Descubre en este interesante artículo todo lo relacionado a la mononucleosis infecciosa también conocida como la enfermedad del beso, su medio de transmisión, síntomas, diagnósticos, tratamientos, prevenciones y enfermedades relacionadas.
Tabla de Contenidos
¿Qué es la enfermedad del beso y cómo se transmite?
La mononucleosis infecciosa o enfermedad del beso, cuyo nombre se debe a que su transmisión se da por medio de fluidos orales, es decir, a través del intercambio de saliva en: besos, al beber de vasos de personas contagiadas, estornudos y tos.
Aunque no es frecuente, no se descarta la transmisión vía transfusiones sanguíneas. Para que las personas se contagien con este virus necesitan una gran cercanía entre ellas, puesto que es un virus que presenta un índice bajo de contagio.
De acuerdo con diversos estudios, esta enfermedad es causada en su mayoría por el virus Epstein-Barr y muy pocas veces por otros virus como el citomegalovirus. Además, se presenta principalmente en jóvenes entre 15 y 24 años de edad.
Al hablar del virus Epstein-Barr es necesario saber que pertenece a la familia de los herpes virus y se encuentra alrededor de todo el mundo, siendo este el principal transmisor de la enfermedad del beso en más de un 90%, mientras que el porcentaje restante se le atribuye al citomegalovirus, el cual pertenece a la familia de los herpes virus al igual que el Epstein-Barr. Conoce diferentes métodos anticonceptivos.
Síntomas
La mononucleosis o la enfermedad del beso, tarda en incubarse hasta 15 días, pero es finalizando este periodo que comienzan a manifestarse los síntomas propios del virus; muchas veces al principio de la enfermedad está se confunde con una gripe fuerte.
En general se pueden mencionar entre los más comunes:
- Fiebre alta.
- Somnolencia.
- Pérdida del apetito.
- Fatiga y malestar general.
- Dolores musculares.
- Dolor de cabeza y garganta.
- Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello (causando mucho dolor).
- Inflamación de la laringe y amígdalas (se observan en ellas una cubierta blanca amarillenta).
- Erupción cutánea (similar a la del sarampión).
- Aumento del tamaño del bazo.
- Hepatitis.
- Rinitis.
- Edema de parpados.
Entre los síntomas menos comunes se encuentran:
- Tos.
- Meningitis.
- Complicaciones respiratorias.
- Ictericia (color amarillento de la piel y la esclerótica de los ojos).
- Sangrado nasal.
- Sensibilidad a la luz.
- Alteraciones y frecuencia rápida cardíaca.
- Anemia.
Las infecciones por este virus en niños, casi siempre son asintomáticas o leves. En jóvenes y adultos su recuperación es variada, oscila entre semanas y meses dependiendo del estado de salud previo y de las particularidades de cada organismo.
Diagnóstico
Una persona es diagnosticada con la enfermedad del beso, cuando presenta un cuadro clínico con la mayoría de los síntomas que han sido nombrados anteriormente y en sus exámenes de sangre se evidencia un aumento de leucocitos (células blancas) que indican la presencia de una infección.
Los principales exámenes de sangre que se llevan a cabo son: El análisis de anticuerpos, que comprueba si tienes los anticuerpos contra el virus Epstein-Barr, su resultado se obtiene el mismo día y puede no ser tan efectivo, en vista que la primera semana de la enfermedad esta no se detecta tan fácilmente.
Un recuento de glóbulos blancos, en donde se busca un aumento de glóbulos blancos (linfocitos), este no determina el padecimiento de la mononucleosis, pero si determina la presencia de una infección y esto sumado al cuadro clínico genera un acertado diagnóstico del paciente.
Tratamientos
No existe un tratamiento determinado para la mononucleosis o enfermedad del beso, los antibióticos suelen no tener éxito debido a que la infección es producida por un virus y no por bacterias.
En ciertos casos particulares pueden usarse estos antibióticos para tratar determinadas afecciones consecuencia de complicaciones derivadas de la enfermedad del beso.
En general solo es necesario un tratamiento de antipiréticos y antiinflamatorios, sin embargo, en los pacientes con sobreinfección bacteriana faringoamigdalar, pueden utilizarse antibióticos.
Además, se recurre al reposo extremo, la ingestión de abundante líquido, una buena alimentación, analgésicos y antifebriles para aliviar los síntomas generados por el virus. Además, se debe evitar hacer ejercicio o cualquier actividad que implique el consumo de energía.
Prevención
Actualmente en el mundo se investigan vacunas para prevenir esta enfermedad del beso, sin embargo, de momento no hay ninguna vacuna aprobada.
Hasta hoy las recomendaciones van relacionadas a la prevención, mantener hábitos de higiene adecuados, lavarse con frecuencia las manos y mantener una distancia prudencial de las personas que se encuentren infectadas
También es recomendable no compartir vasos o utensilios para comer con personas infectadas o con sospecha de presentar la enfermedad.
Es aconsejable evitar el consumo en exceso de azúcares, bebidas carbonatadas y licores, consumir alimentos que sean de fácil digestión y masticar lo suficiente para no sobrecargar al estómago y al bazo.
Enfermedades relacionadas
El virus desaparece del organismo a las semanas de haberse incubado, aunque en casos particulares puede tardar meses. Generalmente no deja secuelas o daños mayores.
Sin embargo, la enfermedad del beso ha sido presuntamente vinculada con el desarrollo de enfermedades, tales como el lupus, la esclerosis múltiple, diabetes I, artritis, enfermedades cardíacas, complicaciones renales, entre otras que aún no se han comprobado.
La sociedad suele concebir los besos y la estrecha cercanía entre las personas como símbolos de amor y confianza, olvidando así la cantidad de bacterias y virus que se transmiten a través del intercambio de fluidos, en este caso la saliva.
En este sentido, es necesario concientizar a la población a temprana edad, sobre este tipo de enfermedades. Muchos adultos que han padecido mononucleósis, se contagiaron en su niñez o edad escolar y no se percataron del hecho.
Cuando existe una persona con la enfermedad del beso dentro del círculo social cercano, es necesario proporcionarle sus propios cubiertos y vasos, para así evitar la propagación del virus, sin necesidad de excluirla.
El reposo y una buena hidratación son claves para combatir el virus. Es por ello que alimentarse sanamente y mantener un estilo de vida saludable, permite tener un sistema inmunológico fuerte que pueda combatir enfermedades como esta.
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