En el camino hacia el final del último año, y en los primeros meses del 2016, habían reportes alarmantes de la explosiva expansión de la infección del virus Zika en Sur América. Se cree que unos 1.5 millones de brasileños habían contraído el virus. Y aún más preocupante, habían reportes de miles de casos de microcefalia congénita – los niños nacían con cabezas anormalmente pequeñas por daño cerebral en el útero. Cada semana habían más reportes y más niños afectados.
Pero las últimas estimaciones de Brasil han cambiado esta tendencia. La semana pasada, se reportó que el número total de casos confirmados y sospechosos de microcefalia por Zika es de 4.759, 500 menos que hace dos meses.
¿Por qué está disminuyendo el número de casos? ¿Se terminó el pánico por el Zika?
Diagnósticos omitidos
Una posibilidad es que la microcefalia había sido poco diagnosticada en Brasil. Antes del 2015, se reportaban alrededor de 200 casos por años. Sin embargo, estos números parecen sorprendentemente bajos. Estudios internacionales sugieren que la microcefalia (en ausencia del virus Zika) ocurre en aproximadamente 6 de cada 10.000 niños recién nacidos. Tomando como base el índice de natalidad de Brasil (2.9 millones de bebés por año), se esperaría que hubieran 1.700 casos por año.
Entonces parte de este crecimiento inicial de casos pudo deberse al reconocimiento de casos de microcefalia que no estaban necesariamente relacionados con la infección del Zika.
Confirmando casos
¿La intensa atención a la microcefalia provocó un sobrediagnóstico?
El último documento del Ministerio de Salud de Brasil muestra que han sido notificados 7.438 casos de microcefalia hasta el 7 de Mayo. De la mitad que ya se han investigado hasta ahora, solamente cerca de un tercio (cerca de 1.300 casos) fueron confirmados como casos verdaderos de microcefalia por Zika.
Esto apunta al desafío de conseguir un diagnóstico correcto. Los bebés pueden tener pequeñas cabezas por varias razones, entonces no es sorpresa que algunos casos resultaron no ser debidos al Zika.
Cambiando los límites
Ahora, la definición de microcefalia en Brasil ha cambiado. Antes de Diciembre del 2015, se definía la microcefalia como una cabeza con una circunferencia menor a los 33 centímetros en el momento del nacimiento. En Diciembre, expertos decidieron que esto era muy generoso: esto clasificaría a más de 600.000 niños recién nacidos con el cuadro de microcefalia al año en Brasil, incluso a pesar de que estos niños serian funcionalmente normales.
Subsecuentemente, la Organización Panamericana de la Salud ha recomendado límites más pequeños para las niñas recién nacidas (que usualmente son más pequeñas en el momento del nacimiento), mientras que otro grupo ha recomendado el uso de estándares de crecimiento recién desarrollados, los gráficos de intercrecimiento. Entonces otra razón de la caída en los números de casos es porque el criterio para diagnosticar la microcefalia se ha vuelto más estrecho.
Estadísticamente normal
La pregunta de qué limite deberíamos usar para definir la microcefalia coincide en parte con un problema filosófico más amplio – ¿Cómo definimos la enfermedad o la discapacidad? Algunas condiciones son definidas por referencia a qué es estadísticamente normal para una población.
¿Pero tiene sentido decir que los niños recién nacidos cuyas cabezas son más pequeñas que lo normal tienen una “enfermedad”? lo que queremos saber es si un bebé tiene problemas cerebrales que pudieron haber sido causados por el Zika, mientras que otros niños quizá solo tienen cabezas pequeñas porque es una característica familiar. Determinar lo que está estadísticamente normal o fuera del rango normal podría ser útil para los investigadores, pero lo que éticamente importa es si algo afecta nuestro bienestar.
También hay diferencias de opiniones con el uso de diferentes límites para identificar condiciones médicas. La mayoría de los casos identificados usando una definición estricta tendrán un problema. Pero estas definiciones estrictas también se pueden saltar algunos casos. Entonces depende de si estamos más preocupados por los bebés con diagnósticos erróneos de microcefalia o bebés con microcefalia sin un diagnóstico.
Si estamos conduciendo una investigación sobre el Zika, sería útil tener una definición inicial generosa. Eso identificaría tantos casos como sean posibles y permitirá tener bastante información acerca de los efectos de la infección.
Sin embargo, si nos preocupan los bebés por separado, podría ser mejor tener una definición más estricta. Una razón es porque los bebés que tienen microcefalia en Brasil necesitaran potencialmente pruebas más profundas, particularmente escaneos de tomografía computarizada, que pueden tener efectos colaterales en los bebés. En un sistema de salud con recursos limitados puede ser importante enfocar los esfuerzos sobre los casos más severos.
¿El Zika en decadencia?
[no_toc]Aún no sabemos si la disminución en el número de reportes de microcefalia por Zika significa que la epidemia está en decadencia. Algunos modelos de la enfermedad han predicho una caída en el número de casos a comienzos del 2016. La disminución de casos puede ser por el aumento de los niveles de inmunidad contra el virus.
Sin embargo, aún existen preocupaciones acerca de la expansión del virus a nuevas áreas, y nuevas poblaciones que no son inmunes, particularmente con las Olimpiadas de Rio de este año con un gran número de viajeros con destino a Brasil. La otra pregunta que no ha sido contestada es si los casos de microcefalia son la punta del iceberg.
Es posible que la infección del Zika en mujeres embarazadas pueda causar más daños cerebrales sutiles en los bebés (por ejemplo causando sordera) que no serán aparentes por algún tiempo. Entonces si bien las noticias acerca de la disminución en el número de casos de microcefalia por Zika van en aumento, es muy temprano para relajarse.
Fuente:
El virus del zika está disminuyendo significativamente: Minsalud
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