La banca tradicional vive una situación de transformación y cierta crisis por el impacto de las tecnologías y el surgimiento de entidades fintech. No en vano, muchas grandes firmas están adoptando este perfil y están adquiriendo muchas empresas que se dedican a esta nueva forma de gestionar las finanzas.
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¿Qué son las fintech?
En la definición de fintech, entran a escena dos conceptos clave para estas entidades: tecnología y finanzas. Gracias a las TIC, las empresas que se ubican en este ecosistema ofrecen servicios propios de la banca a sus clientes con unos costes inferiores y con una agilidad mayor en su operativa.
Esto significa menos comisiones para los clientes y más eficacia a la hora de gestionar los servicios gracias a las tecnologías digitales. En definitiva, las fintech han hecho más accesibles productos y servicios de la banca que antaño estaban reservados a clientes con mayor conocimiento. Han democratizado, por así decirlo, los servicios financieros en todo el mundo.
Esto, obviamente, ha supuesto una amenaza para los grandes bancos y la tendencia es ahora el trabajo conjunto entre ambos agentes, haciendo bueno aquel dicho de “si no puedes con tu enemigo, únete a él”.
¿Qué hay detrás del avance de las fintech?
Para explicar el impacto y la evolución que han experimentado las fintech hay que detenerse en el impacto de las tecnologías en la población y en el consecuente cambio en el comportamiento de los consumidores. Sin duda, esa es una de las claves que han sabido identificar las fintech antes que la banca tradicional.
Hay datos que corroboran el avance de las fintech, como los que aporta un estudio mundial de ApplsFlyer, la plataforma de atribución móvil elegida por las marcas líderes en todo el mundo. En esa investigación, titulada The State of Finance App Marketing, se informa que las aplicaciones de tecnología financiera (fintech) son muy demandadas, y han experimentado un salto del 132% en el número de descargas a nivel mundial en los últimos dos años, y un aumento del 110% solo en Estados Unidos.
La esencia y el funcionamiento de las fintech no solo están detrás del aumento de clientes, sino también el marketing. El gasto en campañas de marketing también ha registrado cifras importantes, como se advierte en el estudio. Daniel Junowicz, vicepresidente regional para EMEA y Proyectos Estratégicos de AppsFlyer, explica que «con las instalaciones impulsadas por el marketing creciendo un 270% y las aplicaciones de finanzas gastando de media 128.000 dólares en la adquisición de usuarios en EMEA en el primer trimestre de 2021, podemos esperar que los profesionales del sector continúen ejecutando campañas de adquisición agresivas durante el resto de 2021».
¿Qué tipos de fintech nos podemos encontrar?
Tanto han crecido las fintech que parece que hay una para cada aspecto financiero que se nos ocurre. Estos son los tipos de empresas que se basan en la tecnología aplicada a las finanzas:
- Para las inversiones y gestión de patrimonios – diversas plataformas y aplicaciones se dedican a asesorar a sus clientes en materia de inversión. Las más avanzadas emplean sistemas de inteligencia artificial y son capaces de ejecutar automáticamente inversiones en función del perfil del usuario.
- Para hacer trading – una solución fintech basada en trading permite hacer varias operaciones a los que la tienen. Desde poner en contacto a la persona con profesionales del trading hasta calcar estrategias de inversión que han aplicado los profesionales.
- Gestión de finanzas personales – hay muchas aplicaciones para el móvil que actúan como asesores sobre cómo manejar de cartera. No hablamos de inversión, sino más de cómo administrar nuestro dinero. En qué gastamos más, cómo podemos ahorrar… Es como tener un secretario particular para nuestra tesorería.
- Financiación. En esta ámbito podemos encontrar muchas firmas que gestionan de forma ágil un proceso de financiación para nuestros intereses. En el mercado se pueden encontrar servicios que solo hacen préstamos rápidos, hasta otras plataformas que ponen en contacto a inversores para financiar proyectos (el famoso crowdfunding).
- Fintechs de servicios pago.
- Dedicadas a los criptoactivos. Operar con criptomonedas es una tendencia para muchos inversores tras el impacto del Bitcoin y por ello el mercado ofrece un buen ramillete de soluciones para moverse por los mundos del dinero virtual.
Neobancos, más competencia todavía
Apartado especial merecen los llamados neobancos o banca alternativa. Estas otras entidades son nativas digitales, bancos creado desde la tecnología que permiten disponer de una cuenta bancaria, una tarjeta y otros productos típicos de los bancos como hipotecas. El cliente lo gestiona todo desde una página web o una aplicación y generalmente no es necesario domiciliar nóminas ni recibos. Otro aspecto importante es que los neobancos no suelen cobrar comisiones por sus servicios. Hay ciertas desventajas con respecto a la banca tradicional, menos atención al cliente, pero es una opción muy indicada para los perfiles más jóvenes como los millennials.
La banca alternativa está dejando ver el escenario futuro que se viene para la banca en general. La tendencia es que los próximos años sigan cerrando sucursales y que gestionemos nuestro dinero a través de aplicaciones móviles. En eso está también la gran banca, ahorrando costes, cerrando oficinas y diseñando servicios que son totalmente digitales. La gran baza que tendrán para competir será el asesoramiento, pues a diferencia de los neobancos, esto será su gran valor añadido.
Conclusión
Ha llegado una competencia que ha tocado la fibra sensible de los bancos y para los usuarios lo mejor es disponer de una oferta variada. En el futuro, apenas habrá distinciones entre bancos o fintechs porque básicamente todo girará en torno a las tecnologías digitales. Todo dependerá de regulaciones, pero más que enemigos, banca y fitech están destinados a entenderse. El futuro gran rival para la banca son las grandes tecnológicas.
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