Quitar remaches en la línea de producción es una tarea que, si no se realiza de forma adecuada, puede dañar el producto o, en el peor de los casos, malograr toda la producción. En este post descubriremos las mejores piezas para utilizar en una línea de producción y la manera más apta para quitar y poner remaches de manera efectiva. Una información muy útil porque así es como se hace en la industria profesional, de modo que puedes aplicar estos consejos para tareas de bricolaje doméstico. Todos los manitas seguro que saben cómo manejarse con los remaches.
Tabla de Contenidos
¿Qué es un remache?
Aunque este artículo sea específico, daremos una definición de remache para los usuarios ajenos a este mundillo para saber de qué estamos hablando. Los remaches son elementos metálicos que actúan para unir dos o más materiales. Están compuestos por una cabeza en su extremo y un cuerpo que es de forma cilíndrica llamado eje.
Antes de colocar un remache, se debe hacer un agujero en los materiales que se van a conectar. A continuación, se inserta el remache entre ambas cavidades.
Es importante destinar el suficiente tiempo en analizar y seleccionar los remaches adecuados. La función de estos elementos de fijación es mantener el metal contra el metal para siempre, por lo que es importante dar con la correcta colocación para garantizar su seguridad. Esta precisión es lo que después provoca que sea difícil quitarlos sin dañar el material circundante o dejar una apertura irregular.
Sea cual sea la tarea que realizar, existen técnicas tanto para seleccionar los remaches adecuados, como para quitarlos de manera limpia.
Para empezar, hay que conocer que el mercado ofrece muchas alternativas. Si nos basamos en la gama de remaches ciegos FASTEKS® de Bossard®, por ejemplo, veremos que encontraremos remaches de diferentes tipologías, diferentes combinaciones de materiales, formas de cabeza y diámetros para ofrecer el producto más apropiado para su aplicación.
Proceso de selección del remache adecuado
Para determinar rápidamente el remache correcto para su tarea se deben observar los siguientes puntos.
- Rango de agarre: un remache tiene un área de trabajo definida. Para ser capaz de generar una fijación segura, es importante conocer el grosor exacto del material de la pieza de trabajo.
- Diámetro de taladro/agujero. Los diversos tipos de remaches ciegos se utilizan con diferentes perforaciones. Bossard dispone de una lista de todos los tipos de remaches ciegos y el diámetro del agujero correspondiente, metros y tolerancias en las hojas de datos.
- Combinación de materiales. A partir del material procesado de la pieza a trabajar y del área de uso, el material compuesto, se establece la combinación ideal de remaches ciegos (vaina y mandril). En este punto la resistencia a la corrosión es primordial.
- Cargas mecánicas. Para altas resistencias al corte, resistencias a la tracción o vibraciones, recomendamos usar FASTEKS® que son remaches de fuerza.
Para la colocación de los remaches, la herramienta es la remachadora. En un primer momento, debe realizarse un perforador o también conocido como taladro, que se usa para hacer un hueco y luego se debe introducir el cuerpo cilíndrico en el agujero. Éste debe tener las dimensiones adecuadas de manera que sobresalga, deformando a continuación la parte saliente hasta formar una nueva cabeza. En ocasiones, la colocación de los remaches se efectúa en frío para diámetros de ocho milímetros; y en caliente para diámetros mayores de diez milímetros.
Cómo quitar remaches
Los omnipresentes pernos de metal están diseñados para la permanencia, pero a veces también puede ocurrir que necesitemos hacerlos desaparecer. Los tres métodos más conocidos para quitar remaches son:
- Con un taladro eléctrico con una broca que encaje perfectamente en la hendidura. Conecte la herramienta a la abertura del taladro eléctrico y coloque la broca adecuada en el extremo, sujetándola de forma segura. Luego, simplemente ajuste la profundidad de perforación en consecuencia y taladre el remache cuidadosamente.
- Con una amoladora radial y usando un disco de corte. Debe colocarse la amoladora de forma perpendicular al botador del roblón y cortar la cabeza del remache. Después utilizaremos un taladro, un destornillador pequeño o un punzón para empujar el cuerpo del remache y retirarlo de la estructura.
- Con martillo y un punzón. Esta es la forma más manual pero no por ello menos útil, cada remache precisa una solución específica. Se sitúa una clavija o un punzón contra la parte superior del remache y con un martillo se golpea el extremo del punzón para conseguir una pequeña abolladura en la cabeza del remache.
En definitiva, quitar remaches puede parecer una tarea difícil, aunque si se dispone de las herramientas adecuadas es más simple. Para eliminar remaches pequeños lo mejor será utilizar una broca para atravesar su superficie. En el caso de remaches difíciles que no se puedan perforar, la opción más recomendable será utilizar la amoladora.
Deja una respuesta