Cuando se trata del cuidado bucodental es importante prestar atención a la calidad de los productos que se utilizan, en particular los cepillos de dientes. A lo largo de los últimos años se han producido grandes avances en estos utensilios de uso diario, destacando los eléctricos. Sin embargo, antes de lanzarse a comprar un eléctrico por el mero hecho de que lo tiene todo el mundo, conviene analizar lo que dicen los expertos sobre la materia.
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Cepillos de dientes según perfiles y patologías
Para empezar hay que partir de la base de que no todo el mundo tiene las mismas necesidades. En función de las posibles patologías que presente cada dentadura, hay que escoger un colutorio, un hilo dental o un cepillo de dientes determinado. Sin embargo, la amplia oferta que existe en el mercado hace que la elección no siempre sea sencilla.
“El cepillo a utilizar, ya sea manual o eléctrico debe ser dureza media, con un cuello largo y un cabezal no demasiado grande para que nos permita alcanzar con eficacia los dientes más posteriores. Las prisas o un cepillo en mal estado nos hacen aplicar más fuerza de lo debido. Más fuerte no es sinónimo de más limpio”, explica Manuela Escorial, odontóloga de Sanitas Dental.
Existen números tipos de cepillos de dientes en función de su funcionamiento, manual o eléctrico, de la dureza de las cerdas, blandas, medias o duras o de si está dirigido a una dentadura infantil. Además, se debería cambiar de cepillo por uno nuevo cada dos o tres meses.
Una elección muy personal
La elección del cepillo debe individualizarse a la situación de cada persona. Tratándose de un producto de higiene personal, esto es una máxima que siempre se debe cumplir ante una compra de cepillos de dientes. Además hay que tener en cuenta que este producto no lo va a usar nadie más que tú, así que ten eso en cuenta para tu salud bucodental.
Existen cepillos para la higiene después de intervenciones quirúrgicas, cepillos específicos para la higiene de determinadas prótesis sobre implantes o adaptados para mejorar la remoción de placa en pacientes portadores de brackets. Del mismo modo, la técnica de cepillado debe personalizarse. Es importante incorporar al cepillado, la limpieza específica de los espacios interdentales mediante el uso de seda, sticks o cepillos interproximales.
Cepillos de dientes manuales
Dentro de la gama de cepillos manuales se encuentran los de cerdas blandas, recomendados para personas con dentaduras y encías sensibles y finas que sufren de sangrados habituales y precisan un cuidado más delicado para evitar la retracción. Estos son también los idóneos para niños, aunque de menor tamaño y con filamentos redondeados, pues su dentadura requiere un cepillado más suave.
Por su parte, los cepillos con filamentos de dureza media, utilizados por la mayoría de la población, son adecuados para quienes gozan de una buena salud bucodental, tienen encías fuertes y carecen de problemas de manchas o placa dental. Los cepillos de cerdas duras, aunque son utilizados habitualmente, no son los más recomendables y pueden llevar al sangrado de encías o a la aparición de problemas a largo plazo.
Cuando se hace uso de los cepillos manuales, los profesionales insisten en la importancia de una buena técnica. “Un buen cepillado es esencial para mantener la salud bucodental. Este debería realizarse con movimientos circulares que terminen arrastrando hacia fuera los restos de suciedad y sin ejercer demasiada presión”, señala Escorial. “Muchos de los problemas que vemos en las consultas vienen provocados por un mal cepillado, que provoca la acumulación de placa bacteriana y daña las encías”.
Cepillos eléctricos
Cuando no se cuenta con una buena técnica, los cepillos eléctricos son una buena alternativa, ya que permiten una limpieza más profunda y garantizan el arrastre correcto gracias al movimiento automático del cabezal. Se evita así ejercer tanta presión, protegiendo las encías. No obstante, para garantizar un cuidado bucodental completo, el cepillado siempre debe acompañarse con el uso del hilo o cinta dental y el colutorio.
En caso de que nuestro dentista nos recomiende por nuestro perfil un cepillo eléctrico, hay algunas características que deberemos tener en cuenta cuando estemos en una tienda (online y offline). Para empezar, habrá que fijarse en la autonomía de las baterías y en su sistema de recarga. Esta es una opción que va un poco a gustos.
Más importante será saber cuántas modalidades de cepillado tiene el modelo en el que nos estemos fijando. Hay algunos que ofrecen limpiezas más generales y otros que además puedes ponerlos para otros fines como el blanqueamiento dental o la limpieza más a fondo de las encías. Otro must de los buenos cepillos de dientes eléctricos es que tengan recambios y que sean accesibles en muchas tiendas. Imaginemos que salimos de viaje y queremos un recambio para nuestro cepillo…
Para los más puristas hay otras funciones más tecnológicas que miden la presión del cepillado o que monitorizan las áreas de la boca donde te has lavado los dientes y las que no. Asimismo, hay modelos que disponen de la función bluetooth para poder conectarse a una aplicación móvil y desde ahí aplicar otra serie de funciones que también tienen que ver con la monitorización del cepillado.
Los cepillos de dientes eléctricos son actualmente muy demandados. Si antes podíamos encontrar una o dos marcas que valieran la pena, hoy hay un buen abanico de referencias y precios. Lo normal es que este utensilio los 100 euros pero, como siempre, conviene revisar, analizar y comprar el que más nos interese. El factor de compra debe estar movido por nuestras necesidades de salud bucodental y, en segundo lugar, por las funciones y capacidades propias del producto en sí.
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