¿Cuándo fue la última vez que abriste tu laptop en el medio de una conversación o llevaste tu computadora de escritorio la mesa donde se cena? ¿Es tonto, no? Pero si eres como un gran número de personas, has hecho estas cosas con tu teléfono o Smartphone.
A menos de una década después de la presentación del primer iPhone, lo primero que ven las personas en la mañana es su teléfono, incluso primero que cepillarse los dientes, tomar un café, o incluso darle los buenos días al compañero(a) que duerme contigo. Durante el día, con nuestro Smartphone en nuestro bolsillo, podemos revisar nuestro correo mientras pasamos tiempo con nuestros hijos, así como también mandarle un Whatsapp a un amigo mientras estamos en el trabajo. E independientemente de lo que estemos haciendo, muchos de nosotros somos bombardeados por notificaciones con nuevos mensajes, nuevos correos, nuevos me gusta en Instagram, nuevas publicaciones en Facebook, nuevas noticias, actualizaciones y más.
Evidencia anecdótica sugiere que esta omnipresencia de smartphones está provocando que seamos muy distraídos e hiperactivos. Estos presuntos síntomas de simulación digital constante también resulta caracterizar un trastorno de desarrollo neurológico bien conocido: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). ¿Podría el constante sonar de nuestros smartphones estar afligiendo incluso a aquellos de nosotros que no sufrimos de TDAH con algunos de los síntomas? Kostadin Kushlev, un científico comportamental, se dispuso a probar esta idea en un experimento bien controlado.
Estudiando la interrupción digital
Kushlev y sus colegas reclutaron a 221 mileniales – estudiantes de la Universidad de British Columbia – para participar en un estudio de dos semanas. Importantemente, estos participantes fueron reclutados al azar, en vez de una población de estudiantes diagnosticados con TDAH.
Durante la primera semana, se le pidió a la mitad de los participantes que minimizaran las interrupciones de sus teléfonos activando la función “no molestar” y mantener sus teléfonos fuera de vista y lejos de alcanzar. Luego la otra mitad de los participantes fueron instruidos a mantener sus teléfonos alerta y lo más cerca posible.
[no_toc]En la segunda semana, dieron vuelta a las instrucciones: los participantes que tenían sus teléfonos con la función de “no molestar” activaron sus notificaciones, y viceversa. El orden en que se le dio las instrucciones a cada participante fue determinado al azar tirando una moneda al aire. Este diseño de estudio aseguró que todo se mantuvo constante, excepto por cuan frecuente las personas fueron interrumpidas por sus teléfonos. Confirmaron que las personas se sintieron más interrumpidas por sus teléfonos cuando tenían sus notificaciones prendidas, caso contrario a los que las tenían apagadas.
Midiendo la atención y la hiperactividad
Midieron la atención y la hiperactividad al pedirle a los participantes identificar con cuanta frecuencia habían experimentado 18 síntomas del TDAH sobre cada una de las dos semanas. Estos ítems estaban basados en el criterio para diagnosticar el TDAH en los adultos como está especificado en el Diagnóstico y Manual Estadístico de la Asociación Psiquiátrica Americana.
Las preguntas de atención cubrieron un amplio rango de problemas potenciales, como cometer errores descuidadamente, olvidar pagar una factura y tener dificultad al mantener la atención o al escuchar a los demás. Las preguntas de hiperactividad fueron similares, evaluando cosas como la inquietud, hablar excesivamente e interrumpir a los demás.
Los resultados fueron claros: más interrupciones frecuentes de los teléfonos hacían a las personas menos atentas y más hiperactivas.
Como el TDAH es un trastorno de desarrollo neurológico con causas de desarrollo y neurológicas complejas, estos hallazgos de ninguna manera sugieren que los smartphones puedan causar el TDAH. Y la investigación ciertamente no muestra que reducir las interrupciones o notificaciones de los teléfonos puedan tratar el TDAH. Pero los hallazgos sí tienen implicaciones para todos nosotros que nos sentimos interrumpidos por nuestros smartphones.
Las posturas de riesgo de la ubicuidad de los smartphones
Estos hallazgos nos deberían importar. Los smartphones son los dispositivos electrónicos más vendidos en la historia – en el tiempo que me tomó escribir esta frase, 1.000 nuevos smartphones fueron vendidos ¿impresionante, no? Incluso si uno de esos 1.000 usuarios se volviera más propenso a cometer errores sin cuidado, ignorar a un amigo en el medio de una conversación o mantenerse alejado durante una reunión, los smartphones podrían estar perjudicando la productividad, las relaciones y el bienestar de millones.
Estos hallazgos sugieren que nuestra incesante estimulación digital está contribuyendo a un déficit de atención problemático en aumento en la sociedad moderna. Así que te invito a silenciar tu teléfono o Smartphone – incluso cuando no estés en el cine. Tu cerebro te lo agradecerá.
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