Si te sientes raro en estos días de inicio de la primavera, es posible que el cambio de hora te esté afectando más de la cuenta. Hasta que no cambien de idea las autoridades y se siga manteniendo esto de los cambios horarios, muchas personas padecen cierta sintomatología los días posteriores al adelanto de las horas que conlleva la primavera. En este artículo damos a conocer recomendaciones para evitar que este cambio pase factura a tu organismo.
Tabla de Contenidos
El contexto del cambio de hora de primavera
El cambio de hora durante la primavera coincide plenamente con los típicos cambios ambientales estacionales: las temperaturas se vuelven más cálidas y hay más horas de luz. Como resultado, nuestro reloj interno, o ciclo circadiano, se ve desafiado y necesita «reajustarse» para adaptarse a la nueva situación. Dependiendo de la sensibilidad individual a estos cambios, es posible experimentar síntomas o molestias temporales durante esta transición adaptativa.
Una de las primeras consecuencias del cambio de hora son pequeñas alteraciones en el sueño (especialmente en niños, personas mayores o aquellas con enfermedades crónicas, que son más sensibles a estos cambios), que pueden sumarse a otros síntomas asociados a lo que se conoce como astenia primaveral. Esto se manifiesta en forma de fatiga, falta de energía, cambios de humor, irritabilidad o dolores de cabeza.
Ante tal situación, Mar Santamaría, Responsable de Atención Farmacéutica en PromoFarma, comparte algunas recomendaciones para evitar que el próximo cambio horario afecte a tu salud y para garantizar un descanso óptimo y bienestar general.
Recomendaciones para un descanso reparador y mantener el bienestar
- Es fundamental mantener una buena higiene del sueño, creando un entorno propicio para descansar adecuadamente: utilizar ropa de cama adecuada para mantener una temperatura confortable, ventilar la habitación correctamente y evitar ruidos o luces que puedan interferir con el sueño.
- Evitar el consumo de sustancias estimulantes como café, chocolate negro o té después de las 5 p.m., así como el alcohol por la tarde/noche, ya que afectan la calidad del sueño.
- Optar por una cena ligera y temprana, compuesta por alimentos ricos en nutrientes y saludables, evitando los ultraprocesados, las grasas pesadas y los azúcares simples.
- Limitar la ingesta excesiva de líquidos antes de dormir para evitar despertarse frecuentemente durante la noche para ir al baño.
- Evitar el ejercicio físico intenso después de las 7 p.m., ya que puede dificultar conciliar el sueño. Es preferible realizar actividad física por la mañana o durante el día.
- Reducir el uso de dispositivos electrónicos con pantallas brillantes antes de acostarse, ya que afectan la producción de melatonina, y optar por actividades relajantes como la lectura o el mindfulness.
- En caso de necesidad, se puede considerar la suplementación específica para mejorar la calidad del sueño, siempre bajo supervisión profesional.
Consejos expertos para un estilo de vida saludable durante la transición estacional
Además de cuidar el descanso, hay otros aspectos importantes a tener en cuenta en esta época de cambio. La especialista comparte los siguientes consejos para mantener un estilo de vida saludable y minimizar el impacto del cambio horario:
- Antes del cambio de hora, es recomendable ajustar progresivamente los horarios de las comidas y la hora de acostarse. Una vez realizado el cambio, es importante mantener una rutina regular para favorecer la adaptación.
- Exponerse a la luz natural cada mañana ayuda a mantener un equilibrio hormonal y favorece la síntesis de vitamina D.
- La práctica regular de actividad física es fundamental para la salud en general, así que es importante evitar el sedentarismo.
- En cuanto a la alimentación, se recomienda seguir una dieta mediterránea tradicional, priorizando alimentos frescos y nutritivos. Esta dieta ha demostrado numerosos beneficios para la salud.
Ante cualquier empeoramiento de enfermedades crónicas, especialmente trastornos mentales, neurológicos o endocrinos, siempre es aconsejable consultar a un profesional de la salud.
Deja una respuesta