Seguramente en algún momento de tu vida habrás escuchado el término de las dietas milagro. Como su propio nombre indica, se trata de métodos de adelgazamiento que parecen milagrosos y que realmente no lo son tanto. El uno de los grandes caballos de batalla de los nutricionistas porque son muchas las personas que confían en este hábito para alcanzar la figura deseada en poco tiempo.
Las conocidas como “dietas milagro” están caracterizadas por prometer una rápida pérdida de peso, pero conllevan grandes peligros para la salud como deficiencias nutricionales, daños en órganos como los riñones o el hígado o cambios metabólicos que afectan al buen funcionamiento del organismo.
Tabla de Contenidos
Un contexto que favorece el auge de las dietas milagro
Aunque hoy mucha gente está en contra de estas dietas milagro por todos los problemas que acarrean, hay otro grupo numeroso de individuos que apuesta por ellas como método de adelgazamiento, especialmente en los meses previos al verano. De una forma exprés, se piensa que la operación bikini se puede hacer en solo unas semanas, si bien la forma más saludable de llegar al verano con el físico deseado es una carrera de fondo.
En este contexto de afán por la inmediatez y la necesidad de satisfacción con nuestro físico, hay que destacar que el sobrepeso y la obesidad se han convertido en uno de los principales problemas de salud en España, con una prevalencia del 53,6%, según datos de la última Encuesta Europea de Salud en España. Y como es bien conocido y divulgado por los profesionales de la salud, un problema de obesidad no precisa, ni mucho menos de una de las varias dietas milagro que existen en la actualidad.
Tipos de dietas milagro
Esta situación abre la puerta a un mercado enormemente rentable, el de las mencionadas dietas milagro que, a pesar de carecer de asesoramiento profesional y evidencias científicas sobre su eficacia, tienen gran popularidad. Existen tres grandes grupos que engloban este tipo de dietas: dietas hipocalóricas desequilibradas, dietas disociativas y dietas excluyentes.
Aunque es posible adelgazar con este tipo de pautas, el descenso de peso es insostenible en el tiempo pues se produce mediante la privación de nutrientes, la restricción de alimentos y la reducción drástica de calorías. Todo ello hace que sean poco efectivas, asegurando el “efecto rebote” y generando un círculo vicioso en el que no solo la salud física puede verse comprometida.
“Las denominadas «dietas milagro», pueden suponer una amenaza para la salud mental de la persona que las realiza. El supuesto objetivo de estas dietas es conseguir resultados inmediatos y sin esfuerzo, lo que resulta muy deseable y a su vez, poco alcanzable. Por tanto, este objetivo, puede funcionar como detonante de diversos trastornos de la conducta alimentaria, especialmente en personas con baja autoestima y fuertes valores estéticos, que basan su bienestar emocional en la aprobación externa por medio de su imagen corporal”, advierte Margarita Carrasco, psicóloga de BluaU de Sanitas.
Cómo perder peso de forma saludable
Expuesta la situación y los peligros de las dietas milagro, conviene hacerse eco de la opinión de los especialistas al respecto de cómo perder peso de forma saludable. Para perder peso sin poner en riesgo la salud es importante hacerlo de una manera controlada y guiada por un nutricionista que tenga en cuenta tanto los gustos personales de cada persona, como el metabolismo, la composición corporal y el historial clínico.
“Crear unas pautas personalizadas y adaptadas a las características de cada persona es esencial para asegurar el éxito a largo plazo y, sobre todo, para crear hábitos saludables”, añade Natalia Galán, nutricionista de BluaU de Sanitas. “La educación nutricional es clave para llevar a cabo una dieta saludable y equilibrada todos los días y evitar caer en la trampa de las dietas milagro”, destaca.
En este sentido, la experta señala algunos aspectos esenciales a tener en cuenta para perder peso de forma saludable y sostenible en el tiempo:
- Las pautas alimentarias orientadas a la pérdida de peso siempre deben estar supervisadas por un profesional para evitar posibles riegos de salud y garantizar un correcto equilibrio nutricional.
- La hidratación, aunque es muchas veces la gran olvidada, es fundamental para garantizar las funciones metabólicas y, por lo tanto, para alcanzar los objetivos a la hora de adelgazar. Asimismo, pequeños gestos como el control de las cantidades, la reducción de la ingesta de alcohol, de los alimentos ultraprocesados y de las grasas saturadas permitirán conseguir el déficit calórico sin cambios drásticos y mejorando la salud.
- Paralelamente a la alimentación, es indispensable mantener un estilo de vida saludable que incluya la realización de ejercicio físico regular para aumentar el gasto calórico y, al mismo tiempo preservar la masa muscular.
Deja una respuesta