En España, se estima que aproximadamente una de cada seis parejas en edad reproductiva tiene problemas para tener hijos (Sociedad Española de Fertilidad). Afortunadamente, gracias a los recientes avances tecnológicos, actualmente mujeres y parejas con problemas de fertilidad pueden cumplir el sueño de convertirse en madres y padres a través de la medicina reproductiva, ya sea con gametos (óvulos o espermatozoides) propios o de un donante.
Sobre esto, el Dra. Jessica García Cataño, médico especialista en fertilidad de las clínicas Ginefiv, asegura que “los avances logrados en los últimos años no habrían sido parcialmente posibles sin la participación de donantes, tanto de óvulos como de semen; ya que la donación de gametos no solo ofrece la oportunidad de realizar diversos tratamientos de reproducción asistida a parejas que no tienen la capacidad de conseguir un embarazo de manera espontánea, sino también a familias mono u homoparentales femeninas”.
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7 mitos sobre la donación de óvulos y semen
Sin embargo, pese a ser una práctica importante y habitual en las clínicas de reproducción asistida, todavía existen múltiples mitos falsos alrededor de la donación de gametos. Con el objetivo de combatir esta desinformación, la Dra. Jessica García Cataño desmiente y aclara algunos de los mitos más extendidos.
“La donación de óvulos puede afectar posteriormente a mi fertilidad”
Según la especialista en fertilidad de las clínicas Ginefiv, este tipo de donación no limita la capacidad de la mujer para tener hijos a futuro ni compromete su reserva ovárica, cuyo número de ovocitos es definido desde el nacimiento de la mujer y decreciente con el paso de los años. De hecho, la experta explica que, “en cada ciclo, la mujer pierde naturalmente decenas de ovocitos, ya que solo uno madura y es ovulado. Mientras que, cuando una mujer decide donar sus óvulos, accede a un tratamiento hormonal que tiene como objetivo la maduración de una mayor cantidad de ovocitos que, de manera natural, no se hubiesen desarrollado y habrían sido eliminados por el propio organismo”.
“Si te has ligado las trompas, no puedes hacer una donación de óvulos”
La ligadura de trompas es una intervención quirúrgica que no influye a la hora de donar óvulos, ya que lo único que impide este procedimiento es que los espermatozoides lleguen efectivamente al ovocito para fecundarlo. En este sentido, la ligadura de trompas solo evita la consecución de un embarazo; sin embargo, los ovarios siguen produciendo óvulos sanos, lo que permite fácilmente su extracción y su fecundación a través de técnicas de laboratorio.
“Esto lo vemos mayoritariamente en los casos de mujeres jóvenes que se han sometido a una ligadura de trompas antes de los 35 años. De la misma forma, sus óvulos sanos podrían emplearse para un embarazo propio a través de la fecundación in vitro”
Dra. García Cataño.
“Los donantes de óvulos pueden donar las veces que quieran”
Para desmentir este mito, solo basta con revisar a la Ley 14/2006 sobre técnicas de Reproducción Humana Asistida. La normativa española establece que una mujer puede donar óvulos tantas veces como quiera hasta conseguir, mediante los mismos, 6 recién nacidos vivos en España. Dentro de esta cifra, se incluyen los hijos propios de la donante. Sin embargo de acuerdo con la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida se pueden donar ovocitos como máximo 6 veces.
“Los requisitos para la donación de óvulos son altamente exigentes en términos estéticos”
Existe la falsa creencia de que, en la labor diaria de una clínica de reproducción asistida, los expertos eligen o descartan a las donantes en base a criterios estéticos. Sobre esto, la especialista afirma que los únicos requisitos fundamentales e incuestionables que exigen los centros para ser donante de gametos es ser mayor de edad (que en España supone tener más de18 años) y gozar de una buena salud física y mental. Aunque es cierto que la demanda de donantes varía mucho según los fenotipos de las receptoras que se tengan en ese momento.
“Los largos periodos de abstinencia mejoran la calidad espermática”
Los varones tienden a pensar que tener periodos prolongados de abstinencia sexual aumenta la calidad del semen, y esto no es así. Aunque sí es cierto que la abstinencia incrementa la concentración de espermatozoides en el eyaculado, una elevada concentración espermática puede comprometer notablemente la movilidad y la vitalidad de estos, dificultando de esta manera su camino hacia el óvulo en los tratamientos de inseminación artificial.
Además, gracias a la incorporación de estudios más avanzados como el seminograma, se ha determinado que la fragmentación del ADN espermático también aumenta en periodos largos de abstinencia sexual. Lo anterior supone la ruptura del material genético de los espermatozoides, lo cual afecta negativamente a la fecundación y al desarrollo embrionario. Por lo cual a los donantes de semen se les pide una abstinencia menor.
“¿Si no me aceptan como donante de semen significa que soy infértil?”
Ser rechazado como donante de semen no es un sinónimo de infertilidad. De hecho, en los donantes de esperma, se busca una calidad espermática incluso superior a la calidad necesaria para lograr un embarazo de forma espontánea. Por lo tanto, el hipotético rechazo final por parte de la clínica no tiene por qué significar algún problema de fertilidad.
“El donante de esperma tiene derechos parentales”
La ley española sobre técnicas de Reproducción Humana Asistida estipula el necesario anonimato de este tipo de donaciones. La normativa explica que una persona que haya sido donante de gametos a través de la red de clínicas de fertilidad reguladas por la ley española no puede ser identificada por los hijos nacidos de su donación, ni por las personas receptoras. Además, no se le pueden reconocer derechos ni obligaciones parentales
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