En el año 2019 se desperdiciaron 931 millones de toneladas de alimentos, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En este informe mencionan que el peso equivale a 23 millones de camiones de 40 toneladas que podrían darle la vuelta a la Tierra siete veces.
Estos alimentos fueron arrojados a la basura en hogares, restaurantes y otros lugares donde se sirve comida. En vista de ello, es necesario recurrir a métodos que conserven las verduras y frutas por mayor periodo de tiempo en la nevera para evitar que se conviertan en desperdicios.
¿Cómo conservar frutas y verduras correctamente?
Lo primero que se debe saber es que la conservación de verduras y frutas no funciona para todos por igual, debido a que algunas toleran temperaturas más altas que otras. Precisamente, las neveras son consideradas un electrodoméstico útil para la conservación, porque el frío tiene la capacidad de ralentizar el crecimiento de las bacterias.
Según la web nutricional Sundt.es, la lechuga, el brócoli y las espinacas poseen vitamina A que es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico y vitamina C que protege las células de los radicales libres.
Para conservar esas propiedades, recomiendan refrigerarlas por encima de 0 °C con un alto nivel de humedad. De lo contrario, pueden perder sus propiedades alimenticias. Tanto la lechuga como las espinacas se deben lavar antes de guardarse en la nevera para retirar cualquier suciedad que tengan y aprovechar ese momento para cortar aquellas áreas que se encuentren estropeadas.
Específicamente la lechuga, las espinacas y las acelgas se guardarán en envases para conservarlas en mejor estado. En cambio, las fresas, champiñones, hierbabuena y albahaca no se lavan para su almacenamiento, porque se acorta su vida útil. Estos alimentos se lavarán únicamente cuando van a consumirse.
Otro de los consejos imprescindibles para su perfecta conservación es que las frutas y hortalizas se guardarán en piezas enteras y con la piel, debido a que si se almacenan en trozos estos perderán más rápido sus nutrientes. Además, se deteriorarán a un ritmo acelerado.
Las frutas como: plátanos, duraznos, melones, peras, ciruelas y mangos no se deben conservar juntas porque comienza a emitir gas etileno (es el responsable de la maduración de frutas y verduras). Cuando estas alcanzan ese grado de maduración disminuye la presencia de la clorofila y los nutrientes de las verduras.
Es necesario que las frutas o vegetales se guarden en bolsas de papel o plástico para separarlas por categoría y especie. De esta manera se evitará la emisión de gas etileno o la proliferación de hongos.
No obstante, se debe realizar una revisión periódica para verificar que los alimentos se conserven en perfecto estado, porque si una pieza se daña puede afectar o descomponer al grupo de frutas o vegetales que se encuentren agrupadas.
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