Los refrescos pueden convertirse en una adicción (similar al tabaco, al alcohol, u otras drogas). Te sientes bien cuando lo consumes, pero puede causar grandes estragos en tu cuerpo a largo plazo.
Cada vez más y más científicos deciden investigar sobre los efectos dañinos de los refrescos en el cuerpo humano (y en el ambiente). Este puede ser el momento para que los dejes, o al menos, para que reduzcas la cantidad de su ingesta diaria o semanal.
Las pruebas hablan por sí mismas: Tu salud mejora de forma drástica una vez reemplazas tu Coca Cola diaria o un refresco habitual por agua. Además, cada órgano se beneficia de manera individual de su eliminación del organismo.
Al principio, notarás algunos síntomas de abstinencia de la Coca Cola o de cualquier otro refresco, pero a la larga lo agradecerás.
Tabla de Contenidos
¿Cuáles son los efectos de dejar de beber refrescos?
Corazón
Primero y ante todo, la salud de tu corazón mejorará desde el momento en que dejes los refrescos. Según un estudio de la Universidad de Harvard, de 2012, las bebidas con azúcar incrementan el riesgo de padecer enfermedad cardíaca crónica (ECC). Los investigadores descubrieron que los participantes que bebieron más refrescos tenían una probabilidad superior, del 20%, en padecer un ataque al corazón. En otro estudio, publicado en 2011, encontraron que las bebidas con azúcar incrementan la presión sanguínea de una persona, y a medida que las consumen, esto va en aumento.
Cerebro
Muchas personas toman una Coca Cola Light u otro refresco en las horas soñolientas de después de comer, esperando a que la cafeína y el impulso de azúcar hagan su efecto. Esto puede ayudarte de forma temporal, pero a largo plazo la mayoría de bebidas de soda pueden tener efectos negativos en tu función cerebral y en tus procesos de pensamiento. Un estudio encontró que el consumo a largo plazo de azúcar podría desencadenar en problemas de aprendizaje, memoria y plasticidad conductual.
“Hemos investigado un mecanismo potencial por el cual una alimentación, de composición similar a la de una dieta típica de las ciudades occidentales más industrializada, rica en grasas saturadas y en azúcar refinado, puede influir en la estructura y función cerebral a través de la regulación de las neurotrofinas,” comentan los autores del estudio. Encontraron que los animales a los que se les administraron dietas altas en azúcar habían reducido la cantidad de un químico cerebral denominado factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC), que repercutió en la habilidad para aprender y recordar cosas.
Dientes
Los refrescos destruyen tus dientes, así que mantenerlos lejos te ayudará a mejorar la salud de tu boca y una sonrisa blanca. En algunos casos extremos, el beber mucha soda puede dar lugar a que tu boca esté tan corroída como la de una persona que abusa de la metanfetamina, según un estudio de 2013.
En el estudio, los investigadores encontraron que las mujeres que bebían 2 litros de soda light cada día, de tres a cinco años, tuvieron el mismo nivel de erosión severa en los dientes que una persona adicta a la metanfetamina, así como a la cocaína. El ácido cítrico en la soda erosiona el esmalte del diente, volviéndolo más suave y vulnerable a las cavidades y al amarillamiento.
Dejar a un lado los refrescos y sustituirlos por agua, ayudará a proteger y mantener limpios tus dientes (es otro de los síntomas saludables al dejar la Coca Cola y demás bebidas con gas).
Vejiga
La soda es un diurético, lo que significa que hará que necesites hacer pis de forma urgente y frecuente. También es conocido por irritar la vejiga y dar lugar a infecciones en ella o en el tracto urinario. Cambiar este tipo de bebidas por líquidos claros, como agua, zumos sin azúcar, o agua mineral, podría ayudar a que se limpie tu cuerpo y tu vejiga.
Huesos
La abstinencia de la soda también mejorará la salud de tus huesos y disminuirá el riesgo de osteoporosis. Adicionalmente, cuantos menos refrescos consumas, más podrás recurrir a la leche u otras bebidas fortificadas con calcio, que beneficiarán a tus huesos mucho más de lo que podría llegar a hacer la soda.
Riñón
Tu riñón también va a estar en mejor forma si dejas de consumir este tipo de azúcar. Estudios han mostrado que el consumo de muchos refrescos puede incrementar el riesgo de padecer enfermedad de riñón y, en última instancia, el fallo de este.
Los refrescos light tampoco están exentos de este daño: los investigadores del Nurses’ Health Study, encontraron que las mujeres que bebían gran cantidad de soda light cada día, mostraban una disminución en la actividad de su hígado, en comparación con mujeres que no consumieron estas bebidas. Así que mantente alejado de ellas, y tus riñones te lo agradecerán.
Órganos reproductivos
En algunos casos, la soda puede contener bisfenol-A o BPA, que ha sido relacionado con el incremento en el riesgo de padecer cáncer así como con el malfuncionamiento del endocrino. Algunos estudios han mostrado que la BPA está relacionada con la pubertad prematura o la infertilidad, llegando a dañar los órganos reproductivos de la persona.
De acuerdo a la Breast Cancer Fund, el BPA es uno de los químicos más comunes, por lo que estamos expuestos a él a través de la comida, bebida y otros productos. Es un estrógeno sintético que daña el sistema hormonal, incrementando el riesgo de padecer cáncer de pecho, próstata, desórdenes metabólicos, e incluso diabetes del tipo 2. Elegir una menor exposición a estos químicos dejando los refrescos, puede ayudar a disminuir tus niveles de riesgo.
Pérdida de peso
Una de las formas más fáciles de adelgazar es eliminando la soda de tu dieta. Si eres un bebedor compulsivo (bebes varias veces a lo largo del día, tanto de día como de noche), dejar uno de los refrescos que te tomas al día puede ser un buen comienzo. No obstante, esto depende de ti, puedes sentirte mejor dejando uno a la semana o eliminándolos completamente.
Depechera dice
Hola
Muy interesante el artículo
Yo soy «adicta» a la Cola y al helado
Llevo unos 7 años y sobre todo los dos últimos años, enganchada a la Cola de cualquier marca o tipo…
Cada día podía llegar a tomar 2 litros o más de esta soda.
Desde hace 2 meses la he tomado bastante menos, 1 ó 2 vasos al día.
Y ya llevo 1 semana sin tomarla y no he sentido deseos ni necesidad de beberla, a excepción de un día que comí pizza, que la eché de menos…
En una semana he perdido 1 kilo, aunque también llevo esta semana sin comer helado, del cual podía llegar a comer hasta 2 litros (de esas haré unas de a litro)… Y no hago ninguna dieta, sólo comer más variado y dejar esos dos «enganches»; espero y quiero seguir así, aunque algún día bien lejano, me tome un poquito de helado…, pero la Cola no quiero ni verla… es de lo peor.
Quiero, necesito y debo conseguir tener una relación prácticamente nula con el helado y totalmente nula con la Cola, por mi salud y por mi hijo.
Os aconsejo a todos, o bien dejar totalmente la Cola o tan sólo tomarla esporádicamente, porque la salud es lo primero, antes que sentir el placer de tomar una soda