Manejar a un jefe exigente tiene su aquel. Las personas que tienen buena relación con responsables que son considerados duros en el trabajo son, finalmente, las más productivas y las que más opciones tienen de promocionar su carrera profesional.
De lo contrario, si uno no sabe como lidiar con un jefe exigente, puede pasarlo mal tanto dentro como fuera del trabajo, ya que es sabido que la factura de la salud mental no entiende de lugares ni circunstancias.
Dados los beneficios de mantener una buena relación con la gente que manda y que toma las decisiones en el trabajo, es muy recomendable que los profesionales apliquen una serie de técnicas y métodos para manejar a un jefe exigente. Dicho lo cual, un jefe que no tenga actitud difícilmente podrá conseguir buenos resultados para su organización.
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Conociendo a un jefe exigente
Antes de pasar los consejos, habría que saber cómo distinguir a este perfil. Estas son las características que comparte todo jefe exigente. Para empezar, son personas que prestan mucha atención al detalle. Son muy minuciosos y esperan la misma actitud por parte de sus subordinados.
La exigencia también implica una búsqueda constante de resultados. Son personas ambiciosos que se marcan metas que pueden parecer inalcanzables a priori. En este sentido, un jefe exigente suele sacar a sus empleados de la zona de confort, lo cual es beneficioso para su desarrollo profesional.
A a la hora de comunicarse, al jefe exigente la gusta el intercambio directo de ideas. Quizás se muestren poco empáticos en los diálogos con los suyos, pero este tipo de líderes producen un mejor desempeño en los equipos de trabajo. Eso sí, la presión es contante y los tiempos siempre son muy ajustados. Todo tiene que estar para mañana, como se suele decir. Por eso, la procrastinación está prohibida en el trabajo.
Un jefe exigente siempre va a pedir proactividad a sus empleados, así que siempre va a estar muy alineado con habilidades blandas como la resolución de conflictos, el trabajo en equipo, comunicación o compromiso con las cosas bien hechas. Aunque todo esto sea intangible, el jefe lo va monitorear de alguna forma porque siempre le gusta analizar la evolución de personas y procesos. Este análisis es el que han realizado los expertos de Ringover.es, quienes también han sido partícipes de la siguiente guía sobre cómo estar a la altura de un jefe exigente.
10 modos de manejar a un jefe exigente
- Comunicación clara y frecuente: Es esencial mantener una comunicación abierta y regular con el jefe, informando sobre el progreso, los obstáculos encontrados y los resultados obtenidos. Una comunicación fluida denota compromiso y reduce la posibilidad de malentendidos.
- Aceptar la crítica constructiva: Ganar el respeto y la confianza del jefe implica tomar sus comentarios críticos como oportunidades para mejorar. Es útil preguntar abiertamente cómo puedes mejorar tu trabajo.
- Priorizar y gestionar el tiempo eficientemente: Con tantas y tan altas expectativas, es crucial priorizar las tareas y gestionar el tiempo de manera efectiva. Usar herramientas de organización como listas de tareas y calendarios ayuda a cumplir con las demandas y los plazos establecidos, demostrando la capacidad de manejar la carga de trabajo.
- Mostrar proactividad: Anticipar las necesidades del jefe y tomar la iniciativa en proyectos y tareas demuestra la capacidad para trabajar de manera independiente.
- Mantener una actitud positiva: A pesar de la presión, es importante mantener una actitud positiva y enfocada en soluciones. Esto no solo mejora el ánimo del empleado, sino que también puede influir positivamente en la percepción que el jefe tiene de él.
- Buscar feedback regularmente: No esperar a las evaluaciones formales para recibir retroalimentación es clave. Solicitar la opinión del superior regularmente asegura que se está cumpliendo con sus expectativas.
- Desarrollar resiliencia: Trabajar bajo presión constante puede ser estresante. Desarrollar habilidades de resiliencia ayuda a manejar el estrés y a mantenerse enfocado en los objetivos a largo plazo.
- Aprender de los éxitos y fracasos: Reflexionar sobre la experiencia laboral y aprender tanto de los éxitos como de los fracasos permite mejorar y adaptarse a las expectativas del jefe.
- Buscar apoyo en colegas: Establecer una red de apoyo con los compañeros es valioso para compartir experiencias y consejos, lo que ayuda a manejar situaciones difíciles y mantener un buen estado de ánimo.
- Mantener límites saludables: Aunque es importante cumplir con las expectativas de un jefe exigente, también es crucial mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal. Establecer límites claros ayuda a evitar el agotamiento y asegura un rendimiento sostenible a largo plazo.
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