Samsung vs Apple: la lucha de gigantes está mejor que nunca

Pocas marcas generan tanta polaridad como Samsung y Apple. Cada teléfono que lanzan causa revuelo en blogs, foros y escaparates; sus aguerridos fans se engarzan en guerras de comparaciones y los millones comienzan a gastarse alrededor del mundo para hacerse con el último buque insignia de la compañía.

El último lanzamiento de ambas compañías no fue la excepción. Primero fue Apple, que en septiembre de 2014 lanzó sus últimos dispositivos, el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus; y en abril de 2015 Samsung contraatacó también con dos teléfonos, el Galaxy S6 y el Galaxy S6 Edge. Tres meses después del lanzamiento, ¿cómo va la batalla Samsung vs Apple?

Una rivalidad con antecedentes

Como la mayoría de las rivalidades, Samsung y Apple fueron en su momento amigos. Durante el lanzamiento de los primeros iPhone, en un lejano 2007, Samsung fabricaba los procesadores de los teléfonos de Apple.

Sin embargo, en 2011 Apple demandó a Samsung después de afirmar que había copiado sus diseños e infringido una serie de patentes para sus propios teléfonos, que comenzaron a despuntar bajo la marca Galaxy S. La empresa surcoreana tuvo que indemnizar a Apple con mil millones de dólares, aunque a partir de entonces Samsung comenzó a liderar el mercado de los recién inaugurados teléfonos inteligentes.

En 2012 consolidó su posición como líder del mercado mundial de smartphones, cuando vendió 87 millones de teléfonos tan sólo en Estados Unidos. Para cerrar el 2013, Samsung consiguió una cuota de mercado de 29%, mientras que Apple tuvo que conformarse con tener 17% de la participación mundial.

2014, la revancha de Apple y la ayuda (inesperada) de otros jugadores

Los teléfonos Samsung Galaxy S se dieron cuenta en 2014 que una simple marca no lo es todo. Teléfonos buenos en prestaciones pero con acabados plásticos acabaron por decepcionar a los compradores, que voltearon sus ojos a otras opciones más baratas pero con diseños más bonitos o materiales más lujosos a la vista.

El Samsung Galaxy S5, lanzado en febrero de 2014, vendió más de 12 millones de unidades en sólo tres meses, pero fue una cifra menor a la del Galaxy S4, que había vendido 16 millones de teléfonos en el mismo tiempo.

Apple, por su parte, presentó en septiembre al iPhone 6 y al iPhone 6 Plus, que en su primer trimestre rompieron todas las expectativas y vendieron 74.5 millones de unidades. La fecha de lanzamiento, cercana a las fiestas decembrinas, y sobre todo la decisión de Apple de lanzar teléfonos con pantallas más grandes, de acuerdo a las tendencias, fueron los factores que hicieron del iPhone 6 el más exitoso de la historia de la empresa de la manzana.

[quote_left]Si en 2014 Samsung se mantuvo como la número uno del mundo, no fue gracias al Galaxy S5.[/quote_left]

Mientras tanto, en Asia, Samsung enfrentó también la aparición de otros jugadores. Fundada en 2010, Xiaomi subió como la espuma en China con teléfonos de gamas altas a precios demoledores. Huawei, una veterana de la industria, también destacó en Asia con smartphones baratos y de buena calidad. Encima de eso, Apple se volvió la sensación en China, donde se convirtió en la marca preferida para dar regalos de lujo y el iPhone, en un símbolo de status.

Samsung logró cerrar el 2014 como la empresa número uno del mundo en venta de smartphones y una cuota de mercado de 32%, según la firma Counterpoint. La brecha con Apple, que logró una participación de 28%, se redujo. La compañía surcoreana salvó el pellejo, pero no gracias al Galaxy S5, sino a su amplio catálogo de teléfonos de gamas menores.

Galaxy S6, la redención de Samsung… ¿llegó tarde?

En abril de 2015 Samsung lanzó a la venta el Galaxy S6 y el Galaxy S6 Edge, dos teléfonos con prestaciones idénticas pero con la diferencia de que el modelo Edge tiene una pantalla curva. El plástico dio paso al aluminio, la batería ya no es extraíble y la memoria ahora es interna con capacidades de hasta 128 GB. El diseño es hermoso, y ambos teléfonos enamoran a la vista. En definitiva, dos duros contendientes para el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus.

Los Samsung Galaxy S6 y Galaxy S6 Edge representan la redención de Samsung frente a las críticas de diseño del Galaxy S5, y superan –al menos técnicamente- todas las especificaciones del iPhone 6. Mientras el teléfono de Apple tiene cámara de 8MP, el de Samsung lleva 16MP. Mientras la pantalla del iPhone 6 lleva pantalla Retina Display, Samsung apuesta por sus equipos con Quad HD que tienen mayor resolución.

Pero las características no lo son todo, y el poderío de Samsung continúa en juego. Según los últimos datos, Samsung prevé vender 45 millones de unidades de su Galaxy S6 durante 2015. Una cifra elevada, pero que no logra igualar las ventas del iPhone 6.

Por su parte, la agencia surcoreana Yonhan News dio a conocer que Samsung había vendido, a poco más de un mes de su lanzamiento, 10 millones de teléfonos Galaxy S6 y S6 Edge, lo que no serían precisamente buenas noticias para el grandioso éxito anticipado por la propia compañía.

Con seis meses de diferencia en su lanzamiento, Apple llenó muchos escaparates antes de que Samsung pusiera a la venta su más reciente buque insignia. La empresa llegó tarde particularmente en China, y mientras Apple ya prepara terreno para el iPhone 6S; Samsung busca ahora remontar sus ventas en Europa y América.

Apple vs Samsung: ¿quién ganará?

Faltan seis meses para que concluya el 2015, y en unas semanas más –en la IFA de Berlín en septiembre, o quizá en un evento propio a mediados de agosto- Samsung presentará al Galaxy Note 5, la evolución de la phablet que tan buenos resultados le ha otorgado. Si Apple presenta en septiembre su iPhone 6S, Samsung buscaría ganarle un poco de tiempo.

Mientras tanto, el Galaxy S6 y su hermano 6S Edge continúan en las tiendas, y aunque el precio inicial de lanzamiento fue $100 dólares mayor al que tuviera en su momento el Samsung Galaxy S5, en la actualidad pueden encontrarse buenas ofertas.

¿Podrá Samsung mantener el liderato mundial de las marcas de celulares más vendidas del mundo? ¿Será Apple capaz de llegar el primer sitio? Sin duda, es una lucha entre gigantes que aún tendrá mucho que contar.