Como te podrás esperar, los científicos tienden a interesarse por una variedad de escenarios del día del juicio final. Dos aficionados del apocalipsis, los astrofísicos Michael Hahn y Daniel Wolf Savin, han unido fuerzas para evocar planes científicos para sobrevivir al fin del mundo cuando inevitablemente ocurra.
Al escribir para Nautilus, ellos miran a un futuro lejano, donde una “hinchazón” del Sol hará que la Tierra sea tan caliente que será imposible vivir. ¿Sus soluciones? Modificar genéticamente los cultivos para mantenernos con vida, empujando la Tierra lejos del Sol, y convertirnos en robots inmortales.
“En unos miserables 500 millones de años o algo así, ningún humano permanecerá en la superficie de la Tierra – al menos, no afuera de algún entorno hipotéticamente controlado”, escriben. “1.5 millones de años desde ahora, incluso los polos serán muy calientes. Ni las cucarachas sobrevivirán”.
Cada billón de años, el Sol se hincha en incrementa su brillantez en un 10%. Esto provoca un aumento de temperatura en la Tierra, el cual inicia procesos geológicos y planetarios que remueven el dióxido de carbono, nuestra capa principal de aislamiento térmico, de nuestra atmósfera.
Sin esta capa hoy en día, la temperatura promedio de la Tierra serían unos -18°C (-0.4°F); en lugar de esto, se encuentra en unos 17°C (62.6°F). Asumiendo que el catastrófico cambio climático no nos aniquile primero, el Sol eventualmente se avivará y se hinchará a tal tamaño que mucho del dióxido de carbono atmosférico habrá desaparecido.
Las plantas necesitan dióxido de carbono para fotosintetizar. La mayoría de las plantas – incluyendo casi todos nuestros cultivos – son plantas C3, que usan la mayoría de formas comunes de moléculas de carbono alrededor, que contienen tres átomos de carbono. En unos 200 millones de años, cuando la concentración de dióxido de carbono atmosférico caiga por debajo de las 150 partes por millón, las plantas C3 desaparecerán.
Las plantas C4, las cuales incluyen algunos arroces, sobrevivirán un poco más, y los dos investigadores sugieren que deberíamos amplificar nuestros esfuerzos para usar modificación genética para cambiar las plantas C3 por plantas C4 si aún queremos cultivos aptos para ser comidos en un futuro. Tristemente, la continua expansión del Sol causará que incluso estas plantas más resistentes muerdan el anzuelo en unos 300 millones de años desde ahora.
Sin ninguna fotosíntesis, el mundo moriría por falta de oxígeno, y la vida comenzaría a perecer en todos los ecosistemas. Quizás con la excepción de algunos extremófilos, en 1.5 millones de años, el mundo entero será completamente inhabitable. Aunque no te inquietes: podríamos siempre cambiar casualmente la órbita de la Tierra.
Al usar asteroides propulsados por cohetes, perturbaríamos teóricamente la órbita de la Tierra solo lo suficiente, la cual será arrastrada muy lejos del Sol. Si nos preocupan esos asteroides golpeándose contra el planeta, entonces podríamos usar una vela solar – una que sea 20 veces el diámetro de la Tierra – para capturar en viento solar entrante y empujarnos lejos de nuestra estrella local.
Hay otra opción disponible para nosotros, y por el momento, no necesita que hagamos algo. En un billón de años desde ahora, el mundo será bañado en luz, lo que significa que las células solares serán todo lo que necesitemos para hacer funcionar una abundancia de maquinaria avanzada.
Si cargáramos nuestra consciencia en estas máquinas, podríamos vivir como seres inmortales propulsados por el Sol. Esto puede sonar imposible o de ciencia ficción – lo es en el presente – pero en unos cien millones de años, deberíamos ser capaces de llevar a cabo un buen plan. De esa manera, podemos disfrutar la Tierra por otros 5 billones de años antes de que el Sol se vuelva un gigante rojo y se la trague.
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