Los coches híbridos se han convertido en los favoritos de los conductores por muchos factores. Además de cumplir con las exigencias medioambientales que imponen las autoridades, también son vehículos con muy buen rendimiento en términos de ahorro de combustible. No obstante, la tecnología que integran estos coches puede dar algún que otro susto.
Norauto, la cadena especializada en mantenimiento y equipamiento integral del automóvil, ha querido aprovechar estas fechas de Halloween para revelar un auténtico catálogo de horrores mecánicos: las averías más temidas por los conductores de coches híbridos no enchufables.
Y es que estos vehículos, símbolo del ahorro y la sostenibilidad, también pueden esconder sustos considerables bajo el capó. En lo que va de año se han vendido en España 350.762 vehículos híbridos, según datos de Anfac, lo que representa casi el 35% de las matriculaciones. Pero junto al auge de este tipo de automóviles, crece también la preocupación por su mantenimiento.
“Hay averías especialmente temidas entre los conductores, no tanto por su frecuencia como por su complejidad y coste. Los híbridos no son ajenos a ello y combinan lo peor de ambos mundos: las posibles averías del motor térmico y las del sistema eléctrico”, explica Víctor Pardo, responsable de reparación electrónica y vehículo eléctrico de Norauto España.

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Las “averías de los coches híbridos que dan más miedo a los conductores
Entre los problemas que más pavor generan entre los propietarios de un híbrido, Norauto destaca varios que pueden vaciar el bolsillo y los nervios:
- La batería de alto voltaje. Es el corazón —y a veces la pesadilla— del coche híbrido. Su sustitución puede superar los 6.000 euros, y aunque los fabricantes ofrecen garantías de unos ocho años o 160.000 kilómetros, su degradación con el tiempo reduce la autonomía y el rendimiento eléctrico.
- Sistema eléctrico y cableado. Un fallo en el aislamiento o un cortocircuito puede suponer entre 500 y 2.000 euros en reparaciones, especialmente si afecta a componentes esenciales.
- Inversor de corriente y caja de cambios. Encargados de coordinar la transición entre el motor térmico y el eléctrico, estos elementos pueden causar reparaciones de hasta 4.000 euros. En los híbridos, además, las cajas automáticas encarecen los costes frente a las versiones manuales.
- Centralitas y sensores. Detrás de un testigo encendido puede haber un problema en la gestión electrónica. Repararlos cuesta entre 300 y 1.500 euros, y su mal funcionamiento puede alterar la seguridad y aumentar el consumo.
- Caja de transferencia o “transfer”. Propia de los modelos con tracción a las cuatro ruedas, esta avería suele estar asociada a un mal mantenimiento o al desgaste desigual de los neumáticos. Los síntomas más comunes: ruidos extraños, vibraciones o dificultades para cambiar entre modos de tracción.
Cómo evitar que los coches híbridos se conviertan en una pesadilla
Pardo recuerda que “la mejor defensa contra estas averías es un buen mantenimiento preventivo”. Entre los consejos que ofrece Norauto destacan:
- Revisiones electrónicas periódicas. No solo cuando se enciende un testigo, sino también de forma preventiva. Permiten detectar fallos incipientes y evitar reparaciones mucho más costosas.
- Acudir a talleres especializados en tecnología híbrida. En los autocentros de Norauto, los técnicos están formados en sistemas eléctricos y multimarca, y disponen del equipamiento necesario para el diagnóstico y la reparación segura de estos vehículos.









