Corren tiempos de cambio climático, de excesiva contaminación y de muchas otras acciones por parte del hombre que siguen mucho a la capa de ozono. Desde unos cuantos años atrás se dice que esta zona de la estratosfera está dañada, aunque se está poniendo remedio. Veremos aquí por qué tiene una importancia capital la también llamada ozonosfera para la vida humana y cómo los países están trabajando para recudir el agujero que descubrieron los científicos.
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Definición de la capa de ozono
La capa de ozono está presente en la atmósfera y en ella se da una concentración de moléculas de ozono. Su utilidad para la vida radica en que es capaz de concentrar una gran radiación ultravioleta procedente del sol. De no ser, así esta radiación acabaría con numerosas especies vivas.
El ozono es el resultado de un proceso químico por el que ella radiación rompe moléculas de oxígeno en dos átomos. Si un átomo de oxigeno choca con una molécula de 02 se crea el ozono. El proceso descrito se denomina fotólisis.
Desde finales de los años 20, se desarrollaron métodos de medición del ozono, dando como resultado una red de monitoreo para saber la cantidad de ozono que hay presente en la atmósfera.
La capa de ozono, amenazada
Esa monitorización de los datos ha revelado que la capa de ozono está en peligro por un desgaste producido por el uso continuado de compuestos químicos utilizados en varias industrias. La ciencia ha demostrado que el de clorofluorocarbonos o fungicidas para el suelo tienen un alta capacidad destructora de la capa de ozono. Estos usos han generado el llamado agujero en la capa de ozono.
Fue a finales de la década de los 70 cuando la comunidad científica dio la voz de alarma por un agujero que se estaba formando en la capa de ozono por los gases salientes de industrias como la refrigeración (refrigeradores y aire acondicionado)
¿Qué ocurre si este desgaste va a mayores? Pues que la capa de ozono no podrá frenar la radiación ultravioleta del sol, lo que podría provocar un mayor numero de enfermedades relacionadas con ella. Melanomas, problemas de visión, déficit en nuestro sistema inmune, etc.
Concienciación global
Años más tarde, organizaciones de todo el mundo encabezadas por Naciones Unidas trataron de atajar el problema con muchas campañas de concienciación que todavía hoy siguen vigentes. De hecho, cada 16 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Los esfuerzos han dado sus frutos y parece que se ha producido una recuperación.
Protocolo de Monreal
El responsable de esta mejora en la capa de zona tiene nombres y apellidos: el Protocolo de Montreal. La Convención de Viena para la Protección de la Capa de Ozono en 1985 dio lugar al Protocolo de Montreal, por el cual países e instituciones de todo el mundo se comprometían a cooperar para eliminar casi la totalidad de las sustancias que estaban dañando la capa de ozono.
La historia reciente dice que se trata de uno de los protocolos más exitosos que han visto la luz porque los resultados están llegando, esto es una carrera de fondo, y para mediados del siglo XXI se espera que los valores de la capa de ozono vuelan a ser como los anteriores a 1980. Para reafirmar este compromiso, recientemente se aprobó la Enmienda de Kigali para reducir los hidrofluorocarbonos (HFC), los gases de efecto invernadero con un gran potencial de calentamiento climático y dañinos para el medio ambiente.
En este sentido, los esfuerzos ya no solo buscan proteger la capa de ozono, sino también al medio ambiente en general. Por eso se dice que actualmente nos movemos en la era de la sostenibilidad. Ahora bien, el problema del ozono y del cambio climático son dos cosas distintas, pero relacionadas.
Y es que el deterioro de la capa de ozono también depende de las condiciones climáticas. De ahí que en la Antártida se haya registrado el agujero más grande de los últimos años. Dicho descubrimiento (año 2020) tiene su explicación en un fuerte, estable y frío vórtice polar, que ha mantenido la temperatura de la capa de ozono sobre la Antártida constantemente fría.
Por tanto, el agotamiento del ozono está directamente relacionado con la temperatura en la estratosfera, que es la capa de la atmósfera entre unos 10 km y unos 50 km de altitud. Esto se debe a que las nubes estratosféricas polares, que desempeñan un papel importante en la destrucción química del ozono, sólo se forman a temperaturas inferiores a -78°C.
Capa de ozono y cambio climático
Siendo dos problemas diferentes, veamos ahora cuál es la relación que existe entre el agotamiento de la capa de ozono y el cambio climático. Para empezar, hay que decir que las sustancias que dañan la ozonosfera también pueden ser gases de efecto invernadero. De hecho, algunas sustancias tienen más efecto dañino que el dióxido de carbono, que está considerado como el principal gas de efecto invernadero.
De este modo, la constante eliminación de sustancias HCFC y CFC, además de beneficiar a la salud de la capa de ozono, también tiene impacto positivo para la lucha contra el cambio climático.
Hasta aquí, todo bien. Sin embargo, el problema surge cuando las industrias buscan sustancias que sustituyan a los hidroclorofluorocarburos y los clorofluorocarburos. Los nuevos gases fluorados (gases F) por lo que ha apostado la industria no dañan la capa de ozono, pero sí tienen un impacto importante sobre el calentamiento global. Todo indica que queda mucho por hacer, por un lado para preservar la capa de ozono, y por otro para cuidar el planeta y luchar contra el cambio climático.
La situación ideal es que en la Tierra se produzca una situación de cero emisiones, pero, al igual que la reducción del agujero de la capa de ozono, esta otra carrera no es que sea larga, sino que es un auténtico maratón. Está en las manos del hombre, de los gobiernos, las asociaciones industriales y, en definitiva, de un nuevo modelo económico. Por ello, la economía circular ya está llamando con fuerza a la puerta.
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