Hoy en día, la tecnología y la electrónica en los coches es casi más importante que el propio motor. Y esta tendencia parece que irá a más con las proyecciones sobre el vehículo eléctrico. Esto quiere decir que las averías electrónicas serán mayoría en el futuro. Quienes ya las padecen, empiezan a notar cómo síntoma inicial que el coche pierde potencia sin razón aparente.
En las averías electrónicas, el coche no emite ruidos extraños ni humos, a diferencia de los problemas tradicionales con los que se han encontrado los conductores. Eso sí, rápidamente se encienden testigos en el panel indicando de algún problema en alguno de los componentes del coche. Eso está ocurriendo a miles de conductores que, sin saber qué sucede, deciden ir al taller para que un especialista emita un diagnóstico. Y es aquí cuando se descubre que se trata de una o varias averías electrónicas: problemas que no se ven, pero que pueden dejar el vehículo inmovilizado o generar reparaciones costosas.
Según Norauto, el 30% de las visitas a talleres en 2023 fueron por fallos en la electrónica del vehículo, un porcentaje que crece con la llegada de coches más tecnológicos. Pero, ¿cuáles son las averías más comunes? ¿Cómo detectarlas a tiempo? Y, sobre todo, ¿se pueden prevenir? De todo ello vamos a hablar en este artículo.
Tabla de Contenidos
Las 5 averías electrónicas en el coche más frecuentes
Los propios expertos de Norauto han identificado las 5 averías electrónicas más recurrentes que se presentan en la actualidad:
Fusibles y relés: los guardianes eléctricos
Los fusibles protegen los circuitos de sobrecargas. Cuando se funden, cortan la corriente para evitar daños mayores. Los relés, por su parte, actúan como «interruptores automáticos». Solución: Son económicos de reemplazar, pero requieren diagnóstico para identificar el circuito afectado.
Sensor FAP: el termómetro del filtro antipartículas
Este sensor alerta cuando el filtro se satura de hollín. Si falla, el sistema de anticontaminación puede bloquearse, aumentando el consumo y las emisiones. Dato clave: Es común en diésel, pero su reparación ronda los 200-400€.
Bobina de encendido: la chispa que se apaga
En motores de gasolina, una bobina defectuosa provoca fallos en el arranque, tirones o aumento del consumo. Dato: Suele afectar a coches con más de 100.000 km.
Válvula EGR: el imán de la carbonilla
Ubicada en el sistema de escape, recircula gases para reducir emisiones. Pero se obstruye con facilidad, especialmente en trayectos urbanos. Prevención: Circulación en carretera ocasional para «limpiarla».
Sonda Lambda: el vigilante del combustible
Regula la mezcla aire-gasolina. Si falla, el coche entra en «modo emergencia», limitando potencia y aumentando el consumo hasta un 20%.
Señales de alerta: más allá del testigo en el cuadro
Aunque el testigo de avería (una luz amarilla o roja en el salpicadero) es la señal más evidente, no siempre aparece. Otras pistas:
- Subida repentina del consumo.
- Pérdida de potencia en aceleración.
- Fallos en el arranque o ralentí irregular.
«Muchos conductores ignoran síntomas leves hasta que la avería es grave», advierte una experta en diagnóstico de Norauto. Por ejemplo, un sensor FAP defectuoso puede dañar el filtro antipartículas, con reparaciones de hasta 1.500€.

Diagnóstico electrónico: la radiografía del coche
Los talleres utilizan scanners OBD2 para leer los códigos de error de la centralita. Pero no basta con conectar la máquina:
- El 40% de los fallos requieren interpretación experta. Un código genérico (como «P0172») puede indicar desde un sensor defectuoso hasta una fuga en el escape.
- Falsos positivos: Una batería débil o un cable suelto pueden simular averías complejas.
Norauto destaca que sus técnicos reciben formación continua en vehículos híbridos y eléctricos, cuyos sistemas son hasta un 60% más complejos que los de combustión.
¿Se pueden prevenir estas averías electrónicas en el coche?
- Revisiones anuales: Incluir diagnóstico electrónico incluso sin testigos encendidos.
- Mantenimiento proactivo: Limpieza de la válvula EGR cada 80.000 km o sustitución de bujías/bobinas según recomendaciones del fabricante.
- Conducción inteligente: Evitar trayectos cortos frecuentes (acumulan carbonilla en motores diésel).
Dato optimista: El 70% de estas averías son reparables en menos de 24 horas si se detectan a tiempo.
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