¿Puede un avión que funcione con energía solar volar por toda la Tierra? Justamente eso es lo que dos pilotos suizos están averiguando en este momento – y todo en nombre de energía renovable.
André Borschberg y Bertrand Piccard son dos pilotos volando el innovador avión Solar Impulse 2 por todo el mundo. Este usa 17.000 células solares para proveerse energía a si mismo directamente del Sol, y así hacer funcionar las hélices.
Todo esto tiene un costo. Las células solares aun no son muy eficientes, por lo que el avión tiene un máximo de velocidad de 138 km/h (86 mph). Por otra parte, no hay mucha comodidad para los pilotos.
El avión recientemente completó la novena etapa de su viaje por todo el mundo desde Hawái hasta California después de un retraso de nueve meses, con los pilotos turnándose para volar el avión de un solo asiento. Se entrevistó a Bertrand mientras volaba esta etapa, sobre el Océano Pacifico, para ver cómo era la vida a bordo del Solar Impulse 2.
Bertrand Piccard, uno de los pilotos del Solar Impulse 2
“Estoy muy cómodo, tengo que decir,” Bertrand dijo cuándo se le preguntó como se estaba sintiendo. Es un vuelo bastante inusual, por decir algo. Tan simple es el avión que tiene un sistema de autopiloto muy básico, así que debe estar en control la mayor parte del viaje. El avión también necesita cambiar constantemente entre alta altitud, donde puede juntar toda la energía solar posible, y baja altitud, el cual es su modo de ahorrar energía.
Para mantenerse despierto, Bertrand se permite siestas de 20 minutos. “Es importante mantener la energía del piloto, no solo la energía del avión,” explicó Bertrand. “Estoy usando auto-hipnosis, el cual es una forma de desasociar tu mente y tu cuerpo, así el cuerpo puede dormir, pero la mente permanece alerta.”
Con el objetivo de utilizar tanta energía solar como sea posible, el avión es tan amplio como el jet jumbo, pero tan ligero como un auto. Esto puede hacerlo bastante difícil de controlar, y muy susceptible a turbulencias. Si ocurre lo peor, Bertrand tiene un chaleco salva vidas y una balsa inflable que lo mantendría a salvo en el océano hasta que llegue el rescate.
“Es muy diferente a volar un avión normal,” dijo. “El precio a pagar para volar con energía solar día y noche es tener un avión que sea extremadamente grande y extremadamente ligero, lo cual significa que es sensible a turbulencias y difícil de manejar si hay mucho viento.” Esta es la última razón de los retrasos, si el viento es muy fuerte no es seguro volar.
André Borschberg, a la izquierda, y Bertrand Piccard después de cruzar exitosamente el Océano Pacifico. Solar Impulse
¿Y cómo es la vida dentro de la cabina? Bueno, podría no ser para todos. Para los que empiezan, no hay sistema de calefacción, así que los pilotos se tienen que “envolver” bien para mantenerse cálidos. Para la comida, tienen una estricta dieta, lo que incluye cosas como comida triturada, quínoa, e incluso unos más emocionantes como risotto de champiñones.
Para la higiene personal, las cosas se ponen un poco más… interesantes. Para limpiarse, los pilotos simplemente usan paños húmedos. Y para ir al baño, bueno, hay una solapa que abre un hueco en su asiento. Creo que te puedes imaginar como es.
Puedes estar pensando, ¿Por qué alguien pasaría por esto? bueno, ambos pilotos están intentando mostrar los beneficios de la energía solar, en un mundo que ellos dicen que necesita cambiar hacia energía renovable.
“Solar Impulse no va a transportar 200 pasajeros muy pronto,” admite Bertrand. “Pero supongo que en 10 años, pueden haber aviones que transportaran 50 personas con energía eléctrica, no necesariamente solar, pero será conectado en tierra a baterías eléctricas. También se puede hacer con los autos, muchas tecnologías para los hogares, redes inteligentes. Las tecnologías están aquí. Solar Impulse es el buque insignia de estas tecnologías.”
Aún se espera ver si Solar Impulse será verdaderamente el que “cambie el juego”. El avión aún tiene unas pocas paradas más planeadas en Estados Unidos antes de volver a Europa, para terminar el viaje “alrededor del mundo” en Abu Dabi a finales de año, que comenzó en mazo del 2015. Por ahora, Bertrand está feliz de estar de nuevo volando.
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