Hay algo casi científico en el meme. Un tipo de cara que es más fácil que se viralice. En este post vamos a hablar de los factores que contribuyen a que un meme se haga viral. Para ello contaremos con las reflexiones de profesores universitarios, expertos en el campo de las ciencias de la información.
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¿Quién es András Arató?
Antes de nada, nos detenemos en una de esas figuras o, más bien, fotografías que más han contribuido al auge del meme. Seguramente el nombre de András Arató (el hombre de la foto que abre este post) no le diga nada a nadie, pero se trata de un seño que se ha popularizado enormemente gracias a su sonrisa y en la variedad de memes en los que sale.
András Arató estaba de vacaciones, hacía fotos de su viaje y las subía a las redes sociales. No sólo sus amigos vieron sus fotos, sino también un fotógrafo profesional, que se puso en contacto con él diciendo que buscaba una modelo y le ofreció una invitación para una sesión. Arató aceptó la oferta y el fotógrafo le hizo algunas fotos, que tanto a él como a Arató les gustaron. Le invitaron a más sesiones y se hicieron más de cien fotos de archivo. Aceptó que las fotos se utilizaran para este fin, con la excepción de las fotos de temas sobre política, religión y sexo, ya que consideraba que esos temas son sensibles para mucha gente.
Entonces Arató se buscó a sí mismo en Google y vio fotos suyas como médico, procedentes de la página web de un hospital. Unos meses después, volvió a buscarse a sí mismo y descubrió más fotos, incluida una de su cara pegada en las cuatro caras del Monte Rushmore. Eran los primeros pasos de los memes en la red. Al principio, a Arató no le gustaba que la gente añadiera textos graciosos a sus fotos, afirmando que no era realmente un «tipo gracioso».
Sin embargo, Arató se dio cuenta de que había hecho cosas similares cuando estaba en la escuela, como dibujar en los libros de texto del poeta húngaro John Arany, haciéndolo parecer un pirata. Afirmó que cerrar una página web no funcionaría realmente, ya que el contenido del meme podría resurgir pronto, así que después de seis años, aceptó su condición de meme. Esperaba que todo el mundo se olvidara de utilizar sus fotos, pero no fue así. Primero, los internautas de Estados Unidos empezaron a publicar fotos de Arató, luego la práctica se extendió a Europa y, más tarde, al resto del mundo.
Un internauta descubrió la verdadera identidad de Arató y le envió un correo electrónico en el que afirmaba que había muchos usuarios que creían que no era una persona viva real. Al principio, Arató ignoró la petición del usuario, pero después de recibir más correos electrónicos con la misma petición, accedió a subir una foto suya en su página de fans rusa, sosteniendo un cartel que decía «Я ЖИВ» («Estoy vivo», en ruso). Al cabo de unas horas, la foto había sido vista por más de diez mil usuarios, así como por los medios de comunicación internacionales. El fotógrafo que tomó las fotos de archivo le pidió que sonriera. Muchos usuarios consideraron que su sonrisa era falsa y que enmascaraba el dolor, de ahí el nombre de «Hide the Pain Harold». En las fotos, declaró que se había cansado de sonreír demasiado.
¿Qué es un meme?
Si bien es desconocido el origen del meme, Arató forma parte de su historia. Ferran Luleza, profesor de Ciencias de la Información y Comunicación de la UOC, define a los memes como una ocurrencia ingeniosa, normalmente humorística, plasmada en formato digital que facilita su apropiación y transmisión a través de las redes sociales.
Sobre la posibilidad de poder convertirse en meme, Sergio Juan-Creix, también profesor de la UOC en los mismos ámbitos que Luleza, sostiene que efectivamente es posible y también es difícil para su crecimiento en las redes. “Hay mecanismos legales que los evitan, pero muchas veces la realidad los supera”, apunta el profesor.
“No existe ninguna fórmula que, a la práctica, pueda garantizar que un meme se viralizará por el hecho de reunir determinados ingredientes, y el azar siempre acaba teniendo un peso importante. Sin embargo, sí existen algunos factores clave», explica Lalueza. Por su parte, otra colega de la UOC, Gemma San Cornelio, subraya que los ingredientes de los memes de éxito o vitales se basan en la simplicidad, la ironía, un uso determinado de la retórica, pocas pretensiones artísticas y una estética más bien informal y poco cuidada.
La cara, factor de la viralidad de los memes
Ahondando un poco más sobre los memes y su viralidad, hay un factor que parece ser clave: la cara. El rostro y la expresión facial del personaje representan un 84% de los memes virales analizados por la UOC. Además, un 39% de esos memes presentan una emoción positiva y una postura concreta. Otra característica de los memes virales es que muchos de ellos presentan una fotografía en primer plano. «El predominio de elementos visuales, la simplicidad, el uso de pocas palabras y el potencial para generar adaptaciones y variantes son fundamentales», afirma Lalueza. Según el estudio, los memes que requieren que el receptor lea el texto entero para entenderlos no consiguen hacerse virales.
Una cuestión de ironía y humor
Finalmente, los expertos aluden a conceptos como la ironía y el humor sarcástico como las notas más dominantes de los memes en internet. «La ironía es una vertiente comunicativa de gran impacto. Un meme irónico tiene más posibilidades de hacerse viral que un meme neutro: el humor es una de las grandes herramientas terapéuticas para combatir la ansiedad», explica Enric Soler, colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC. Para Lalueza, «nos aleja, aunque sea por un momento, de las preocupaciones cotidianas y, por lo tanto, resulta gratificante». Para el propio András Arató, «los memes pueden ayudar a superar las dificultades del día a día».
Para hacernos una idea del porqué del éxito de los memes, basta acudir a los datos de Google Analytics: desde 2014 hasta la fecha, la palabra “meme” en todo el mundo supera las búsquedas que contienen Jesús, Messi o Cristiano Ronaldo.
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