Uno de los efectos del cambio climático sobre distintas regiones en España se está traduciendo en periodos largos e intensos de sequía. Ante tal situación, los expertos están reclamando intensificar los procesos de desalación del agua para poder abastecer las distintas necesidades que incluyen actividades industriales, particulares o de recreo.
El agua no es un buen ilimitado tal y como muchos están comprobando con ciertas medidas restrictivas que han activado las autoridades locales. Así que, quizás, la solución pase por la desalación del agua, un proceso defendido por la Asociación Española de Desalación y Reutilización de Aguas (AEDyR), la cual ha elaborado un documento explicativo para desmontar ciertos mitos en torno a esta actividad.
Tabla de Contenidos
10 certezas sobre la desalación del agua
Estas son las 10 claves que ha dado a conocer la Asociación, con el objetivo de aclarar a todos en qué consiste este proceso y desmontar ciertos mitos asociados:
Precio
El costo de la desalación del agua NO es elevado. Actualmente, producir agua desalada del mar tiene un coste que oscila entre 0,5 y 1,0 € por metro cúbico (1.000 litros), mientras que desalar agua salobre es aún más económico, entre 0,3 y 0,5 €.
Estos precios incluyen la amortización de la infraestructura, operación, mantenimiento y energía, siendo esta última el mayor componente de los costos. Traducido a litros, el costo por litro de agua desalada se sitúa entre 0,0003 y 0,0010 euros, lo que la convierte en un recurso hídrico viable para el abastecimiento, riego agrícola y diversos usos industriales.
Consumo energético
El consumo de energía de la desalación NO es excesivo. Una planta desaladora consume aproximadamente 3 kWh por metro cúbico (m3) de agua, lo que equivale a 0,003 kW por litro de agua dulce producida.
Este consumo es similar al del refrigerador de una familia promedio durante un año. Incluso si toda el agua consumida por una familia de cuatro personas proviene de desaladoras, el consumo eléctrico diario asociado sería comparable al de un equipo de aire acondicionado funcionando durante 1-2 horas.
Medio ambiente
La desalación del agua NO causa un impacto significativo en el medio marino. Estudios científicos demuestran que el vertido de la salmuera de las desaladoras no tiene un impacto relevante en el medio ambiente marino debido a la dilución y sistemas de difusión utilizados. Además, las desaladoras están sujetas a estrictos controles ambientales y vigilancia realizada por organismos independientes para garantizar su operación sin impactos negativos.
Experiencia
España cuenta con una amplia experiencia en desalación. Con más de 60 años construyendo desaladoras, España es líder en tecnología y conocimiento en este campo. Las empresas españolas han ganado concursos internacionales para construir y operar plantas desaladoras en todo el mundo, desde Australia hasta Estados Unidos.
Usos
El agua desalada se utiliza en agricultura e industria, además de su uso como agua potable. Más del 21% del agua desalada en España se destina a la agricultura, aumentando la productividad y calidad de los cultivos. En la industria, se utiliza en diversos procesos y como materia prima para la producción de alimentos y bebidas.
Calidad
El agua desalada tiene excelente calidad y sabor. Cumple con los estándares de calidad de agua potable y se trata con tecnologías avanzadas para eliminar contaminantes, garantizando su seguridad para el consumo humano.
Circularidad
El concentrado de las desaladoras no contiene componentes tóxicos y puede ser aprovechado para otras actividades económicas, contribuyendo a la economía circular.
Sostenibilidad
Las desaladoras no emiten CO2 directamente y su impacto ambiental depende del tipo de energía utilizada en su operación, que puede ser mitigado mediante el uso de energías renovables.
Efectividad
La desalación es una solución para combatir la sequía y los efectos del cambio climático, siendo una fuente alternativa de agua que no depende de la climatología y puede instalarse donde sea necesario.
Estratégica
La desalación es una actividad sostenible que contribuye a la mitigación del cambio climático y está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, promoviendo el uso eficiente de los recursos hídricos y la innovación tecnológica para mejorar su sostenibilidad
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