¿Cómo salvar un matrimonio en crisis?

¿Cómo salvar un matrimonio que está en crisis? Esa puede ser una pregunta recurrente para muchas parejas en la actualidad.

Los seres humanos somos personas imperfectas. Todos tenemos aciertos y errores y son aquellas diferencias, las que podrían afectar seriamente la relación. Por eso es común que aparezcan crisis en las parejas cada cierto tiempo.

Cuando las diferencias, los problemas y conflictos, no se pueden sobrellevar es que empiezan las crisis de pareja.

Si bien, todas las parejas pueden pasar momentos duros o de distintas pruebas durante la convivencia, hay situaciones que pueden destruir totalmente un matrimonio.

Si la pareja no es consciente de los problemas que acontecen y toman acción en su momento, es que el matrimonio entra en crisis.

Tomar atención a los problemas de la pareja a tiempo, es muy importante.

A medida que pase el tiempo, se puede ir resquebrajando más los cimientos de la relación.

Por ello, no pienses que el solo hecho de tener un registro civil te da seguridad.

Aunque tu escala de valores te haga pensar así, que el matrimonio debe ser «Para siempre». No siempre es así.

Ninguna persona está totalmente obligada a permanecer por siempre a tu lado, aunque suene duro…

Las relaciones sólidas requieren cuidarse en el tiempo. Todos los días debes intentar demostrar a aquella persona con la cual decidiste compartir tu vida, que es lo más importante para ti.

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¿Porqué entran los matrimonios en una crisis?

Si estás en una etapa en la cual estás pensando en salvar tu matrimonio, esto significa que ya hay una situación de crisis.

En este tipo de etapas, podría ser muy difícil de superar si no existe voluntad de la pareja.

Va a depender de la decisión de ambos afrontar estas etapas en crisis para salvar el matrimonio.

Incompatibilidad de caracteres

A veces sucede que la pareja, una vez que empieza a convivir junta, encuentran que discrepan en muchas formas de ver la vida.

En la mayoría de situaciones, estos aspectos que no afloraron en la etapa del noviazgo (muy importante para conocer a tu futuro esposo), salen a luz durante la convivencia.

Escala de valores distinta, distintas formas de enfocar la crianza de los hijos, costumbres, etc, todo eso a veces influye en que las personas empiecen a sentirse incomodas en la relación.

Problemas económicos

En todo matrimonio puede haber temporadas de bajos ingresos y eso puede afectar a la relación. Cuando hay hijos menores de edad, siempre van a requerir distintos cuidados y gastos.

Cuando hay hijos pequeños y se pierden fuentes de ingresos como el trabajo de parte de alguno de los miembros, esto podría significar la ruptura de la relación.

Muchas veces en estas situaciones de crisis económica, alguno de los miembros pide apoyo a la familia materna o paterna y eso puede implicar que la pareja se pueda separar temporalmente.

También que alguna de las partes no resista pasar mucho tiempo por esa situación, culminando el compromiso.

Infidelidad

En ocasiones, ante los problemas acontecidos en la pareja, influyen en que alguna de las partes traicione el vínculo del matrimonio, a través de una relación con otra persona.

Cuando hay una infidelidad, pueden haber dos situaciones:

• Que la relación termine totalmente, con la elección de esta otra nueva persona para vivir una nueva etapa de su vida y terminado el matrimonio.

• Que la otra persona se arrepienta de la infidelidad cometida y busque retomar su matrimonio, pero eso implicaría que la relación como tal quede finalmente, dañada.

Recomendaciones para salvar un matrimonio en crisis

Evita las comunicaciones toxicas:

Nadie se siente valorado o cómodo cuando las conversaciones giran en torno al sarcasmo, la burla o el menosprecio hacia la pareja.

Muchas personas creen que esto es normal y se acostumbran a convivir en un ambiente de negativismo que a la larga no ayuda a mejorar la relación de pareja. Al contrario, la destruye.

Por lo general, ninguna persona reacciona positivamente cuando se siente atacada. Lo real será a que se alejará y huirá para evitar continuar el conflicto.

Por ello, intenta que las comunicaciones hacia tu pareja, partan de un enfoque positivo y amoroso para consolidar una mejor relación.

Poner de su parte

Podrías pensar que no tienes ninguna culpa en la crisis matrimonial y podrías tener razón. Sin embargo, intenta poner de tu parte para saber porque aquella hermosa relación, ha terminado resquebrajada.

A veces ceder un poco es una forma que puedes dar la oportunidad de entender porque aquella persona que te amaba ya no siente lo mismo por ti.

Podría ser que por la misma rutina del día a día, hayas descuidado a tu pareja y no te hayas dado cuenta. Eso puede haber abierto la puerta a que la relación se vea debilitada.

Busca volver a enamorarlo/a

¿Qué tanto cambió aquella persona que lo enamoró en la etapa del noviazgo con la persona que es ahora?.

Es importante analizar eso. Si cuando se conocieron te preocupabas más por tu apariencia personal, tenías mejor trato o le demostrabas admiración, intenta hacerlo de nuevo.

Pero si ahora no expresas sentimientos positivos, tienes una apariencia descuidada, hay malos tratos y nunca expresas afecto, no esperes recibir lo mismo.

Recuerda que recibes lo que das, la vida es como un espejo. Si solo le transmites a tu pareja desprecio o rechazo ¿porque esperas recibir lo mismo?.

Intenta recordar todas aquellas cosas que estuvieron presentes en la primera etapa de romance e intenta recuperarlas.

Intenta recuperar la intimidad

Esto podría resultar difícil sobretodo cuando es un matrimonio con hijos pequeños o donde ya hace años se han perdido aquella pasión inicial. Sin embargo, no debes desistir de ello.

Intenta darte un espacio junto a tu pareja para recuperar aquella intimidad inicial que no siempre se relaciona a lo estrictamente físico o pasional. Es aquella complicidad o compañerismo que permite que se sientan bien juntos y mucho más fuertes.

A medida que se va recuperando aquella complicidad amorosa, volverá a surgir la atracción. Aquellos sentimientos relacionados con la mayor atracción física o pasional.

En este sentido, también deberá haber un esfuerzo de ambas partes por mejorar su intimidad.

Intentar bajar de peso, un nuevo corte de cabello o ir al gimnasio juntos, podría ser una buena alternativa para intentar salvar tu matrimonio.

Busca ayuda externa:

A veces contar con un consejero o recibir terapia externa es necesario.

La terapia podría ayudar a que tu matrimonio pueda tener opciones de recuperarse.

En este sentido, no descartes apoyo terapéutico si lo que buscas es salvar tu matrimonio en crisis.

O también puedes buscar ayuda externa en otros que realmente saben y han pasado por lo mismo que tú, y pueden ayudarte de una forma mucho más económica que un psicólogo de pareja.

Estar dispuesto a dejar todo atrás

Sea el motivo que haya resquebrajado la relación, podéis superarlo juntos.

La relación puede incluso haberse visto afectada por una infidelidad. En caso haya sido la causa de la crisis matrimonial, deberás tener la disposición de dar vuelta la página y perdonar a tu pareja por los errores del pasado.

Una segunda oportunidad a tu matrimonio significa aceptar que si decides salvarlo, no debe haber lugar a reproches y recriminaciones.

Todo empieza desde cero con la esperanza de retomar la relación con bases sólidas y duraderas y recuerda que todo, finalmente, está en tus manos.