Cuando se están resolviendo problemas todos los días, esto se convierte en una guerra constante, en la que incluso un pequeño desacuerdo puede desencadenar una gran batalla. Según la experta en matrimonios Susan Heitler, lo mejor es buscar una alternativa en la que ambos miembros de la pareja ganen.
Tabla de Contenidos
Paso 1: Describe el problema en pocas palabras y deja que tu pareja responda
Ejemplo:
Tú: “Si vamos a casa de tus padres el fin de semana, no vamos a ser capaces de recopilar la información que necesitamos para la declaración de impuestos antes de que comience la semana.”
Tu pareja: “Mis padres han estado planificando esta visita durante meses. No creo que no podamos ir o que debamos cancelarla.”
Paso 2: Buscar juntos las preocupaciones más profundas
Esta es la fase de exploración. No intentes “vender” tu punto de vista a tu pareja y no trates de resolver el problema “YA”. Hablar sobre las preocupaciones y los temas que contribuyen al problema que estáis tratando de resolver. Escucha de forma detenida lo que tiene que decir la otra parte de la relación y mantén la mente abierta.
Ejemplo:
Tú: “Tengo un nuevo proyecto en el trabajo y tres noches con reuniones esta semana, además nos hemos comprometido a visitar a los vecinos la noche del jueves. El problema es este. Me temo que voy a tener que acostarme muy tarde para intentar hacer todo esta semana. Estaré desbordado y no haré de la mejor forma mi trabajo, por lo que no estaré demasiado interesado en socializar con nuestros vecinos o en contribuir demasiado en las reuniones. Me siento abrumado.”
Tu pareja: “Realmente quiero ver a mis padres antes de ir de vacaciones. No he pasado mucho tiempo con ellos en los últimos meses. Además, mi madre invitó a mi tío y mi tía para vernos. Es importante para mi estar con mis padres para sentirme como en casa y no hacer una visita rápida. Me gustaría verlos y participar en la cena familiar.”
Paso 3: Crear una Estrategia de Ganar-Ganar
Busca los pasos que puedes tomar para solucionar el problema de ambos. Esto es crucial: no le digas a tu pareja qué puede o no hacer, en lugar de eso di lo que tú puedes hacer. Las mejores soluciones normalmente, no son las primeras ideas pero pueden aparecer después de que estés pensando en esas preocupaciones de ambos.
Ejemplo:
Tú: “Quizás pueda quedarme en casa el viernes a la noches y el sábado por la mañana organizar los impuestos. De esta forma podrías disfrutar del resto de fin de semana sin preocupaciones.”
Tu pareja: “Podría decirle a mis padres que estás muy ocupado con los impuestos y que no puedes venir todo el fin de semana. También estoy dispuesto a posponer nuestra noche con los vecinos y a ayudarte con la información de las tasas.”
rosario dice
Mi nombre es Rosario de los Estados Unidos. Estoy aquí para compartir mi testimonio. Mi esposo me dejó sin razón durante los últimos 5 años. Siguió con otra mujer, tuve ganas de suicidarme, mi vida se volvió muy amarga y triste. Pero lo conseguí recuperar finalmente gracias a Dios.