, la seguridad y el rendimiento del vehículo.
Como señalan desde Norauto, los pequeños gestos marcan la diferencia. Solo hace falta adquirir unos pocos hábitos y seguir el mantenimiento recomendado para que el coche funcione mejor, consuma menos y dure más. Porque en carretera, como en la vida, la prevención es siempre el mejor camino.
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