«El estrés es la forma que tiene tu cuerpo de responder ante cualquier tipo de demanda o amenaza.»
Cuando te sientes asustado, tu sistema nervioso responde liberando un torrente de hormonas del estrés, incluyendo la adrenalina y el cortisol, que activan el cuerpo para una acción de emergencia. Tu corazón bombea más fuerte, los músculos se tensan, la presión sanguínea aumenta, la respiración se acelera, y tus sentidos se vuelven más agudos. Estos cambios físicos incrementan tu fuerza y aguante, la velocidad de tu tiempo de reacción, y mejoran tu enfoque.
El estrés también puede ayudarte a afrontar nuevos desafíos. Te mantiene constante para acabar una presentación laboral, aumenta tu concentración cuando estás intentando sacar tiempo libre, o hace que estudies para un examen cuando te gustaría estar viendo la televisión.
Tabla de Contenidos
Signos y síntomas del estrés
Las siguientes listas clasifican los signos y síntomas comunes del estrés crónico. Anota cuáles te identifican más y ten en cuenta que cuantos más colecciones más estrés presentas en tu cuerpo:
- Síntomas cognitivos
- Problemas de memoria
- Incapacidad para concentrarte
- Juicio pobre
- Ver solamente lo negativo
- Ansiedad o pensamientos recurrentes
- Preocupaciones constantes
Síntomas emocionales
- Mal humor
- Irritabilidad o mal genio
- Agitación, incapacidad para relajarse
- Sentirse abrumado
- Sentimiento de soledad y aislamiento
- Depresión o infelicidad general
Síntomas físicos
- Dolores
- Diarrea o constipación
- Náuseas, mareos
- Dolor en el pecho, taquicardia
- Pérdida de deseo sexual
- Resfriados frecuentes
Síntomas conductuales
- Comer más o menos
- Dormir mucho o poco
- Aislarte de otros
- Procrastinar o rechazar responsabilidades
- Consumir alcohol, tabaco, o substancias relajantes
- Hábitos nerviosos (p.e. morderse las uñas)
Causas del estrés
Las situaciones y presiones que causan estrés son conocidas como estresores. Normalmente pensamos en los estresores como en algo negativo, como un horario laboral exhaustivo o una relación pesada. Sin embargo, cualquier cosa que suponga demandas altas o forzar a ajustar tu vida normal puede ser estresante. Esto incluye los eventos positivos como el casarse, comprar una nueva casa, ir a la universidad o recibir un ascenso.
No obstante, no todo el estrés es causado por factores externos. El estrés también puede ser auto-generado. Por ejemplo, cuando te preocupas excesivamente sobre algo que puede o no que suceda, o el tener pensamientos irracionales y pesimistas sobre tu vida.
Causas comunes de estrés externo:
- Cambios grandes en la vida
- Trabajo o escuela
- Dificultades en las relaciones
- Problemas financieros
- Estar demasiado ocupado
- Niños y familia
Causas comunes de estrés interno:
- Preocupación crónica
- Pesimismo
- Autodiscurso negativo
- Expectativas surrealistas/ Perfeccionismo
- Pensamiento rígido, falta de flexibilidad
- Actitud de todo o nada
Las causas del estrés excesivo dependen, al menos en parte, de la percepción de cada uno. Algo que puede ser estresante para ti, puede que no lo sea para otro; incluso que disfrute con ello. Por ejemplo, tu viaje matinal puede ser para ti ansioso y tenso, porque te preocupa el tráfico que pueda haber y que llegues tarde. Otros, sin embargo, encontrarán ese viaje relajante porque les permite disfrutar de diferentes canciones mientras van conduciendo.
¿Cómo manejar el estrés y sus síntomas?
Desafortunadamente, la mayoría de personas cooperan con el estrés de forma que solamente ven el problema. Beben demasiado al final de un día estresante, consumen comida no saludable, pasan el tiempo viendo la televisión o el ordenador, utilizan pastillas relajantes o atacan a otras personas. No obstante, hay muchas formas saludables de combatir el estrés y sus síntomas.
Aprende a manejar el estrés
Si sientes que el estrés de tu vida está fuera de control, debes saber que tú siempre controlas la forma en la que respondes. La gestión del estrés puede enseñarte formas saludables de cooperar con él, ayudándote a reducir sus efectos perjudiciales, y a prevenir la espiral que hace que no tengas control sobre lo que sucede.
Comprometerse socialmente.
El simple hecho de hablar cara a cara con otros seres humanos puede liberar hormonas que reducen el estrés, incluso si te sientes incapaz de alterar la situación estresante. Abrirte a otra persona no es un signo de debilidad y no te hará vulnerable frente a otros. De hecho, la mayoría de amigos se alegrarán de que confíes en ellos lo suficiente como para contarle tus problemas. Esto generará un lazo de unión más fuerte.
Empezar a moverse.
La actividad física juega un papel principal en el manejo del estrés. Actividades que requieren el movimiento de los brazos y las piernas son particularmente efectivos. Caminar, correr, nadar, bailar y realizar clases de aerobic son buenas opciones, especialmente si ese ejercicio necesita que mantengas la atención focalizada en tus sensaciones y movimientos. El focalizarte en esto ayuda a que tu sistema nervioso encuentre su equilibrio.
Cambios en tu estilo de vida
Agenda un tiempo de relajación.
Las técnicas de relajación como el yoga, la meditación, y la respiración profunda activan la respuesta de relajación del cuerpo, un estado de descanso que es contrario al de la lucha o huida.
Ingiere una dieta saludable.
Los cuerpos bien nutridos están mejor preparados para enfrentarse al estrés. Comienza tu día con un desayuno saludable, reduce la ingesta de cafeína y de azúcar, añade fruta fresca y vegetales, y elimina el alcohol y la nicotina de tu vida.
Duerme lo suficiente.
Sentirse cansado puede incrementar el estrés causado por tu pensamiento irracional. Mantente frío y distante ante las situaciones de estrés, no permitas que influyan en tu buen descanso.
Fuentes:
http://www.ansiedadyestres.org/cuales-son-los-sintomas-de-la-ansiedad
http://www.saludenfamilia.es/general.asp?seccion=514
Juan dice
El estrés es muy duro desde el punto e vista emocional, vivir siempre con angustia y estrés te quita las ganas de vivir, y lo peor de todo es que muchas veces curar la ansiedad es muy complicado, existen técnicas psicológicas, tés e infusiones, o la posibilidad de ir al psicólogo, porque el psiquiatra no cura, sólo da medicación para calmar los síntomas