A día de hoy, en todos los continentes del planeta de pueden encontrar grupos de personas pertenecientes a pueblos indígenas. Son individuos que en las condiciones más primitivas y que mantienen las costumbres desde su constitución como tribu. Hablamos de normas, lenguas, organización, jerarquías, espacios, rituales, etc. En total este tipo de grupos constituyen aproximadamente el 5% de la población mundial.
Según cifras que aporta Amnistía Internacional, en el mundo existen al menos 5.000 pueblos indígenas diferentes y, aunque se reparten por todos los continentes, el 70% de ellos se concentra en Asia. La misma organización asegura que un tercio de las personas que viven en situación de extrema pobreza en el mundo son personas pertenecientes a estas civilizaciones.
Para todas ellas existe el Día Mundial de los Pueblos Indígenas con el propósito de crear conciencia ciudadana e institucional para su protección porque, entre otras cosas, son los auténticos guardines de la biodiversidad del planeta. Gracias a los indígenas, muchos bosques y terrenos tropicales sobreviven gracias a la gestión sostenible que hacen estas comunidades sobre ellos.
Pero no solo hablamos de bosques, también tienen un impacto positivo en la fauna, los ríos, praderas, montañas y todo tipo elemento que haya en la naturaleza. Ellos viven de ella y ésta les honra de una manera recíproca. Los pueblos indígenas son, en definitiva, uno de los escudos naturales de protección frente al cambio climático. Un tema que deberían tener en cuenta las autoridades mundiales.
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Los indígenas, comprometidos contra el cambio climático
Los mismos pueblos indígenas se consideran parte activa para abordar el problema porque, entre otras cuestiones, ellos mismos están viviendo los efectos del cambio climático en primera personas. En la Cumbre del Clima de la ONU celebrada en Nueva York en septiembre de 2019, los Pueblos Indígenas de todo el mundo se comprometieron firmemente a contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con sus conocimientos y acciones.
No obstante, ellos ya han hecho saber de este fenómeno desde hace mucho tiempo. Unas declaraciones del ex primer ministro de Groenlandia en el marco de aquella Cumbre del Clima señalaban que los Inuit llevan alertando del calentamiento global desde los primeros años de la década de los 90. Poco atención se le prestó a estos indígenas en su momento.
Derechos reconocidos internacionalmente desde 2006
Tienen muchos años de historia estas civilizaciones, pero no ha sido hasta 2006 cuando internacionalmente les han sido reconocidos sus derechos, como los de cualquier otro ciudadano en el mundo. Lo hizo Naciones Unidas en un resolución aprobada ese año, en donde se afirmaba que los pueblos indígenas son iguales a todos los demás pueblos y se les reconoce a ser diferentes y a considerarse entre ellos mismos diferentes.
En esa resolución se habla también de la riqueza cultural que aportan estos colectivos y que son patrimonio común de la humanidad. Ante tal consideración, Naciones Unidas urge a los estados a proteger a los indígenas sin ningún tipo de discriminación, respetando sus costumbres o su autogobierno. Aunque muchos indígenas infantiles están sin escolarizar, la resolución admite el derecho de los niños a recibir todos los niveles y formas de educación en el Estado en el que residan.
Todo lo que se dice en la resolución está sujeto a la interpretación con arreglo a los principios de la justicia, la democracia, el respeto a los derechos humanos, la igualdad, la no discriminación, la buena gobernanza y la buena fe.
Más argumentos sobre la necesidad de proteger a los indígenas
Más allá de los Derechos reconocidos, es necesario aplicar mecanismos de protección por parte de los estados porque las personas indígenas tienen una esperanza de vida inferior en hasta 20 años respecto a la población general.
Por mucho que se les reconozca internacionalmente, hay carencias a la hora de acceder a sistemas sanitarios o el desarrollo de infraestructuras esenciales para la salud. Este hecho se hace aún más visible en crisis como la del Covid-19. Las restricciones y la paralización de muchas actividades comerciales ha afectado al bienestar de los pueblos indígenas.
Las tierras, germen de muchos conflictos
Naciones Unidas y organizaciones como el Banco Mundial también ahondan en una problemática que también viene de lejos sobre la población indígena, que es la propiedad de las tierras. Mientras se produce la ocupación de ellas por parte de los indígenas, muchos gobiernos no las consideran su suyas o, por lo menos, no tas suyas, lo que genera fricción y conflictos.
La tenencia insegura de las tierras es uno de los grandes conflictos que arrastran los colectivos con los gobiernos de los estados y esta lucha no ha tenido muy buenos resultados en materia de salud ambiental, biodiversidad y ecología. Los organismos mencionados previamente llaman a mejorar este aspecto y reclaman más inversiones para garantizar la buena calidad de vida de estas personas y contribuir a su desarrollo económico y social.
Una población luchadora
Esta lucha también ha dejado ver una de las grandes virtudes de las tribus, que es su enorme resiliencia y capacidad de lucha para superar situaciones adversas. Los Pueblos Indígenas han demostrado ser muy fuertes y capaces de defenderse a sí mismos y a su territorio. No en vano, este espíritu queda demostrado por el hecho de que actualmente permanecen más de 475 millones de indígenas en el planeta.
Cierto que se puede hablar de una ‘especie’ en peligro de extinción pero todavía hoy son capaces de ocupar territorios ancestrales y mantener en gran medida sus culturas y tradiciones. De un tiempo a esta parte, jornadas como el Día Mundial de los Pueblos Indígenas han despertado una mayor concienciación sobre la protección de estas personas, sumándose movimientos locales, nacionales y mundiales para hacer que se respeten los derechos reconocidos. No en vano, se han ganado numerosas batallas pero aun queda mucho por hacer en cuestiones como el desalojo de tierras o su accesibilidad a sistemas sanitarios y educativos de calidad.
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