AdBlue es una solución acuosa de urea utilizada en los sistemas de reducción catalítica selectiva (SCR) para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en vehículos diésel. Los NOx son contaminantes que contribuyen al smog y a la lluvia ácida, y su reducción es crucial para cumplir con las regulaciones ambientales.
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La normativa Euro 6 como fecha de arranque del AdBlue
En 2014, los representantes de los distintos países de la Unión Europea aprobaron la norma Euro 6, que regula los límites aceptables para las emisiones de gases de combustión interna de los vehículos nuevos vendidos en los estados miembros y que obliga a los vehículos de gasóleo a emitir menos gases contaminantes en la atmosfera. Con la implantación de esta medida, comienza el arranque del AdBlue, convirtiéndose en un elemento crucial y muy importante del del mundo del motor.
De hecho, su relevancia dentro del engranaje del vehículo actual es tal que, incluso, su baja calidad o escasez de cantidad de líquido puede suponer averías en el motor. Normalmente, el depósito se suele vaciar cerca de las fechas de mantenimiento oficiales, pero dependiendo del uso y kilómetros esto puede variar.
En el caso de quedarnos sin producto, el coche no arrancará, impidiendo el desplazamiento hasta que se rellene el tanque. Sin embargo, es importante destacar que, si esto ocurre con el vehículo en marcha, el motor no se parará, pero una vez que se apague no volverá a funcionar hasta rellenar el depósito de AdBlue. De ahí, la importancia de estar atento a los niveles para que no nos juegue una mala pasada.
Composición del Adblue
AdBlue está compuesto por un 32.5% de urea de alta pureza y un 67.5% de agua desmineralizada. La urea es un compuesto químico que, cuando se calienta en el sistema de escape del vehículo, se descompone en amoníaco y dióxido de carbono. Este amoníaco reacciona con los NOx en un catalizador dentro del sistema SCR, transformándolos en nitrógeno y vapor de agua, que son inofensivos.
Aplicación y uso en vehículos
AdBlue se almacena en un tanque separado del vehículo diésel, y se inyecta en el sistema de escape antes del catalizador SCR. El proceso es gestionado electrónicamente para garantizar que la cantidad adecuada de AdBlue se mezcle con los gases de escape, según las condiciones de funcionamiento del motor.
Este sistema se ha vuelto común en vehículos pesados, como camiones, autobuses, y maquinaria agrícola, aunque cada vez más coches diésel ligeros también lo utilizan para cumplir con los estrictos estándares de emisiones Euro 6 en Europa.
Cómo funciona el SCR
- Inyección de AdBlue: El AdBlue se inyecta en el flujo de gases de escape calientes.
- Descomposición de la urea: El calor descompone la urea en amoníaco (NH₃) y dióxido de carbono (CO₂).
- Reacción catalítica: El amoníaco reacciona con los óxidos de nitrógeno (NOx) en el catalizador SCR, convirtiéndolos en nitrógeno (N₂) y vapor de agua (H₂O).
Este proceso puede reducir las emisiones de NOx en hasta un 90%.
Reabastecimiento y mantenimiento
El AdBlue debe rellenarse periódicamente, dependiendo del tipo de vehículo y las condiciones de conducción. En general, el consumo de AdBlue es aproximadamente el 5-7% del consumo de diésel. Muchos vehículos cuentan con un indicador que alerta cuando el nivel de AdBlue es bajo. Si se agota el AdBlue, el vehículo puede limitar la potencia del motor o, en algunos casos, incluso no arrancar, ya que el sistema SCR no puede operar sin él.
AdBlue debe cumplir con la norma ISO 22241 para garantizar su pureza y eficacia. Usar una solución de baja calidad o diluida puede dañar el sistema SCR del vehículo, lo que puede generar reparaciones costosas. Por ello, es importante comprar AdBlue de fuentes confiables y almacenarlo adecuadamente, protegiéndolo de temperaturas extremas y contaminación. En tiendas Oscaro, por ejemplo, cualquier puede encontrar una amplia variedad de este producto. Además, las grandes estaciones de servicio pueden contar con surtidores de repostaje a imagen y semejanza de los de gasolina o diésel.
Beneficios y desafíos
Beneficios
- Reducción de emisiones contaminantes: AdBlue ayuda a reducir drásticamente las emisiones de NOx, contribuyendo a un aire más limpio y al cumplimiento de las normativas ambientales.
- Cumplimiento de normativas: Para muchas flotas y vehículos diésel, el uso de AdBlue es obligatorio para cumplir con los estándares de emisiones.
Desafíos
- Costo adicional: Aunque AdBlue es relativamente económico, el costo de reabastecimiento es un gasto adicional para los propietarios de vehículos diésel.
- Espacio en el vehículo: Los fabricantes de automóviles han tenido que adaptar sus diseños para incluir un tanque de AdBlue, lo que puede reducir el espacio disponible o aumentar el peso.
- Mantenimiento del sistema SCR: Si el sistema de AdBlue no se mantiene adecuadamente, puede fallar, lo que puede generar costos de reparación significativos.
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