Casi llegando al final del año 2025, es hora de hacer balance sobre la ciberseguridad y las estafas que se han producido en estos meses para comprender por dónde están intento robarnos en el terreno digital y cómo podemos defendernos de estos ciberataques. A nivel general, se puede decir que la IA se está consolidando como arma para los ladrones y que la tendencia que es las estafas sean cada vez más sofisticadas. Esta clave y todos los detalles sobre el fraude digital han sido desveladas en un macro informe de Bitdefeder, donde se ha analizado de manera global los problemas con la ciberseguridad en todo el mundo.
El estudio —realizado a más de 7.000 consumidores de Australia, Francia, Alemania, Italia, España, Reino Unido y Estados Unidos— dibuja un panorama lleno de contradicciones: mientras aumenta la conciencia sobre los riesgos, muchos usuarios siguen realizando prácticas inseguras que facilitan el trabajo de los ciberdelincuentes. Y todo ello en un momento en el que la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta tan poderosa para defender como para atacar.
Tabla de Contenidos
Las grandes claves de la ciberseguridad en 2025
Las redes sociales superan al email como principal puerta de entrada de estafas
Por primera vez desde que existen mediciones de este tipo, las redes sociales se han convertido en la vía más frecuente para las estafas online, desplazando al correo electrónico del primer puesto.
El 34% de los encuestados afirmó haber recibido intentos de fraude a través de redes sociales, frente al 28% del correo electrónico y el 25% de las llamadas telefónicas. La tendencia es especialmente pronunciada entre los más jóvenes: los usuarios de entre 25 y 34 años tienen el doble de probabilidades de caer en una estafa en plataformas digitales (43%) que los mayores de 55 (20%).
En España, las herramientas más utilizadas para engaños son WhatsApp, Instagram y TikTok, un reflejo de la enorme penetración social de estas plataformas y del creciente uso que los estafadores hacen de ellas para difundir phishing, suplantaciones y fraudes sentimentales o financieros.
La inteligencia artificial, entre la preocupación y la amenaza real
La presencia de la IA en el imaginario colectivo está generando niveles de inquietud inéditos. Según el informe, la principal preocupación de los usuarios a nivel global son las estafas impulsadas por IA, especialmente los deepfakes, que inquietan al 37% de los encuestados. Le siguen la pérdida de empleo (30%) y la desinformación (29%).
En España, la tendencia es aún más marcada: los consumidores identifican la desinformación como una de sus mayores amenazas, solo por detrás de las estafas digitales. Entre los mayores de 55 años, casi la mitad (46%) muestra una preocupación elevada por este tipo de engaños, mientras que entre los millennials la cifra cae al 34%.
La conclusión es clara: la IA no solo está transformando la forma en la que se realizan los ataques, sino también la percepción de seguridad de los ciudadanos.

Uno de cada siete usuarios fue víctima de una estafa en el último año
El impacto de este tipo de ataques no es teórico. El 14% de los consumidores reconoció haber sido víctima de una estafa en los últimos doce meses, una cifra que aumenta al 17% en países como Estados Unidos. En promedio, cada engaño supuso una pérdida de 545 dólares, lo que, extrapolado al conjunto de la muestra, supera los 534.000 dólares.
España se sitúa en la media global: otro 14% de los consumidores reconoce haber caído en algún tipo de engaño online durante el último año.
España, líder en seguridad móvil mientras otros países siguen rezagados
A pesar del aumento de las amenazas, casi la mitad de los usuarios del mundo no protege su dispositivo móvil con soluciones de seguridad de terceros, a pesar de que la mayoría realiza pagos y compras online desde él.
Sin embargo, España destaca positivamente: el 57,6% de los usuarios utiliza algún tipo de protección móvil, la cifra más alta de Europa. En otros dispositivos, la situación empeora: el 58% de los participantes no usa soluciones de seguridad en sus ordenadores y el 82% no protege sus tablets.
Contraseñas: un viejo problema que se resiste a desaparecer
El informe muestra que las malas prácticas siguen estando muy extendidas:
- el 37% de los consumidores anota sus contraseñas en papel,
- el 32% reutiliza la misma clave en múltiples cuentas,
- y los jóvenes siguen siendo los más proclives a repetir contraseñas (20% entre 16 y 34 años).
Paradójicamente, quienes han sufrido estafas son quienes más tienden a repetir contraseñas, lo que evidencia la falta de aprendizaje tras el incidente.
La gestión de cookies, otro punto crítico
Aceptar todas las cookies de manera automática es una costumbre generalizada: el 48% lo hace sin leérselas, y otro 75% reconoce no revisar condiciones antes de aceptarlas. La comodidad —y en algunos casos la indiferencia— pesa más que la privacidad.
Este comportamiento también se observa en España, donde la mayoría de los usuarios prioriza la rapidez frente al control de datos.
Privacidad y confianza: el usuario español, más prudente que la media europea
A pesar de los hábitos de riesgo, los consumidores españoles muestran una mayor sensibilidad hacia la privacidad:
- el 21% prefiere mantener su ubicación lejos de las grandes tecnológicas,
- y el 59% evita compartir datos financieros online.









