Muchos estudios tanto con animales como con personas han encontrado que el ejercicio beneficia la cognición y las funciones cerebrales: una mejor memoria espacial, memoria de trabajo, y velocidad de procesamiento, por nombrar algunas. Y eso es porque el cerebro mantiene una capacidad para reformarse y reorganizarse en respuesta a actividades físicas y cognitivas a lo largo de nuestras vidas. Que el entorno pueda cambiar la composición del cerebro ha inspirado estudios en la tal llamada neuroplasticidad. Pero aún hay cosas que no sabemos.
Varios equipos de investigadores exploran los efectos de la actividad física en el cerebro en una serie de estudios publicados en la edición de Mayo de NeuroImagen.
En un estudio, un equipo liderado por Henriette van Praag del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, estudió como las redes cerebrales son afectadas en las ratas después de ejercitarse en una rueda giratoria silenciosa de 11.5 centímetros de diámetro. Se enfocaron en el hipocampo, un área importante del cerebro para la navegación espacial y la formación de la memoria; también es un área que es substancialmente modulada por la actividad física. En los humanos, el ejercicio incrementa el volumen del hipocampo y la vascularización, y muchos cambios inducidos por correr también han sido observados en el hipocampo de los roedores.
Sus hallazgos revelaron que correr recluta entradas para nuevas neuronas en el hipocampo desde áreas del cerebro que juegan un rol en el procesamiento de información. “Para la mayoría de la gente, la salud física y la salud cerebral una vez parecieron tener poca conexión”, dijo van Praag. “Esto ha sido cambiado por descubrimientos en roedores, en donde los ejercicios en la rueda giratoria incrementa la producción de nuevas neuronas en el hipocampo”.
En otra publicación, Claire Sexton de la Universidad de Oxford y sus colegas, miraron estudios de imagen de resonancia magnética de como la actividad física afecta la materia blanca en cerebros que van envejeciendo. La materia gris es donde ocurre la sinapsis, y la materia blanca contiene los axones, o fibras nerviosas, que conectan diferentes partes de la materia gris entre sí. Si bien se ha mostrado que niveles más altos de estado físico tienen efectos beneficiosos en el volumen de la materia gris en los adultos, la relación con la materia blanca aún no está bien establecida.
En los 29 estudios que revisaron, el equipo encontró que niveles más altos de actividad física estaban a menudo vinculados con mejores resultados y estructura de la materia blanca y un reducido volumen o severidad de lesiones en la materia blanca.
Alrededor del mundo, el declive cognitivo y cerebral relacionado con en el envejecimiento es un problema de salud en crecimiento. La inactividad, tanto física como cognitiva, son factores de riesgo mayores para el declive en los ancianos, y pueden acelerar las señales de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
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