Todos conocemos cómo funciona un proyector y cuáles son sus usos más cotidianos. Podemos conectarlo a un PC, laptop, televisión o un videojuego; pero…¿sabes que también puedes conectarlo a un móvil o tableta? Pues sí, existen diversos métodos acorde con la tecnología, características y funcionalidad. Puedes usar tanto un pico proyector como un aparato de proyección tamaño estándar. Lo detallaremos a continuación.
El pico proyector es un objeto que cabe en la palma de una mano y que ha proliferado en el último lustro. Si bien el mercado no es amplio, sí muy interesante. Los modelos de proyector de bolsillo son muy variados entre sí; por ejemplo, hay proyectores con USB como única fuente de alimentación para su funcionamiento; así como modelos independientes que cuentan con una fuente de batería con conexión HDMI o AV.
La mayoría están impulsados de esta forma, mediante batería, y pueden proyectar imágenes a gran tamaño, calidad y precisión. Eso sí, la resolución y el brillo son más bajos que sus hermanos mayores, pero son lo suficientemente buenos para emitir una imagen de calidad. Los pico-proyectores, por lo general, tienen lámparas LED o láseres para proyectar.
En el montaje de estos proyectores, hay que tener en cuenta el LCOS (cristal líquido sobre silicio) y el DLP (Digital Light Processing), que se encargan de generar diferentes niveles de brillo e intensidad; y la dirección del haz luminoso (LBS), que hace uso de una pequeña pantalla de cristal líquido para filtrar la cantidad de luz en cada píxel.
Los modelos Android, frente a los iOS, están más presentes y tienen una mayor penetración y eso no ha escapado a las empresas de proyección. Los programas de proyección de imágenes procedentes de un móvil son evidentes. Muchos móviles cuentan con programas de código abierto que permite a los desarrolladores tomar ventaja en un campo que puede parecer incompatible, pero nada más lejos de la realidad, la fundición de pantalla Android API permite la fusión de pantallas para compartir imágenes, vídeos y animaciones que se pueden ver en una pantalla u otra superficie de proyección.
La proyección Android depende de los Screen Mirroring Tech. Chromecast ofrece un screencasting para ser descargado; además, la compañía puede ofrecer su propia versión mediante una App. Funciona a través del una conexión de red inalámbrica y tanto el sistema operativo como el proyector deben estar en la misma red. Mira en la lista de aplicaciones y detectará automáticamente todos los proyectores de la misma red.
Por otro lado, en un proyector estándar, existen varias formas de conexión. El clásico es un Micro HDMI y MHL. Es decir, un cable con una salida HDMI normal y un segundo conector adaptado al móvil muy útil para proyectores HD. Por contra, si nos movemos en modelos casi jurásicos que no soporta imágenes en alta definición, nada mejor que un cable ‘Jack’ con tres salidas RCA /AV/vídeo compuesto, que a su vez va conectado al dispositivo móvil en la salida de audio (mismo cabezal que los auriculares).
Pero si nos movemos en elementos electrónicos acordes con nuestro tiempo, uno de los mejores ejemplos es el iProjection: una aplicación que permite controlar el contenido de una pantalla desde el propio móvil. Es una herramienta compatible con Android y con proyectores marca EPSON y que funciona mediante conexión Wi-Fi.
Para finalizar, un elemento que resulta fundamental en el visionado de una imagen es el cableado USB, posiblemente de los más accesible y económico: ¿qué proyector actual no tiene salida USB? Por tanto, podemos conectar nuestro móvil con un cable que tenga este tipo de salida; no hay que olvidar que el móvil no deja de ser una herramienta con amplia memoria externa para guardar documentos y contenido audiovisual.
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