¿Cuáles son las tarifas de transacción por comprar Bitcoin?

Las tarifas de transacción son habituales en las transacciones de Bitcoin y otras criptomonedas. ¿Tienes dudas de cuánto se paga? Aquí te lo aclaramos…

¿Qué son las tarifas de transacción en criptomonedas?

Las tarifas de transacción en criptomonedas, también denominadas comisiones, son una cantidad que la Exchange con la que operes te cobra por gestionar la operación.

Técnicamente, sería posible operar de forma descentralizada, pero, en la práctica, se tarda mucho más tiempo, es menos confiable y dependes de la disponibilidad de un tercero que esté dispuesto a aceptar tu oferta. Por este motivo, lo habitual, en un inversionista, es trabajar con una plataforma de compraventa. Si quieres comprar Bitcoin u otras criptomonedas, es la mejor opción.

No obstante, no todas las Exchange cobran la misma transacción por operar.  Asimismo, no es igual una tarifa para ofrecer liquidez (maker) que para consumirla (taker). Pero sí ofrecen esta información para que el inversor pueda elegir con criterio.

La norma es que se suelen fijar porcentajes. En el caso de las tarifas de maker, estas oscilan entre el 0 y el 0,2 % del valor de la operación; las tarifas de taker tienen un margen de entre el 0 y el 0,1 %.

¿Qué factores influyen en las tarifas de transacción?

Las tarifas de transacción varían, pero no solo por la política de cada Exchange de criptomonedas. Aquí hay algunos elementos que influyen y que, tenidos en cuenta, te ayudarán a rebajar el precio de las operaciones:

1. Tarifas de transacción: Exchange elegida

Cada Exchange tiene sus propias tarifas y márgenes que, además, pueden variar o actualizarse. En algunos casos, es posible operar, incluso, con un 0 % de cuota. De cualquier manera, es esencial que, antes de invertir, compruebes estos extremos y, si puedes, haz una consulta.

2. Volumen de la transacción

El volumen de la transacción también influirá a la hora de cobrar la tarifa. Cuanto mayor sea este, acumulado generalmente en 30 días, menor será el porcentaje que pagarás. Aquí es importante comprobar la diferencia, porque puede ser sustancial. Lo normal, si operas a menudo y lo haces con una cierta cantidad, es que pagues menos.

3. Wallet utilizada

Existen tecnologías y wallets electrónicos que gastan menos recursos y esto repercute, también, en las tarifas. Aunque la variación no sea sustancial, sí que, a largo plazo, habría un ahorro importante.

En todo caso, recordemos que algunas Exchange integran también la wallet electrónica. Esto simplifica los pasos y, en principio, debería economizar el servicio.

4. Lugar desde donde operar

Recordemos que los recursos que se gastan en hacer una transacción también cuentan. Aunque no suele ser lo principal, el lugar desde donde se opera podría modificar el coste en algunos casos. La eficiencia de la red y de la infraestructura también tienen su influencia.

5. Momento de operar

La congestión de la red puede influir en las comisiones que se cobren por la operación. En este sentido, optar por horarios de poco tráfico puede ayudar a rebajar, algo, la cuantía a pagar. Por ejemplo, elegir las horas de la madrugada en Estados Unidos puede ser una buena opción, si tienes la posibilidad.

6. Urgencia en las órdenes

La urgencia de la orden de compra o venta también influye. Cuanto más rápida sea la transacción, mayor tenderá a ser la tarifa que se cobre. En consecuencia, conviene tenerlo presente porque, si no tienes prisa, puedes ahorrar una cantidad.

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