Cataluña celebra su día grande el 11 septiembre y en estas líneas te contamos un poco más de esta comunidad que hoy es noticia en todo el mundo por sus deseos de independencia del país al que pertenece, que a día de hoy sigue siendo España.
Recordada esta fecha por otros acontecimientos internacionales importantes como los atentados terroristas en Washington y Nueva York, cada Cataluña su famosa Diada para recordar la caída de Barcelona en la guerra de Sucesión – año 1714 – ante el ejército borbónico. A pesar de ser una derrota, Cataluña vive esta jornada tan especial para sus gentes por se un día dedicado a los derechos y libertados. Un hecho que está unido a la reivindicación de Cataluña de una identidad propia y diferente de la española. Al menos así lo piensan una buena parte de la población catalana.
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La Diada de Cataluña comenzó siendo un festejo cultural
Sin ánimo de introducirnos en disputas ideológicas, aquí estamos tratando de explicar cómo surgió y qué es la famosa de Diada de Cataluña. Se trata de un día especial para los catalanes, tal y como lo puede tener cualquier región en el mundo.
Una fiesta popular conmemora efectivamente la caída de Barcelona en la guerra de sucesión, pero su celebración data de 1986 cuando una misa celebrada por cristianos catalanes hacía homenaje a los caídos en aquella guerra el día 11 de septiembre. Dos años después, todos los actos de la Diada de Cataluña se concentraban en torno a la estatua de Rafael Casanova.

Casanova fue Conseller en Cap de Barcelona en la etapa bélica y su figura está considerada como un icono para Cataluña. En la Diada se le hacen ofrendas florares y se recuerda su figura. La tradición de ofrenda floral se inició en 1984, cuando todavía la fiesta se celebraba en una tono más cultural que otra cosa.
Hacia una fiesta más política
No obstante, el carácter de la Diada fue cambiando en Cataluña hacia una versión más politizada. Y es que a principios de siglo XX, hubo represión policial a los que estaban en la celebración de la Diada.
Antes del franquismo, la Diada de Cataluña se celebraba ya como una reivindicación antifranquisita y ya en el periodo de la dictadura se prohibió incluso la celebración no sin poder impedir acciones reivindicativas en los años de Francisco Franco como Jefe del Estado. Ya se sabe que en muchos casos la represión consigue efectos contarios y más que reprimir (que también), alentó a la sociedad en su libertad de manifestarse y celebrar su fiesta.
Así que tras las muerte de Franco, la celebración se produjo con total normalidad, pero con una reunión más multitudinaria de personas, llegando al millón de personas congregadas en la ciudad de Barcelona en el año 1977.

Un acento más independentista
Los años siguientes, los festejos se siguieron produciendo, pero entrado el segundo milenio, el cariz que tomó la Diada de Cataluña fue más intenso en la reivindicación de la independencia de la región. Sigue habiendo ofrendas florales al monumento de Rafael Casanova y también sigue siendo una festividad muy cultural con la puesta en marcha de muchas actividades, pero todas estas acciones tienen un claro sesgo político e independentista.
Desde 2012 hasta la actualidad Cataluña vive su procés, con un conjunto de hechos sociales y políticos entre los que cabe incluir la Diada para buscar la autodeterminación y la independencia de España.
La Diada de 2013 será recordada por la cristalización de la Vía Catalana hacia la Independencia, una cada de personas que recorrió alrededor de 400 kilómetros en Cataluña que fue apoyada por la mayoría de partidos políticos y otras tantas instituciones. Los organizadores, la Asamblea Nacional Catalana, hicieron un llamamiento a los ciudades de los llamados Países Catalanes, que incluyen a la Comunidad Valenciana, Baleares y los Pirineos Orientales, para participar en esa cadena humana que verdaderamente fue icónica en aquella Diada.
Referéndum y juicios a políticos
Años más tarde, la caldera iba adquiriendo una mayor temperatura con la aprobación de un referéndum en el Parlamento de Cataluña y una preparación de estructuras de Estado, lo que denunció y condenó el Tribunal Constitucional, llevando finalmente a prisión a varios miembros de la mesa del Parlamento por desobediencia a las sentencias dictadas por el Tribunal.
Aquel 1 de octubre de 2017 se convirtió en una fecha muy significativa del procés. No obstante, hay que destacar que en ese mismo año, Barcelona vivía en el mes de agosto un atentado por parte de terrorismo islámico. A pesar de todo, el independentismo no se detuvo, sino más bien todo lo contrario. Huelgas generales, actos, una lucha política encarnecida…
Y así llegamos al famoso Juicio del Procés en el año 2019, cuando el Tribunal Supremo dictó sentencia de prisión con penas de entre 9 y 13 años a los miembros del Parlamento. Con un ex presidente de la Generalitat huido y refugiado en Bélgica, políticos presos en una cárcel y otra serie de hechos he hecho que nos movamos en tiempos muy convulsos.
Solo la pandemia del Covid ha conseguido silenciar, si se puede decir de alguna manera, todas las proclamas que se suceden una un evento como la Diada. En 2020, los actos institucionales fueron sin público, aunque hubo mucho movimiento y tráfico en las redes sociales. En 2021, con un amplio sector de la publicación vacunada, la Diada de Cataluña retoma sus manifestaciones.
La organización pretende que las movilizaciones celebren exclusivamente la Diada, sino que buscan rendir homenaje al aniversario del 1-O para reivindicar que “solo luchando, lograremos la independencia”. Será un recorrido que partirá de la Plaza de Urquinaona para llegar hasta el Parc de la Ciutadella. Veremos de qué forma será recordada esta Diada para Cataluña.
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