Puesto de manera simple, el biorefinamiento es la conversión de biomasa para producir combustible, calor, energía, y químicos. Existen muchos argumentos de que el biorefinamiento será la forma de energía del futuro.
La biomasa es materia vegetal que se puede transformar en combustible. La madera es el ejemplo más obvio – si has hecho una fogata has “biorefinado”. Pastos, residuos agriculturales y forestales, algas, son ejemplos de biomasa.
Tabla de Contenidos
Los beneficios del biorefinamiento
¿Cuáles son las ventajas de quemar madera en oposición al carbón y petróleo al que estamos acostumbrados? Los defensores señalan que los biocombustibles pueden producirse en cualquier lugar, reduciendo nuestra dependencia de petróleo extranjero.
También tiene un gran beneficio medioambiental: quemar biomasa sí libera CO2, pero el Laboratorio Nacional de Energía Renovable explica que lo que se saca está más o menos balanceado con el dióxido de carbono que la planta tomó en toda su vida. La quema de combustible fósil libera CO2 que ha estado atrapado por millones de años, alterando el balance general de la atmósfera global.
Generando energía
La ruta más común desde la materia vegetal hasta la energía es quemarla en un sistema de quema directo: el vapor resultante gira las turbinas generando electricidad. Aunque no es derivado de una planta, el gas metano puede ser usado en producción de biocombustible. Los biocombustibles también pueden ser usados en lugar de combustibles de petróleo, proveyendo energía a autos e incluso a aviones.
Creando químicos
Dependiendo de cómo esté descompuesta la biomasa, puede producir componentes de azucares o hidrogeno y monóxido de carbón. Lo que estos productos no tienen de volumen lo tienen en valor, produciendo pastas dentales, plástico, anticongelantes, pegamentos, endulzantes artificiales, películas fotográficas, tela sintética y más.
Las desventajas
[no_toc]Además de los muchos beneficios que existen del uso de biomasa para energía, también existen muchas razones para mantenerse cautelosos. La mayor parte de las desventajas tienen que ver con la producción de biocombustibles.
Hay una cantidad finita de tierra apta para la agricultura en el planeta; usando más de esta para crecer cultivos para el biorefinamiento necesariamente significa que habrá menos espacio para producir alimentos para las poblaciones.
Producir fuentes de biocombustible funciona mejor como monocultivo – campos interminables del mismo cultivo. Los monocultivos son extremadamente vulnerables a enfermedades, ya que cada planta es un clon de su vecino, todas tienen las mismas debilidades. Un mal patógeno podría dejar a muchos consumidores sin electricidad.
Además, solo operaciones a larga escala serían capaces de producir suficiente biomasa para que sea rentable, así que productores locales quedarían fuera de la ecuación.
Deja una respuesta