Tu organismo se encuentra siempre preparado para responder rápidamente ante cualquier estímulo, gracias a la función realizada por el sistema simpático; él influye en tu frecuencia cardíaca para que cuentes siempre con una importante provisión de oxígeno y otros nutrientes. Conoce todo sobre este importante sistema mediante la lectura de este post.
Tabla de Contenidos
¿Qué es el sistema simpático?
El cuerpo humano cuenta con un sistema simpático que es parte del sistema nervioso autónomo él controla todos los reflejos viscerales y aquellas reacciones que son manifestadas ante la presencia de un estímulo; está conformado a su vez, por lo que es conocido como sistema entérico y sistema parasimpático.
Cuando sientes hambre, por ejemplo, este reflejo es controlado mediante el sistema nervioso entérico; ya que él te suministra la advertencia enviada desde tu aparato digestivo. Por otro lado, se encarga de evitar la influencia de sustancias perjudiciales al cuerpo, por formar parte del tejido de estómago, esófago, intestino delgado y colon.
Mientras que el sistema nervioso parasimpático es el que complementa al sistema simpático, controlando las funciones de tu cuerpo al igual que toda una serie de actos involuntarios. Está provisto de nervios que se encuentran ubicados en el encéfalo, la médula espinal y cerca de las raíces sacras.
El sistema simpático está provisto de una cadena de ganglios que nacen en el bulbo raquídeo, desde donde se conectan tanto a la médula espinal como a otros órganos de tu cuerpo y se mantiene alerta para responder de inmediato ante cualquier tipo de estímulo que es recibido desde el exterior.
¿Cómo funciona?
Como se comentó anteriormente, el sistema simpático permite que se aceleren las funciones de tu cuerpo y te mantiene alerta para que puedas responder de inmediato ante cualquier tipo de amenaza.
Para ello produce lo que es conocido como dilatación pupilar, lo cual incrementa tu capacidad visual aún en zonas con muy poca luz. Esto es parte de un reflejo que se presenta de forma automática, sin que tú lo controles, manifestándose constantemente de forma inconsciente.
Al recibir un estímulo exterior tu frecuencia cardíaca se acelera, lo que es también una de las funciones del sistema simpático, mediante la cual aumenta la circulación cardiovascular y en consecuencia se comienza a enviar una mayor cantidad de oxígeno y otros nutrientes a tu sistema sanguíneo.
La finalidad de esto es un mecanismo de defensa, mediante el cual los músculos se preparan para hacer frente a una acción, como consecuencia del estímulo recibido.
Otros de los órganos que son afectados por la función del sistema simpático son los pulmones, ya que estos se dilatan con la finalidad de obtener un mayor nivel de oxígeno y con ello lograr un mayor aprovechamiento de este recurso.
Por lo tanto, se pueden resumir las funciones del sistema simpático cuando se activa en situaciones de emergencia o estrés en los siguientes puntos:
- Acelerar las trasmisiones nerviosas.
- Detener la cicatrización de los tejidos.
- Ejercer un control de la vascularización de arterias y venas de todo el cuerpo, además de ampliar su oxigenación.
- Es un regulador neuroendocrino, al influir sobre la hipófisis, encargada de generar algunas hormonas y controlar varias glándulas asociadas con crecimiento y fertilidad.
Importancia del sistema simpático
El sistema simpático es una de las ramas que conforman el sistema nervioso autónomo que te mantiene activo ante cualquier peligro.
Esto hace que tu cuerpo manifieste una serie de cambios que son especialmente particulares, como es sentir la boca seca, tu corazón acelerado, las pupilas dilatadas, una respiración agitada e incluso puedes contraer los esfínteres. Todo esto se logra mediante el funcionamiento del sistema simpático como parte de tu cuerpo.
¿Qué pasa cuando el sistema simpático se activa?
Al activarse el sistema simpático, tú tienes la posibilidad de responder rápidamente ante el peligro. Su aviso oportuno es lo que te permite, por ejemplo, retirar la mano cuando sientes que algo está caliente o dejar de comer si estás ya saciado.
La presencia del sistema simpático facilita huir rápidamente de eventos amenazantes, aunque no solamente se activa en ese tipo de situaciones, ya que también se encarga de mantener en equilibrio la homeostasis; que son los fenómenos de autorregulación del cuerpo, participando de manera activa en algunas otras funciones fisiológicas como las siguientes:
- Produce el reflejo ocular con dilatación de las pupilas, lo que incrementa la visión durante la oscuridad.
- Aumenta la frecuencia cardíaca.
- Activa los músculos para la acción.
- Libera adrenalina, glucosa y noradrenalina mediante los riñones, produciendo la activación tanto física como psicológica del organismo.
- Reduce la actividad del tubo digestivo, deteniendo también la producción de saliva, lo cual es la causa de que sientas la boca reseca durante una situación de tensión.
- Detiene la excreción, al contraer los esfínteres. También ocasiona dificultades para orinar; todo ello durante las situaciones de peligro o de excesiva tensión.
- Participa en las relaciones sexuales o provocar la eyaculación en los hombres y presencia de orgasmos para cualquiera de los dos sexos; generalmente cuando han estado bajo un estado de constante esfuerzo o fueron sometidos a estrés.
El sistema simpático, como puedes notar, cumple importantes funciones dentro de tu cuerpo. Él recorre todo tu organismo, naciendo a nivel del bulbo raquídeo que se encuentra en tu cerebro, luego sigue hacia la región cervical, abarcando el área torácica, posteriormente la lumbar y termina cubriendo la región pélvica.
Por lo tanto se puede decir que controla cada una de las partes de tu cuerpo, con la finalidad de que puedas mantenerte alerta y respondas rápidamente cuando te envía un estímulo que recibes en tu cerebro.
Cuando te asustas o sufras pánico ante algo que te produce miedo, esa sensación que quizá no sepas describir te es enviada por el sistema simpático, el cual permite que actúes de forma inconsciente, pero al mismo tiempo con la finalidad de evitar daños a tu cuerpo.
Cuida tu sistema simpático, manteniendo una dieta sana y ejercitando tu memoria, estas son actividades que te permitirán contar con un sistema nervioso en perfectas condiciones y de esta forma manejarás cada uno de los reflejos recibidos por él de forma rápida y precisa.
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