Saber bien cómo educar a un hijo o a un niño no es nada fácil. No vienen con instrucciones cuando nacen ni líneas claras de qué podemos hacer.
Aunque quisiéramos decir que educar a un niño es sencillo y que su comportamiento es tan bonito e ideal como las postales navideñas, no es siempre así.
Muchas veces se comenta que uno es el mejor profesor o educador de niños del mundo, hasta que tiene un hijo…
Podemos ver con la ceja levantada, dando instrucciones a hermanos, primos y amigos, sobre cómo cuidar a ese niño malcriado, para que esté muy obediente y tranquilito.
Sin embargo, antes de pensar que la crianza de los niños o hijos en general, es cosa de juego, dejame decirte que esto, no es fácil.
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¿Cómo educar a un hijo pequeño?
En primer lugar, una vez que te conviertes en madre y padre, comienza una nueva etapa que será totalmente desconocida para ti.
No importa qué tantos libros hayas leído o qué tantas búsquedas hayas hecho en internet.
Aunque siempre viene bien un poco de ayuda externa. Por tal motivo, a continuación compartimos algunas recomendaciones sobre cómo educar a un hijo:
Ten toda la paciencia necesaria con ellos
En muchas ocasiones esta podría parecer una frase común, sin embargo, tienes que grabarla en piedra.
Tener hijos implicará que empieces a usar esta palabra (la paciencia) mucho más seguido.
Por ejemplo, los niños pequeños pueden ser demasiado inquietos y no comprender algunas consecuencias sobre sus acciones.
Por tal motivo, se pueden caer, tropezar o ensuciar en cualquier momento y no importará los gritos que pegues, lo seguirán haciendo, por su misma curiosidad infantil.
En ese sentido, cada vez que te sientas a punto de explotar porque no ves que te esté haciendo caso o no sigue tus instrucciones, respira.
Toma aire y piensa que esta es solo una etapa que pasará. Tu niño pequeño seguirá aprendiendo.
Seguir una misma línea de valores
Recuerda que aunque tengas varios hijos, cada persona es distinta.
Te corresponde como madre o padre el deber moral de guiar sus pasos, de formarlo en valores, de orientarlo.
Sin embargo, tu hijo pequeño irá formando su personalidad a medida que pase el tiempo.
Así mismo, intenta aprender a aceptar su forma de ser, sin descuidar tu función formadora.
Ten paciencia porque los niños crecen y van cambiando su personalidad a medida que van madurando.
Lo importante es que los vayas formando de acuerdo a la escala de valores y ellos vayan entendiendo lo importante que es para tu legado familiar.
Valores como el amor, el respeto, la responsabilidad, la ética, tolerancia, unidad, entre otros, se forjan en la infancia.
Es este sentido, es en la infancia y a través de la familia donde se van a formar a los niños y transmitir todos estos valores que van a conducir su línea de vida a medida que crezcan.
Cada hogar tiene su propio esquema moral de lo que puede considerar aceptable e inaceptable.
En ese contexto, eso debes transmitirlo a los más pequeños como parte de tu legado familiar.
La vaca se olvida cuando fue ternera
A veces una visita a los padres, nos hará recordar que no nacimos leyendo, ni que eramos unos «querubines » o niños “modelos”.
Recordarás que de pequeño también hacías travesuras, te caías o cogías cosas que no debías.
En ese contexto, allí viene la vigilancia consciente de los padres.
Recordemos que parte de ser niños (sobre todo en los primeros años), implica que sean muy inquietos.
Estas travesuras forman parte del aprendizaje constante y por ello, muchas cosas que hacen podrían hacerte perder la paciencia algunas veces.
Comprende que están en una etapa donde viene la exploración y conocimiento, donde buscarán en los lugares más recónditos de la casa
Los límites bien establecidos
Todo niño está en proceso de formación y por tanto, necesita límites.
Existe mucha confusión en la actualidad con respecto a los limites a los hijos. Durante la educación a un niño, se confunde el amor con corregir.
Los niños deben ser formados en base a una escala de valores de educación y respeto a los demás, pero sobretodo, a sus mayores.
Muchas veces se pone en los medios de comunicación como “graciosos” a los niños que no respetan a los adultos. No cometas ese error.
Desde pequeños, intenta guiar a los niños en el respeto a los adultos y a los demás.
Los niños deben entender que no es gracioso agredir al resto. Que no es cómico insultar al amiguito por alguna condición física o discapacidad.
Asi mismo, deben aprender a respetar el espacio del otro, para una convivencia sana y sincera.
Enseñar con ejemplos
Los niños aprenden de los demás. En el proceso de socialización el primer agente es la familia.
En este sentido, debe tener claro que todo lo que haces será un ejemplo para los más pequeños. Cuando hablamos de cómo educar a un hijo también implica cómo te desenvuelves.
Por ejemplo: ¿Cómo puedes hablar que respeten a los demás si no lo haces? Como puedes pedir que no hablen mal de los demás si sueles hacerlo?
Tus hijos te están observando. Si desde pequeños los vas formando para a ser ordenados, responsables, cumplidos y tú te muestras con ejemplo, ten por seguro que aprenderán.
Sin embargo, si hablas de no hablar mal del resto y te escuchan entrar en chismes o problemas, o incluso mentir, ¿qué pensarán de ti?
Trato con cariño y respeto
Los niños pequeños están formando su autoestima. Entonces, es importante que reciban de tu parte afecto y reconocimiento sincero.
Si bien hay que corregir cuando se debe, si constantemente los critica y solo señalas lo que hacen mal, no es bueno ni positivo para ellos.
Al contrario, empieza a buscar alentarlos y reconocer los aciertos positivos que tengan. Y por supuesto, en su educación siempre será bueno tener en cuenta qué estilo de aprendizaje predomina en el niño, lo cual podrá ser un factor diferencial que le ayude a interiorizar mejor todo tipo de aprendizaje.
Pregúntate por las causas por las que podría haberse portado mal en un inicio, quizás querían salir a jugar a la calle, estaban aburridos, etc y busca animarlos a nuevos juegos u otros.
¿Qué tal una tarde preparando todos juntos galletas? Después pueden compartir en familia y pasar una tarde de muchas risas y juegos.
Reconoce lo bien que hace las cosas y que quede esto como un lindo recuerdo en la memoria.
Conclusiones de cómo educar a un hijo
Saber cómo educar a un hijo pequeño no es sencillo, es todo un proceso que va más allá de lo académico y que implica un gran compromiso de parte de los padres y tutores.
Por tal motivo, piensa que desde que nació tu hijo, recibiste un encargo muy importante de guiarlo y enseñarle cómo conducir sus pasos.
Un niño con una formación sólida, será como una casa con buenos cimientos. Tendrá seguridad en todo lo que desempeñe y demostrará al mundo que es una persona correcta y consecuente.
Eso no se ve en los libros, eso se forma en la familia, recuerda que es tu responsabilidad.
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