La vuelta a la rutina tras el verano puede ser todo un desafío. Después de un período de descanso, es hora de retomar los buenos hábitos y dejar atrás los excesos acumulados durante las vacaciones. Según datos de noVadiet, una empresa líder en el cuidado de la salud natural, los españoles ganan, en promedio, unos 4 kilos durante el verano. Esto se debe a que el consumo diario de calorías aumenta en unas 1.500 kilocalorías durante esta época.
Además, alrededor del 65% de los adultos pueden experimentar los síntomas del conocido síndrome postvacacional en su vuelta a la rutina. Mientras que el 20% lo supera en tres días, otro 35% puede tardar hasta dos semanas en volver a la normalidad.
Tabla de Contenidos
El método y la actitud necesarios para la vuelta a la rutina
Mantener una actitud positiva y recuperar los hábitos saludables es clave para superar este estado de abatimiento. Sonia Clavería, Médica de Familia en el Departamento Técnico de noVadiet, ofrece algunos consejos útiles para adaptarse de nuevo a la rutina tras el verano:
1. Planificación y ajuste de horarios
Durante las vacaciones, los horarios suelen desajustarse, lo que dificulta la vuelta a la rutina. Regular nuestro horario de sueño es fundamental, y estos pasos pueden ayudar:
- Ajusta gradualmente la hora del despertador: Adelanta el despertador entre 15 y 30 minutos cada día hasta alcanzar la hora deseada.
- Establece rutinas nocturnas: Crear una rutina relajante antes de dormir, como leer, tomar un baño o meditar, ayuda a que el cuerpo se prepare para el descanso.
- Infusiones relajantes: Tomar una infusión antes de dormir puede facilitar el sueño. También se puede recurrir a la melatonina para mejorar la conciliación del sueño.
- Planificación semanal: Organiza la semana con antelación, tanto a nivel laboral como personal, y disfruta al máximo de las actividades programadas.
2. Mantén una actitud positiva en tu vuelta a la rutina
La vuelta a la rutina puede resultar desalentadora para muchas personas. Por eso, es importante adoptar una actitud positiva para adaptarse de nuevo a las responsabilidades. Aquí algunos consejos:
- Enfócate en lo positivo: En lugar de lamentar el fin de las vacaciones, concéntrate en los aspectos agradables del día a día, como volver a ver a colegas, amigos o familiares, y retomar proyectos interesantes.
- Incorpora actividades placenteras: Añadir pequeños momentos de disfrute, como escuchar música camino al trabajo o practicar un hobby, puede marcar la diferencia.
- Practica el agradecimiento: Dedicar unos minutos diarios a reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido puede mejorar tu estado de ánimo. Estudios muestran que el agradecimiento activa áreas del cerebro que contribuyen al bienestar.
- Gestiona el estrés: Ingredientes como el azafrán, magnesio, L-triptófano y ashwagandha pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo en tu vuelta a la rutina tras las vacaciones de verano.
3. Prioriza el descanso
El descanso adecuado es esencial para la salud. Después del verano, es importante restablecer una rutina de sueño regular. Acostarse y levantarse a la misma hora cada día, incluidos los fines de semana, es clave. Además, convertir el dormitorio en un espacio tranquilo, oscuro y fresco puede mejorar la calidad del sueño. Evita la luz azul de dispositivos electrónicos al menos dos horas antes de acostarte y considera realizar ejercicios de relajación basados en la respiración para facilitar el descanso.
4. Vuelve al ejercicio físico
Tras los excesos del verano, retomar el ejercicio es esencial para nuestra salud física y mental. Los expertos de noVadiet recomiendan:
- Reanudar el ejercicio de forma gradual en la vuelta a la rutina: No intentes retomar la actividad física al mismo ritmo que antes de las vacaciones. Comienza con sesiones cortas y de baja intensidad, aumentando gradualmente la duración e intensidad.
- Diversifica tus entrenamientos: Incluir una variedad de actividades, como ejercicios de cardio, fuerza y flexibilidad, puede mantenerte motivado.
- Establece metas alcanzables: Fija objetivos realistas a corto plazo y celebra tus progresos para mantener la motivación.
5. Recupera una alimentación equilibrada
Los excesos alimentarios durante las vacaciones pueden afectar nuestro bienestar. Es importante volver a una dieta equilibrada para mantenernos sanos y con energía. Para lograrlo:
- Planifica las comidas: Una planificación semanal puede ayudarte a mantener una dieta controlada y evitar picar de manera impulsiva.
- Elige alimentos frescos y naturales: Aumenta el consumo de frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales.
- Mantente hidratado: Beber suficiente agua es fundamental para eliminar toxinas y mantener el organismo en buen estado.
- Utiliza plantas depurativas: Plantas como el hibisco, la alcachofera, el diente de león, el romero o el boldo pueden ayudar a desintoxicar el cuerpo.
6. Cuida la piel y el cabello
El verano, con su exposición al sol, cloro y sal, puede dañar la piel y el cabello. Al regresar de las vacaciones, es un buen momento para hidratarlos y nutrirlos con productos naturales, como cremas y mascarillas con aloe vera o aceites esenciales. También es recomendable acudir a la peluquería para sanear las puntas y preguntar por tratamientos hidratantes. Recuerda, aunque las vacaciones hayan terminado, la protección solar sigue siendo esencial en cualquier época del año.
7. Sigue planificando momentos de ocio a pesar de la vuelta a la rutina
Aunque el verano haya terminado, sigue siendo importante programar actividades de ocio para mantener el bienestar. Los expertos de noVadiet sugieren:
- Reserva tiempo para ti: Planifica actividades recreativas en tu calendario, como paseos, cine o tardes de lectura.
- Explora nuevos intereses: Este es el momento ideal para empezar a desarrollar nuevos hobbies o intereses.
- Equilibra trabajo y vida personal: Establece límites claros entre el trabajo y el tiempo libre para asegurar un equilibrio saludable.
8. Fíjate nuevas metas
Para mantener la motivación y seguir avanzando, es crucial marcarse nuevos objetivos. Estos deben ser específicos, medibles y alcanzables. Por ejemplo, en lugar de simplemente querer «ponerte en forma», podrías proponerte «correr 5 km en 30 minutos dentro de tres meses». Divide las metas en pasos manejables y elabora un plan de acción con fechas límite. Revisar tus progresos y celebrar tus logros, por pequeños que sean, te ayudará a mantener la motivación.
Deja una respuesta