El final del verano y la llegada de septiembre traen consigo un cambio de ritmo para millones de familias: la vuelta al cole. Retomar rutinas, reordenar horarios y preparar a los más pequeños para el nuevo curso no es solo una cuestión de mochilas y libros, también supone un reto para la salud. Según datos de noVadiet, compañía especializada en el cuidado natural de la salud, cuatro de cada diez niños faltan al colegio durante los meses fríos a causa de infecciones respiratorias, lo que pone de relieve la importancia de reforzar las defensas y adoptar hábitos saludables desde el inicio del curso.
Los expertos coinciden en que la vuelta al cole puede ser mucho más llevadero si se acompaña de una estrategia integral que abarque la alimentación, el descanso, el sistema inmunitario, la organización y, no menos importante, la actitud emocional.
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Alimentación: el primer escudo frente a la enfermedad
Una buena alimentación es la base sobre la que se sostiene la energía, el rendimiento académico y la protección frente a infecciones. Para los especialistas de noVadiet, el desayuno ocupa un lugar central: tras el ayuno nocturno, el organismo necesita un aporte equilibrado de carbohidratos complejos, proteínas y frutas frescas. Unas tostadas integrales con aguacate, un yogur natural y una pieza de fruta constituyen un ejemplo de desayuno completo antes de una jornada escolar.
La dieta debe ser variada y nutritiva. Frutas, verduras, legumbres, pescado azul, huevos y frutos secos deben aparecer de forma habitual, mientras que los ultraprocesados, los azúcares añadidos y las grasas saturadas conviene limitarlos.
Las grasas saludables —como las del aceite de oliva virgen extra, los frutos secos o el pescado azul— juegan un papel fundamental en el desarrollo cerebral y el aprendizaje. Asimismo, micronutrientes como hierro, calcio, fósforo, zinc y magnesio contribuyen al crecimiento y a un correcto desarrollo cognitivo. Y no hay que olvidar la hidratación: aunque el frío invite a beber menos, el cuerpo necesita agua en todo momento para funcionar correctamente.
El descanso, clave para aprender y crecer: rutinas necesarias para la vuelta al cole
Dormir bien es tan importante como comer bien. Los niños necesitan entre 9 y 11 horas de sueño, dependiendo de la edad, para consolidar la memoria, reforzar el sistema inmune y afrontar el día con energía. Los expertos recomiendan establecer rutinas de sueño estables y mantenerlas incluso durante el fin de semana.
La calidad del descanso mejora si se reducen las pantallas antes de dormir, sustituyéndolas por la lectura o actividades tranquilas. También es esencial crear un ambiente adecuado en el dormitorio: oscuro, silencioso, ventilado y con una temperatura confortable. Retomar horarios de manera progresiva, días antes del inicio de las clases, ayuda a evitar el impacto de un cambio brusco.

Refuerzo inmunitario: aliados naturales contra los virus
El sistema inmune puede fortalecerse con ayuda de determinados compuestos naturales. Los especialistas de noVadiet destacan varios ingredientes con respaldo científico:
- Lactobacillus rhamnosus tindalizado, un probiótico presente en suplementos como Nodijal Súper, que reduce la frecuencia e intensidad de infecciones respiratorias.
- Pleurotus ostreatus, un hongo rico en beta-glucanos con efecto preventivo frente a infecciones recurrentes.
- Equinácea y acerola, plantas que combinan efectos antisépticos y un alto contenido en vitamina C.
- Jalea real y propóleo, reconstituyentes con propiedades energéticas, antimicrobianas y antiinflamatorias.
- Vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina D, clave para huesos y defensas, o las del grupo B, que ayudan a reducir la fatiga.
Estos complementos, siempre bajo supervisión profesional, suponen un refuerzo extra en un momento del año en que las aulas concentran gérmenes y contagios.
Organización y equilibrio: la logística de la salud
La preparación también pasa por la organización. Planificar con antelación la compra de uniformes, material escolar y rutinas familiares evita prisas y tensiones. Las actividades extraescolares conviene seleccionarlas con criterio: lo ideal es combinar una de carácter deportivo con otra artística o formativa, sin sobrecargar la agenda de los niños.
El tiempo al aire libre debe mantenerse como un hábito. Jugar en el parque, caminar o practicar deporte a cielo abierto refuerza el sistema inmunitario, mejora el estado de ánimo y ayuda a sintetizar vitamina D de forma natural, incluso en otoño e invierno.
Actitud positiva: el papel emocional de la familia
No todo es físico: la preparación emocional también cuenta. Para la doctora Sonia Clavería, médica de familia del Departamento Técnico de noVadiet, “escuchar sin juicio” es una de las claves para acompañar a los niños en el regreso a las aulas. Validar sus miedos y dudas sin corregirlos genera confianza y seguridad.
El acompañamiento activo también marca la diferencia: en lugar de preguntar de manera genérica “¿cómo te ha ido hoy en el cole?”, resulta más útil interesarse por aspectos concretos —qué fue lo mejor, con quién jugaron, qué les sorprendió—. Este tipo de preguntas fomenta la reflexión y mejora la comunicación.
El refuerzo positivo, celebrando logros aunque sean pequeños, motiva a los niños a seguir esforzándose. Y hacerlos partícipes de la rutina —elegir la merienda, organizar el material escolar, planificar horarios— los convierte en protagonistas de su propia experiencia, lo que incrementa su motivación.
Dicho todo lo anterior, la vuelta al cole no tiene por qué ser sinónimo de estrés, resfriados y cansancio. Con una alimentación equilibrada, un descanso reparador, el apoyo de ingredientes naturales, una buena organización y el acompañamiento emocional de la familia, los niños pueden afrontar el curso con energía y confianza.
En definitiva, prepararse para septiembre va más allá de llenar la mochila: se trata de construir un entorno saludable, estable y positivo que permita a los pequeños aprender, crecer y disfrutar de una etapa decisiva en sus vidas.









