Llega nuevamente el día de San Valentín. El mundo entero celebra el amor con muchos regalo, mucho piropo y muchas más opciones que antaño para poder encontrar a alguien con quien compartir momentos.
En este artículo, en lugar de centrarnos en emociones, vamos a hablar de San Valentín y el amor desde un punto de vista racional y económico. Lo haremos desde la experiencia de Alcanda Matchmaking, un servicio personal, exclusivo y privado de Matchmaking que emplea el método Head Hunting Sentimental® para encontrar a la persona adecuada. Su fundadora explica cuáles son las verdades del amor y su racionalidad económica. Se reabre el debate sobre la influencia de la razón en el amor y la suma del componente del dinero. ¿Es más poderoso todo que las emociones?
Tabla de Contenidos
El entorno actual que rodea a San Valentín
Para ponernos en situación, hay que explicar el amor desde el panorama actual, muy distinto del de épocas anteriores. Según explica Verónica Alcanda, estamos en la era de la inmediatez, lo cual es un auténtico obstáculo para las relaciones sentimentales en la actualidad. Nos desarrollamos en un mundo de relaciones líquidas, de usar y tirar, en el que pensamos que todo tiene que suceder en un instante, y que cada instante debe ser digno de un cuento de hadas. Ya no invertimos tiempo a conocer a las personas, lo que, inevitablemente nos lleva a saltar de una relación a otra” Verónica Alcanda.
Son muchas las personas que anhelan encontrar a su media naranja, alguien con quien compartir un San Valentín romántico y que, después de muchos intentos frustrados en los que han invertido tiempo, ganas y dinero, se han dado por vencidos. Lo que muchos de ellos no saben es que el amor, entendido como una inversión, también tiene una racionalidad económica y, si tienes un buen asesor, el éxito sentimental también es posible.
Las 10 verdades del amor
Antes de nada, ya que es San Valentín es importante entender algunas verdades sobre el amor, conocer el manual de instrucciones para saber cuál es la base de una buena relación sentimental:
1. El amor no se origina en el corazón, si no en el cerebro. Cuando amamos, nos sentimos pletóricos, llenos de energía y todo parece posible. Esto se produce porque segregamos las hormonas del amor (oxitocina, dopamina y serotonina) y caemos presos de sus influjos.
2. Mantener una vida sexual activa. Según Gareth Leng, experto de la Universidad de Edimburgo, el sexo favorece la secreción de hormonas que producen una sensación de vinculación especial con la pareja sexual, potenciando la relación sentimental, aumentando el atractivo de la pareja y fortaleciendo vínculos que favorecen la monogamia.
3. El amor no es selectivo: aunque en la sociedad occidental el amor se entiende hacia un objeto o persona determinada, el verdadero amor es una cualidad del alma. Por eso cuando amamos lo hacemos a todo y a todos.
4. El amor empieza por uno mismo.a la hora de decidir compartir nuestra vida con otra persona es muy importante saber quererse a uno mismo. El trabajo diario para construir una relación sana y de confianza, comienza por la seguridad y el amor propio.
5. La felicidad de una relación de pareja no reside en los demás.Tú eres el único responsable de tu felicidad. Idolatramos la relación de pareja y, aunque hayamos tenido ya varios desengaños amorosos, seguimos deseando enamorarnos. Si no puedes sentirte a gusto cuando estás solo, buscarás una relación para remediar tu inquietud. Ten por seguro que esta inquietud reaparecerá en tu relación y probablemente culparás a tu pareja de ello.
6. Amar y querer no es lo mismo. Amar es respetar a la otra persona en su totalidad, es darle alas para que sea lo que quiere ser, aun cuando su camino sea diferente al nuestro. En cambio, querer es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. En el libro “El principito”, Antoine de Saint-Exupéry lo explica con gran claridad: “Querer significa tomar al otro como una pertenencia nuestra para llenar nuestras expectativas de cariño y afecto. Amar es desear lo mejor al otro. Es saber que ninguna razón cambiará lo que sientes, ni el tiempo, ni las dificultades o los propios tormentos podrán evitar el amor”.
7. El amor es un acto de voluntad y compromiso. Amar requiere de la firme voluntad de querer hacerlo. Al igual que las necesidades de un niño van cambiando, también varían las de nuestra pareja. Para tener un compañero o compañera de vida, hay que crecer y evolucionar juntos.
8. La infidelidad no tiene por qué implicar desamor. En la sociedad occidental, el amor implica fidelidad, pero a lo largo de la historia y en diversas culturas esto no ha sido así. Lo cierto es que, no hay una respuesta universal. Una pareja es una relación exclusiva entre personas y corresponde únicamente a ellas determinar las bases por las que se va a regir su relación, por lo tanto, sólo ellas pueden determinar si la infidelidad está permitida o no. Pero para ello, es necesario tener un alto nivel de comunicación y de confianza entre las partes.
9. Para tener una relación que funcione hay que saber perdonar. No hay nada peor para una pareja que sacar a relucir la lista de agravios cada vez que hay una discusión. Perdonar nos ayuda a sanar y produce una maravillosa sensación de liberación. Es más, tras una pelea, normalmente, cuando se llega a un entendimiento común, los lazos se refuerzan en la pareja pues se es consciente de lo que se tiene y lo que, en un momento dado, se podría perder.
10. Respeta a tu pareja en profundidad. El amor implica permitir que la otra persona sea lo que quiere ser, sin condicionarla ni manipularla. Hemos de escucharla con atención y respetar sus sueños y opiniones, aun cuando no coincidan con los nuestros. Si en tus relaciones sientes tanto “amor” como su opuesto (agresividad, celos, violencia emocional…) es muy posible que estés confundiendo el amor con la posesión. Este es el caso de las relaciones amor/odio, que producen placer y sufrimiento. Entender que estas relaciones son y serán siempre disfuncionales es fundamental para poder romperlas ya que ninguna persona nos pertenece.
La racionalidad económica del amor
El amor y la búsqueda de pareja no escapan a los tentáculos de la racionalidad económica y de las leyes de la oferta y la demanda, por eso Verónica siempre hace referencia a la racionalidad económica del amor, y a cómo la búsqueda de pareja puede entenderse, desde un punto de vista económico, como la toma de decisiones que puede resultar muy costosa en un mercado de alta incertidumbre.
Si partimos de la base de que una primera cita romántica obtenida a partir de un cruce en un típico sitio web de citas, que incluya cena, copas, costes por desplazamientos, etc. cuesta en promedio 150 euros, independientemente de quien pague, una persona que busca activamente pareja en estos medios, manteniendo una cita a la semana aproximadamente, nos llevaría a un coste promedio mensual de 600 euros, 3.600 euros en 6 meses de búsqueda activa, considerando solamente los costes monetarios. Sin embargo, en este mercado el coste más importante no es el monetario, sino el coste de oportunidad, el coste de perder la posibilidad de encontrar a la persona deseada, que en ciertos momentos de nuestra vida puede convertirse en un bien “insustituible”, o con muy pocos sustitutos.
Esa tercera opción o “facilitador”, cuyo rol es corregir el mercado imperfecto del amor, es el matchmaker, como se conoce en países de Norteamérica y norte del Europa, figura profesional en la que se deposita la confianza para la búsqueda del firstbest (primera mejor opción) evitándonos malgastar nuestro dinero en numerosas citas, casi siempre infructuosas, pero, sobretodo, el desgaste emocional que estas conllevan. Y Alcanda Matchmaking surge en España como esa tercera opción, con una metodología propia llamada Head-hunting Sentimental© pues hace uso de herramientas comúnmente utilizadas por los Head-hunters profesionales en la selección de ejecutivos, con el fin de lograr el máximo de emparejamientos “felices” posibles al menor coste posible. Muchas personas no pueden permitirse, o simplemente no quieren afrontar la posibilidad de que cupido pueda volver a fallar con sus flechas, por eso recurren a servicios de Alcanda Matchmaking, una forma segura de invertir su dinero para encontrar a esa persona que sea la compañía ideal para nuestra vida y con quien poder compartir muchos San Valentín felices.
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