Un buen descanso es fundamental para tener una buena salud integral y afrontar el día a día con más energía. Pero conciliarlo no siempre es fácil y, menos, en temporadas que se ven afectadas por la inestabilidad sociopolítica, todo lo que se está produciendo en Ucrania, la crisis económica asomando en diferentes ámbitos del día a día o la situación de pandemia, la cual todavía no es superada por muchos todavía no superada. Todo ello es alimento para el insomnio.
Además, el cambio de horario o la subida de temperaturas propias de esta época del año se suman al listado de causas que están provocando alteraciones en el sueño que conviene solucionar. Sobre todo, cuando el 35% de los españoles afirma que no duerme lo suficiente, según el estudio “Cigna 360 Well-Being Survey”.
“La incertidumbre o la alteración de nuestros hábitos de vida que trajo el coronavirus hace ya dos años, junto con el miedo a la enfermedad o el aislamiento, derivaron en trastornos como la tristeza, el desánimo, la apatía, impactando negativamente en la salud integral de las personas y propiciando la aparición de la coronasomnia, es decir, la incapacidad para conciliar el sueño debido a las angustias de la pandemia. Aunque ahora las causas de estas dificultades para dormir sean distintas y estén impulsadas por motivos sociopolíticos, los efectos en nuestro bienestar son los mismos y, como resultado, afectan a nuestra calidad de sueño”
María Sánchez, e-Health Medical Manager de Cigna España.
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El insomnio es más habitual en primavera
A su vez, hay que recordar que el insomnio primaveral es uno de los problemas más extendidos. Adaptarse a las nuevas condiciones de luminosidad y de temperatura, y a la incidencia de las alergias que trae la primavera nos lleva a dormir peor, estar más irritable y, en definitiva, que se sienta más fatiga y desmotivación. Como consecuencia, no pegar ojo provoca cansancio, agotamiento, mal genio, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse o recordar cosas simples, además de desgastar el sistema inmunitario, emporar la actividad cerebral y aumentar el riesgo de padecer trastornos mentales.
Sin embargo, conseguir un sueño de calidad es posible siempre y cuando se sigan unas pautas que ayuden a coordinar nuestros ritmos biológicos con los factores externos. Por ello, Cigna España, como compañía experta en proporcionar soluciones de salud, comparte algunas medidas para intentar combatirlo y así poder disfrutar de un buen descanso.
Pautas para combatir el insomnio
1 Manejar el exceso de información negativa
En el contexto actual, gran parte de las noticias que se comparten llevan asociadas una carga emocional negativa. Estar constantemente expuestos a ellas puede provocar fatiga informativa y afectar a la calidad y a la cantidad de sueño. Para evitar esta sobrecarga, es recomendable dosificar la información que se recibe, eligiendo una franja horaria para prestar atención a los medios de comunicación, escoger una fuente de información fiable y, además, realizar otras actividades que permitan tener la mente ocupada.
2 Fortalecer los vínculos sociales con amigos o familiares
Las relaciones interpersonales se perfilan como una de las principales vías de escape para superar momentos de estrés o ansiedad. Y es que, compartir los malos momentos con un círculo social cercano, contribuye a controlar la inestabilidad emocional y, por tanto, a tener una mente más despejada y relajada para conciliar mejor el sueño.
3 Poner en marcha un patrón de sueño saludable
Para caer en los brazos de Morfeo es fundamental acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso, los fines de semana. De esta manera, acostumbramos a nuestro cuerpo a anticipar esta actividad y prepararse para ella. Además, es muy útil evitar el uso de televisores, teléfonos móviles, ordenadores portátiles o tabletas antes de dormir, ya que emiten una luz azul que puede engañar al cerebro haciéndole creer que es de día y será más complicado convencerle de que ha llegado el momento de apagarse unas horas.
4 Establecer una rutina de autocuidado
Estar constantemente conectados con el mundo exterior genera situaciones de estrés o ansiedad. Por eso, desconectar y cuidarse a uno mismo nunca había sido tan importante. En este sentido, es crucial encontrar momentos para leer un libro, cocinar, o realizar ejercicio físico. Fomentar el autocuidado contribuye a sentirse mejor, estar más tranquilos, desarrollar mayor capacidad para hacer frente a los desafíos de la vida cotidiana y, como resultado, mejorar la calidad del sueño.
5 Centrarse en la respiración para olvidar las preocupaciones de la jornada
Si cuesta conciliar el sueño, es muy útil realizar ejercicios de respiración antes de apagar la luz. Ayudan a calmar las tensiones del día, a relajar el cuerpo y a dormirse más rápido. Por ejemplo, la respiración abdominal es la más clásica para relajar la mente y el cuerpo. Además, no solo sirve para aliviar el insomnio, sino que también es muy útil para canalizar el estrés, mejorar la atención, las digestiones y el metabolismo.
6 Hidratarse bien para contarrestar la subida de temperaturas.
Hay que tener en cuenta que con la llegada del calor se pierde más agua de lo habitual a través del sudor. De ahí que aparezca con facilidad la sensación de agotamiento o cansancio. Esto puede solucionarse manteniendo la hidratación a raya. Pero cuidado con las bebidas estimulantes, ya que en lugar de mejorar la adaptación al cambio de estación, pueden dificultar todavía más la conciliación del sueño durante la noche y, en consecuencia, potenciar la fatiga diurna. Por ello, en lugar de tomar café o té o cualquier otro excitante, es recomendable beber agua.
Estas medidas no solo son recomendables para empezar a disfrutar de un sueño de calidad, si no que permiten evitar patologías como la hipertensión u otras enfermedades cardiovasculares. Adquirir hábitos de vida saludable, es el primer paso para retomar la normalidad que tanto tiempo se lleva esperando.
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