La musicoterapia es un método psicoterapéutico, desea restaurar la salud del cuerpo y la psique en el uso de la música. Sin palabras, la música puede brindar acceso directo a sentimientos profundos y recuerdos olvidados hace mucho tiempo. Eso la convierte en una poderosa herramienta terapéutica. La musicoterapia a menudo se ofrece en las clínicas como parte de un concepto de terapia.
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¿Qué es la musicoterapia?
La música juega un papel importante en la vida de las personas. Incluso antes del nacimiento, percibimos voces y sonidos en el útero de nuestras madres. Algunas melodías nos hacen felices y nos hacen bailar, otras crean tristeza.
Los neurólogos pudieron utilizar métodos de imágenes para demostrar que se ha demostrado que la música tiene una influencia en la estructura de nuestro cerebro. La música crea un acceso a nuestro mundo interior. Esto permite que afloren sentimientos profundamente ocultos.
La música puede tratar trastornos mentales
Nuestros antepasados ya sabían que la música también tiene un efecto curativo. La música se utilizó para tratar a los pacientes incluso en la antigüedad. En la actualidad, la musicoterapia se ofrece como apoyo terapéutico en clínicas o consultas externas. La musicoterapia puede tener lugar tanto en un entorno individual como en un grupo, recomendamos que lo hagas de forma individual para que luego si te gusto la experiencia puedas compartirla con tu pareja o algún amigo cercano.
El término «musicoterapeuta» no está protegido legalmente. En las instalaciones para pacientes ambulatorios, los pacientes deben prestar atención a la formación que ha recibido el musicoterapeuta. Para tratar con éxito los trastornos mentales, es necesario un conocimiento terapéutico sólido. Dependiendo del enfoque formativo del terapeuta, la musicoterapia se basa, entre otras cosas, en psicología profunda, terapia conductual, principios médicos o neurológicos.
¿Cuándo haces musicoterapia?
Cualquiera que quiera hacer musicoterapia no necesita tener ninguna habilidad musical. La musicoterapia es adecuada para personas de todas las edades. Se utiliza con éxito para trastornos mentales como depresión o trastornos de ansiedad, pero también para personas con demencia, autismo o enfermedades físicas.
La musicoterapia tiene la ventaja de que inicialmente funciona sin habla. De esta forma, las personas que tienen dificultades para hablar o comprender el lenguaje pueden utilizar la música para establecer contacto con el terapeuta.
Sin embargo, hay personas a las que les resulta difícil acceder a través de la música. Por lo tanto, tiene sentido probar este tipo de terapia primero en una sesión de prueba inicial. La musicoterapia no es adecuada si el paciente la rechaza. Incluso si un paciente todavía se encuentra en un estado traumático agudo después de una mala experiencia, la musicoterapia puede ser problemática porque puede intensificar los sentimientos negativos. En el caso de pacientes que padecen migrañas o tinnitus, se debe tener cuidado de que no perciban la música como una carga adicional.
¿Qué haces con la musicoterapia?
En musicoterapia, se hace una distinción entre musicoterapia activa y receptiva. En la musicoterapia receptiva, el terapeuta toca música al paciente y deja que los tonos lo afecten.
En la musicoterapia activa, el paciente crea los sonidos por sí mismo y se le permite probar diferentes instrumentos. Sin embargo, no se trata de que el paciente aprenda un instrumento musical o reciba entrenamiento musical. El objetivo es que el interesado establezca una conexión con sus sentimientos y desarrolle su creatividad.
Además, con la ayuda de la musicoterapia, se puede fortalecer la capacidad de expresarse, aumentar la capacidad de concentración o trabajar en la percepción corporal y la confianza en sí mismo del paciente. En los pacientes de edad avanzada o con demencia, las canciones familiares pueden traer recuerdos. En la musicoterapia grupal, la improvisación conjunta puede crear un fuerte sentimiento de pertenencia y seguridad.
La música pone en movimiento los procesos internos. Qué sentimientos desencadena la música y qué pensamientos genera son muy diferentes de un individuo a otro. El musicoterapeuta trabaja con diferentes instrumentos y estilos musicales según el paciente.
Conversación en la musicoterapia
Una parte importante de la musicoterapia es la conversación. El paciente comenta con el musicoterapeuta lo que ha experimentado mientras escucha la música. En el curso de la musicoterapia, también pueden surgir sentimientos incómodos y recuerdos dolorosos. Estos se procesan en conversación. Puede producirse un cambio en los sentimientos y pensamientos cuando el paciente prueba nuevos tonos y sonidos y les permite trabajar con ellos.
Un gran beneficio de la musicoterapia es que ofrece una amplia gama de opciones expresivas. Se utilizan instrumentos musicales fáciles de tocar. La batería, el piano, la guitarra, el xilófono y muchos otros instrumentos, pero también tu propia voz, permiten al paciente generar diferentes ritmos y sonidos. Algunos musicoterapeutas graban lo que se está reproduciendo para que el paciente pueda volver a escuchar sus melodías y pensar en ellas.
¿Cuáles son los riesgos de la musicoterapia?
La música puede sacar a la superficie sentimientos que han estado ocultos durante mucho tiempo. Cuando las personas han tenido experiencias traumáticas, los sentimientos del trauma también pueden reaparecer. Sin apoyo terapéutico, tal retraumatización puede tener consecuencias negativas para el paciente.
Tan pronto como surjan temores fuertes u otros sentimientos incómodos, el paciente debe discutirlos con su musicoterapeuta. El terapeuta puede entonces tomar las medidas necesarias para estabilizar al paciente.
¿Qué debo tener en cuenta después de la musicoterapia?
Después de una sesión de musicoterapia, debes tomarte el tiempo para dejar que la música se haga cargo. Sientes en tu interior qué sentimientos están presentes y permítete descansar un poco para procesarlos.
El musicoterapeuta te preguntará en la próxima sesión cómo te sentiste después de la sesión de terapia. El deterioro breve no es infrecuente al principio, ya que los sentimientos pueden ser abrumadores. Si te sientes estresado o abrumado, debes informar al musicoterapeuta.
Hacia el final de la terapia, el musicoterapeuta y el paciente deciden si extender o no la terapia. Las recaídas no son infrecuentes en los trastornos mentales. Así que no temas buscar ayuda nuevamente si no te sientes bien después de completar la musicoterapia.
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