La posibilidad de un noveno planeta ha traído mucha emoción a los astrónomos últimamente. La evidencia sugiere que una fuerza gravitacional más grande está en juego. Sin embargo, intentos para explicar como un objeto tan grande podría estar orbitando a estas distancias sugiere que tuvo que resistirse a las probabilidades para llegar ahí.
Hasta que tengamos confirmación visual, no sabremos con seguridad que el Planeta Nueve existe, pero ya que la evidencia se empieza a construir, la carrera está ahí para ver si lo podemos detectar. Esto sucesivamente ha llevado a otra carrera para explicar la historia del planeta.
La Dra. Gongjie Li del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian tuvo una publicación aceptada por Astrophysical Journal Letters, en la que discute algunas de las posibilidades de cómo este se formó. Pero ella encontró que ninguna podría explicar fehacientemente como llegó a estar en una órbita amplia y excéntrica.
“La evidencia del nuevo planeta está prevista por el alineamiento orbital de los objetos del Cinturón de Kuiper, y otras propiedades del Sistema Solar, la cual sugiere un objeto de masa de Neptuno en una órbita excéntrica con un axis semi mayor 400 – 1.500 UA (unidades astronómicas – 1 UA es la distancia desde la Tierra al Sol)”, escribieron Li y Fred Adams, su co-autor. “Con una órbita tan amplia, el Planeta Nueve… es susceptible a una ruptura por estrellas que pasan”.
Hoy, las estrellas más cercas están tan lejos que no afectarían al Planeta Nueve. Las cosas serían diferentes, sin embargo, si el Sol fuera parte de un conjunto, como el que se cree que se ha formado. Dentro de un conjunto, las estrellas están tan cerca una de otra que sería muy posible que un encuentro cercano alteraría al Planeta Nueve, arrojándolo fuera de su órbita.
Las estrellas empiezan sus vidas en conjunto, y eventualmente se separan, ¿pero cuánto toma esto? pues varia. Si el Sol tardó más de 100 millones de años dentro de su conjunto de nacimiento, Li y Adams creen que el Planeta Nueve no hubiese sido capaz de durar eso.
Si el Sol tardó menos de 100 años en tal entorno, Li y Adams creen que el Planeta Nueve tendría un prospecto razonable de mantener su órbita actual, pero aún no saben cómo llegó ahí.
Una interacción con una estrella cercana pudo haber tirado al Planeta Nueve dentro de su órbita teórica actual, pero solo si comenzó en una locación que encajara pobremente con nuestros modelos actuales del Sistema Solar.
Como alternativa, el Planeta Nueve pudo una vez haber habitado más cerca y sido expulsado por Júpiter o Saturno. Sin embargo, la publicación reporta, “la ventana para tirar un planeta dentro de una órbita con una unidad astronómica de ∼1000 es estrecha. Más a menudo, los planetas son expulsados del Sistema Solar por completo.
Otra teoría es que el Planeta Nueve se formó fuera del Sistema Solar antes de ser capturado por la gravedad del Sol, pero Li y Adams concluyen que la posibilidad de que esto ocurra es menor al 1%.
El Dr. Scott Kenyon, también del Harvard-Smithsonian, ha presentado dos publicaciones a la revista de Astrofísica con modelos donde explica cómo una serie de “choques” repetidos entre el Planeta Nueve y un planeta más grande pudo haberlo colocado en su órbita actual. Aunque el trabajo de Kenyon aún tiene que ser revisado.
Kenyon afirma que su teoría puede ser probada de manera observacional. En caso de ser confirmada, proveerá información incomparable acerca de las primeras etapas de desarrollos del Sistema Solar.
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