Que un niño tenga una dieta saludable puede tener un impacto en su desarrollo social y hacerlo más amigable y activo socialmente, de acuerdo a un nuevo estudio de la Universidad de Pensilvania. Estudios pasados han encontrado un vínculo entre la malnutrición y una baja habilidad cognitiva en la etapa de la infancia, pero los últimos investigadores quisieron ver si una pobre nutrición tendría un impacto similar en el desarrollo social.
“Lo que la gente no está haciendo es ver los efectos positivos de una buena nutrición, en particular en el comportamiento social”, dijo Adrian Raine, un Profesor en la Universidad de Pensilvania y una de los autores del estudio, en una rueda de prensa. “Vinculamos la nutrición con la salud física pero también con la salud social y un comportamiento social positivo”.
El desarrollo social en los niños está atado a muchos otros aspectos de salud mental – como el desarrollo cognitivo y emocional, y un bienestar general. Tener una dieta saludable, mientras tanto, ha sido asociada con no solamente una mejor salud física, sino también con la salud mental y función cognitiva. Un estudio del 2013 encontró que comer muchas frutas y vegetales estaba asociado con ser más optimista, y algunos psiquiatras creen que la dieta es tan importante para la salud mental como para la salud del corazón.
“El comportamiento social durante la infancia, incluso el comportamiento social adulto, tiene muchas complicaciones para la salud mental y el bienestar”, dijo Jianghong Liu.
Los investigadores revisaron 1.795 niños de Mauricio, es una pequeña isla frente a la costa norte de la República de Mauricio. Todos los niños tenían 3 años. Se enfocaron en cuatro características de la salud física así como también cuatro aspectos del desarrollo social que estaban relacionados con la nutrición; los factores de salud física incluyeron la anemia, mostrado por bajos niveles de hemoglobina, estomatitis angular, así como también la falta de proteína, mostrado por un cabello delgado y descolorado. Si un niño tenía una de estas condiciones se consideraba que tenían cierto nivel de déficit nutricional”.
Los factores sociales, mientras tanto, involucraron la amabilidad, la verbalización, juegos de actividad social, y el comportamiento exploratorio. Los investigadores encontraron que los niños que sufrían más de las condiciones de déficit nutricional también tuvieron niveles bajos de comportamiento y desarrollo social, y creen que en algún lado existe un vínculo neurocognitivo entre la nutrición y el comportamiento social.
Aunque el estudio da señal de un vínculo entre la nutrición y ser social, para mejorar los resultados, los investigadores necesitarían completar otra prueba en la cual manipulen la nutrición para ver si eso causa directamente mejoras (o detrimentos) en el comportamiento social y la función cognitiva. También es posible que los niños que son por naturaleza menos sociales tiendan a comer comida poco nutritiva como una correlación – un estudio del 2015 encontró que la gente soltera que vive sola tendía a comer menos frutas y vegetales, por ejemplo.
“El mejor mensaje es darle a los niños una buena nutrición desde temprano”, dice Liu. “No solo mejorará la función cognitiva, sino que también promoverá un buen comportamiento social”.
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