El estado del vehículo es clave para garantizar la seguridad en carretera, y con el paso de los años, la necesidad de realizar revisiones y labores de mantenimiento se vuelve más crítica. En España, el envejecimiento del parque automovilístico ha alcanzado cifras récord: según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), el 50% de los coches que circulan actualmente tienen más de 15 años. Este fenómeno pone de relieve la importancia de mantener los vehículos en óptimas condiciones, algo que la empresa Norauto, líder europeo en equipamiento y mantenimiento multimarca, destaca como esencial para la seguridad de los conductores. Hay aspectos esenciales que se deben revisar sí o sí en los coches de más de 10 años.
El mercado de coches de segunda mano también ha experimentado un auge significativo. En 2023, por cada vehículo nuevo que se vendió en España, se comercializaron dos de segunda mano, según datos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam). Esta tendencia refleja cómo muchos conductores están optando por mantener sus vehículos más tiempo o adquirir coches usados en lugar de nuevos, ante la incertidumbre que rodea al impulso del coche eléctrico y los elevados precios de los automóviles nuevos.
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La importancia de un mantenimiento adecuado para los coches de más de 10 años
El desgaste natural de los componentes de un coche hace que ciertos elementos deban ser revisados o sustituidos periódicamente, independientemente del número de kilómetros recorridos. Xavi Celda, Market Manager de Norauto España, subraya la importancia de mantener un plan de mantenimiento regular, especialmente en los coches de más de 10 años. «No es lo mismo un coche que recorre muchos kilómetros al año que uno que realiza pocos, pero hay componentes que necesitan revisión periódica independientemente del uso», explica Celda.
Entre los principales elementos que deben ser revisados, destacan:
- Cinturones de seguridad: Con el tiempo, los cinturones pueden deshilacharse o su sistema de recogida puede deteriorarse, afectando su capacidad para proteger a los ocupantes. Tras un impacto, deben ser reemplazados junto con los airbags.
- Sistema de dirección: Problemas como la dureza del volante, la holgura o las vibraciones pueden aparecer con el tiempo, comprometiendo la maniobrabilidad del vehículo.
- Correa de distribución: Aunque algunas correas pueden durar hasta 10 años, es recomendable seguir las indicaciones del fabricante para su sustitución. En el caso de coches con cadena, se deben revisar posibles holguras.
- Amortiguadores: Estos componentes influyen en la estabilidad del vehículo y en el comportamiento de los frenos y la dirección. Generalmente, se recomienda cambiarlos antes de los 90.000 kilómetros.
- Óxidos: En áreas costeras o húmedas, es común que los vehículos presenten problemas de óxido en zonas como el chasis, el sistema de escape o la suspensión, lo que requiere una revisión exhaustiva.
Alargando la vida útil de los coches de más de 10 años
Además de las revisiones de los componentes esenciales, otros elementos como el alternador, el motor de arranque, la correa de servicios, el embrague y los inyectores también deben ser inspeccionados regularmente. Según Norauto, seguir las indicaciones del fabricante y realizar un mantenimiento adecuado puede alargar considerablemente la vida útil de un vehículo y reducir el riesgo de averías graves.
Por ejemplo, el alternador, responsable de mantener la carga de la batería, tiene una vida útil estimada de más de 200.000 kilómetros, aunque es recomendable revisarlo cuando el sistema de carga comienza a fallar. De igual forma, el motor de arranque y la correa de servicios deben ser sustituidos si presentan signos de desgaste o mal funcionamiento.
La descarbonización, una solución eficiente
Con el tiempo, la carbonilla tiende a acumularse en el interior del motor, lo que afecta el rendimiento del vehículo. Para combatir este problema, Norauto ofrece su Eco Servicio de descarbonización, una técnica que permite reducir hasta un 20% las emisiones contaminantes y disminuir el consumo de combustible en un 10%, además de mejorar la potencia del motor.
En definitiva, mantener un coche en buen estado, especialmente cuando supera los 10 o 15 años de antigüedad, es crucial no solo para garantizar la seguridad de los conductores, sino también para prolongar la vida útil del vehículo y optimizar su funcionamiento. Ante un parque automovilístico envejecido, realizar un mantenimiento exhaustivo y a tiempo se convierte en una necesidad ineludible para todos los conductores.
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