La cerveza, posiblemente la bebida más popular del mundo después del agua

El primer viernes de cada mes de agosto se celebra el Día Internacional de la cerveza, bebida con mucha historia y posiblemente el alcohol más consumido en el mundo. Si eres de los que te gusta celebrar las jornadas internacionales, es menester que brindes con tus seres queridos con una buena cerveza fresca.

Esta efeméride se remonta al año 2007, cuando cuatro amantes de la cerveza artesana decidieron rendir tributo en los días de más calor del año. Fue una tradición que poco a poco se fue extendiendo a todo el mundo y en la actualidad goza de gran popular. No estuvo mal pensado celebrar este día en pleno verano, ya que es la época del año en la que más cerveza se consume.

Efectos positivos en la salud por el consumo moderado de cerveza

Para empezar a hablar de la cerveza, conviene desmontar alguno de los mitos más conocidos como el aumento de peso y de la barriga que se produce tras la ingesta de esta bebida. Siempre que se tome cerveza con moderación, no habrá tripa cervecera, ni mucho menos.

Es más, un grupo de investigadores españoles han publicado un artículo en la revista científica Nutrients en donde se señala que una cerveza al día para las mujeres y una o dos para los hombres (este sería el consumo moderado de cerveza) está asociado con un menor riesgo cardiovascular. Asimismo, el consumo moderado puede estar detrás de la menor incidencia en diabetes en hombres y de un aumento de la densidad de la masa ósea.

El artículo recalca el consumo moderado de la cerveza y en perfiles de personas sanas y que tengan una alimentación equilibrada.

Lo bueno de esta bebida es que existe la posibilidad de tomarla sin alcohol, con lo cual estaría muy indicado para las embarazadas o los que están tomando otros medicamentos.

El coronavirus redujo el consumo de cerveza

A pesar del éxito y de la enorme aceptación que tiene la cerveza en el mundo, el sector se encuentra en estos momentos tratando de salir de la crisis del Covid-19 al igual que tantas otras actividades. En el caso de España, en 2020 se produjo un descenso histórico en el consumo global de cerveza con una caída de más de un 12%. Una situación parecida se vivió tras la última crisis financiera.

Además, el consumo per cápita entre la población española descendió dos litros, quedándose en 50 litros anuales, según el informe de Kantar “Compra y Consumo de Cervezas en España”. Cabe recordar que además de placer, este sector agroalimentario aporta riqueza y empleo a las comunidades, con lo que hay que decir que muchos negocios tuvieron problemas de supervivencia por causa de la crisis sanitaria en 2020. 

En este sentido, la producción de cerveza en España se vio muy afectada, quedándose en 34,7 millones de hectolitros. En el caso de las cerveceras de menor tamaño, la caída de la producción superó el 40% debido a su mayor dependencia de la hostelería local y a su menor acceso a otros canales de venta. Esta acusada caída de la producción en el segmento craft conllevó el cierre del 12% de sus centros de producción.

El boom de la cerveza artesanal

Con o sin pandemia, hay una tendencia que se viene consolidando en el mundo de la cerveza: el auge de las cervezas artesanas o craft beers. Antes de hablar de ellas, hay que decir que no son mejores ni peores que las cervezas industriales, sino diferentes. También hay que señalar que en la variedad está el gusto y que cada cual puede disfrutar de la cerveza que le plazca.

Lo cierto es que han empezado a aflorar en las ciudades bares especializados en cerveza artesanal y poco a poco estas nuevas marcas también están conquistando los lineales de los supermercados. Sin duda, lanzarse a elaborar cerveza propia a sido una de las salidas la laborales para muchos emprendedores. Como cualquier negocio, cuesta hacerse un hueco en el mercado, pero ya el hecho de hacer una bebida artesana parece tener muy buena prensa y reputación.

Para su elaboración, es frecuente que se utilicen productos locales y de proximidad y los ingredientes base son el agua, la cebada malteada y lúpulo. Posteriormente se incluyen las levaduras para la fermentación. Lo que le da un toque distinto a cada una es la combinación de esos elementos con otros que le puedan dar sabor. Por ello sorprende que una cerveza pueda tener alcachofas, calabaza o cualquier otro ingrediente que se nos pase por la cabeza. Actualmente, hay verdaderos artistas elaborando cerveza.

Oktoberfest, la fiesta por antonomasia de la cerveza

Una de las fiestas más populares alrededor de la cerveza es el Oktoberfest, en Alemania. Desde 1810, Múnich se engalana en los meses de septiembre y octubre. La peculiaridad de las cervezas que se sirven en esta fiesta es que todas ellas tienen que cumplir una normativa específica y además debe estar elaborada dentro de los límites de la ciudad bávara.

Como fiesta tradicional, existen unas costumbres que se repiten en cada edición como la apertura del primer barril de cerveza. El alcalde de la ciudad lo hace a las 12 en punto y a partir de ese momento la fiesta ya ha comenzado. Es un momento muy seguido por los asistentes, quienes ansían por saber cuántos golpes necesita el barril para abrirse.

Siendo una festividad muy local en Alemania, el Oktoberfest es internacional y también se ha trasladado a otros países por el efecto migratorio de a población alemana. Muchos países de Latinoamérica y España tienen su particular fiesta bávara alrededor de la cerveza.

Conclusión

La cerveza une Sea artesana, industrial, rubia, negra, tostada, de malta o de trigo… la cerveza está claro que une a las personas. Es un reclamo para celebrar la amistad y motivo cultural para muchas comunidades. Además, los problemas son menos problemas cuando hay una cerveza de por medio.