La Escherichia Coli o E. Coli como normalmente se le llama, es un tipo de bacteria que existe normalmente en el organismo, se aloja en el intestino, y la mayoría de las veces no representa un problema; sin embargo, cuando se alteran ciertos aspectos biológicos específicos, esta puede producir síntomas que llegan a resultar muy graves si no se tratan a tiempo.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la Escherichia Coli?
La E. Coli es un microorganismo de la familia de las enterobacterias, que forma parte del microbiota normal del tracto gastrointestinal perteneciente a los individuos pluricelulares, como es el ser humano.
Este tipo de bacteria puede desarrollarse con o sin oxígeno, lo cual le da la denominación de anaerobia facultativa, la E. Coli es uno de los más abundantes microorganismos que debe estar presente para que el proceso digestivo se realice de manera adecuada en el organismo. Además, está comprobado que esta bacteria participa activamente en la producción de las vitaminas B y K.
Sin embargo, en algunos casos se expone a una adaptación patógena, por adquirir elementos genéticos que la hacen mutar y reaccionar como un factor causante de cepas virulentas, que generan diversos tipos de enfermedades y que tienen como síntoma en común la diarrea.
Existen cepas de la bacteria asociadas directamente a las infecciones gastrointestinales también llamadas E. Coli Diarreogénicas.
Otras se desarrollan fuera del tracto digestivo, es decir son infecciones que se llevan a cabo en otros órganos y sistemas del cuerpo, frecuentemente en el tracto urinario, en el sistema nervioso o a nivel sanguíneo, a las cuales se les denomina las E. Coli Patogénicas Extraintestinales.
Esta bacteria tiene un alto nivel de morbilidad, lo que quiere decir que se presenta en muchos pacientes, en un momento dado, en un área específica; otra de las características más asombrosas que tiene esta bacteria, es su versatilidad pues puede causar, una gran variedad de cuadros clínicos y patologías diferentes asociados siempre a esta bacteria.
La Escherichia Coli es un organismo modelo, que se utiliza para estudiar el comportamiento de otros microorganismos de características similares, esto se debe a la velocidad de proliferación y crecimiento, además de los pocos requerimientos nutricionales que tiene para crecer y multiplicarse de manera feroz en el ser humano.
Características de la bacteria
La Escherichia Coli vive de manera natural en los intestinos de la mayor parte de los mamíferos, estando sanos. Si la bacteria no adquiere unidades de información genética, provenientes de las cadenas de ADN o ARN que la transformen indicándole códigos genéticos, que son fundamentalmente factores virulentos no representa problemas de salud.
El comportamiento del E. Coli es el de un comensal, cuya interacción biológica con el organismo humano, es la de contribuir con la absorción de los nutrientes, durante la digestión.
Cuando nace un ser humano, la bacteria E. Coli aparece en el tracto digestivo del neonato y efectúa una colonización del mismo; para esto, se adhiere a las mucosidades que existen dentro del intestino grueso, todo esto ocurre a solo horas de que ha ocurrido el nacimiento del bebé.
Desde ese momento, la E. Coli permanece en el organismo, donde se establece una relación de mutuo beneficio, ya que se trata de una cepa comensal, la cual se alimenta de los nutrientes existentes en el tracto digestivo y ayuda en la digestión.
Aún estas inofensivas sepas comensales, pueden hacer mucho daño, si por cualquier estímulo de un elemento genético llegan a activarse, ya que causarían diarrea sin control, lo que es especialmente peligroso para una persona que posee un sistema inmune debilitado.
Por otro lado están las cepas de E. Coli que se consideran patógenas, las cuales pueden invadir velozmente el organismo de la persona, colonizando un huésped sano, y produciendo infecciones de moderadas a severas en: intestinos, estómago, vías urinarias, meningitis e incluso sepsis u otras infecciones severas.
Síntomas
Se puede estar expuesto a la Escherichia Coli patogénica que proviene del agua contaminada o de los alimentos que, estando contaminados, no fueron lavados o preparados apropiadamente y contribuyen con la propagación de la enfermedad, frecuentemente se trata de vegetales que se comen crudos, y carnes que se consumen crudas o poco cocidas.
Las personas adultas que no presentan una patología previa se pueden recuperar de la infección por Escherichia Coli en unos días, máximo en una semana estará totalmente libre de síntomas, pero en los niños pequeños y los adultos mayores el cuadro tiende a complicarse, y suele aparecer una condición de cuidado que es sumamente peligrosa, la deshidratación.
Algunas veces, estos grupos de riesgo tienen un porcentaje elevado de probabilidad de desarrollar condiciones graves tales como insuficiencia renal, la cual es la complicación más frecuente y mortal que pueden sufrir los pacientes con condiciones preexistentes.
Los síntomas de la enfermedad causada por la Escherichia Coli comienzan normalmente a los tres o cuatro días, después de que la persona ha tenido el contacto con la bacteria, aunque el tiempo de aparición de los síntomas puede variar de acuerdo a la condición física de la persona.
El síntoma más frecuente es la diarrea; que puede presentarse leve al principio, y luego ir agravándose poco a poco hasta volverse totalmente líquida y con rastros de sangre.
Son frecuentes los cólicos abdominales, el dolor punzante o constante y la sensibilidad al consumir los alimentos. En algunas personas las náuseas, los vómitos y el malestar general son muy recurrentes.
Para efectuar un diagnóstico acertado, se le realizan al paciente pruebas de cultivo bacteriano, en muestras de materia fecal de manera seriada.
Prevención
Para mantenerse sano, es importante mantener las normas de higiene, lo cual previene la intoxicación por alimentos y las infecciones derivadas de las bacterias patógenas.
Es muy importante lavarse las manos con frecuencia, además de cocinar los alimentos lo suficiente, las verduras y frutas que se consumen crudas se deben lavar muy bien; los productos lácteos y los jugos deben tomarse pasteurizados.
El problema de la calidad del agua se extiende a muchas regiones, principalmente en las naciones en las cuales los largos periodos de sequía, obligan a la población a almacenar agua que no es potable, para luego enfermarse por consumirla aun siendo no apta para la salud.
Deja una respuesta