El hipo es un movimiento fuera de sincronía por parte del principal músculo de la respiración. Para quitar el hipo se deben estimular los nervios y los músculos de la región del pecho, de manera que vuelvan a funcionar en la cadencia adecuada.
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¿Qué es el hipo?
Se trata de un espasmo involuntario que ocurre entre pecho y abdomen, en la región conocida como diafragma que tiene un papel vital en la respiración. Con cada espasmo se genera un cierre a nivel las cuerdas vocales y eso produce su particular sonido.
Entre los motivos que lo originan pueden incluirse: comer excesivamente, ingerir bebidas tanto alcohólicas como carbonatadas o una impresión emocional repentina. Incluso puede ser un síntoma de algún problema de salud no diagnosticado.
Si el hipo es persistente y dura más de dos días, si no te permite comer, dormir o respirar, debes acudir al médico.
Consejos para quitar el hipo
En condiciones normales, el hipo no dura más que unos segundos, pero hay técnicas caseras que ayudan a quitar el hipo más rápido.
Son métodos tradicionales que en muchos casos no cuentan con sustento científico, por lo tanto sus efectos pueden variar de persona a persona. Son muy útiles para esos hipos repentinos y poco frecuentes.
- Beber un vaso de agua fría: un cambio de temperatura estimula los nervios del tórax, logrando de esta forma que retomen el ritmo natural.
- Aguantar la respiración: esto lo debes hacer por el período de tiempo más largo que puedas, con esto se incrementan los niveles de CO2 en sangre y estimula el sistema nervioso.
- Respirar profunda y lentamente: así lograrás estirar el diafragma y los músculos involucrados en la respiración, la idea es tratar de controlar las contracciones involuntarias.
- Provocar un susto o reírse de algo fuertemente: esto puede generar la liberación de adrenalina, que interviene con el proceso cerebral e incita los nervios musculares.
- Beber un poco de agua con el cuerpo inclinado: puede ser inclinado en cualquier dirección, ya que esto relaja el diafragma.
- Cubrir las fosas nasales y tratar de exhalar con intensidad: con esto se contrae el tórax, para estimular los nervios que se encuentra en esa zona del cuerpo.
- Comer algo que estimule las papilas gustativas: puede ser azúcar, miel, jengibre, limón o vinagre, esto estimula las terminaciones nerviosas de la boca y ocupa el cerebro en otras sensaciones, consiguiendo relajar el diafragma.
- Colocarse una compresa fría en la cara: esto contribuye al control de la respiración.
- Fingir un estornudo: esto puede provocar que el diafragma retome su correcto funcionamiento.
- Introducir un hisopo de algodón en la garganta: con esto se busca provocar un estímulo que induce náuseas o tos y esto estimulará el nervio vago.
- Tocar la parte trasera de tu cuello: de esta manera se busca que los movimientos que realices estimulen tu nervio frénico.
Si el problema no desaparece solo o con algún remedio casero, será necesario consultar al médico. Si el origen es una enfermedad de la que se tiene conocimiento, el tratamiento apropiado podrá eliminarlo. Por otra parte, existen tratamientos específicos para este problema cuando ha durado más de dos días.
Medicamentos como baclofeno, clorpromazina y metoclopramida, son muy efectivos en la mayoría de estas alteraciones crónicas. Si nada de esto funciona, en casos puntuales se realiza un procedimiento destinado a bloquear el nervio frénico y así detenerlo de forma mecánica. Te invitamos a leer también: remedios caseros para el dolor de muelas.
¿Cómo prevenir los episodios de hipo?
Desde el punto de vista científico, no hay un método para prevenir que aparezca el hipo. Sin embargo, en la práctica es posible tomar algunas precauciones que contribuyen a disminuir la posibilidad de que se produzca un episodio de hipo.
Estas técnicas se relacionan con cambios en la forma en la que ingieres las bebidas alcohólicas, comer más lentamente y en pequeñas porciones, así como evitar alimentos muy condimentados.
En este mismo orden de ideas, las técnicas para la reducción del estrés como la meditación y la acupuntura pueden ayudar a reducir el hipo. Su efectividad se sustenta en que las situaciones de tensión emocional alteran todo el sistema nervioso, haciéndote propenso a que aparezca.</p>
¿Cuándo acudir al médico?
Si no consigues quitar el hipo en un tiempo prudencial, puedes estar en presencia de un problema persistente o crónico, en cuyo caso se estaría presentando como una manifestación de algún problema de salud, incluyendo infecciones, inflamaciones o alguna patología gastrointestinal, también puede surgir a raíz del consumo de determinados medicamentos.
Es en situaciones como estas cuando se debe buscar asistencia médica, un especialista realizará las pruebas pertinentes, en función de las cuales emitirá un diagnóstico y prescribirá el tratamiento apropiado al caso.
Causas del hipo
Además de quitar el hipo, es importante informarte sobre los principales motivos para que ocurra. Cuando su manifestación tiene una duración menor de 48 horas, las causas pueden ser las siguientes:
- Ingestión de bebidas con gas.
- Ingesta excesiva de bebidas alcohólicas.
- Ingerir alimentos en exceso.
- Tener mucho estrés.
- Los cambios bruscos de temperatura.
- Tragar aire al mascar goma o chupar caramelos.
Por otra parte, el hipo que tiene una duración mayor a las 48 horas, es provocado por una variedad de factores que se agrupan por categorías.
Lesión o irritación a los nervios
La lesión o la irritación de los transmisores nerviosos vagos o frénicos que asisten al músculo del diafragma, puede ser una causa de este problema. Estos transmisores nerviosos pueden sufrir lesiones por:
- Un pelo o cualquier cosa que ingrese al oído y toque la membrana del tímpano.
- Un tumor, quiste o bocio en el cuello.
- Reflujo gastroesofágico.
- Dolor de garganta o laringitis.
Trastornos del sistema nervioso central
Los tumores, las infecciones del sistema nervioso central o daños como resultado de traumas, pueden alterar el control normal del cuerpo sobre el reflejo del hipo. Estos trastornos pueden ser encefalitis, meningitis, esclerosis, ACV, lesión cerebral o tumores.
Trastornos metabólicos y drogas
El hipo prolongado puede ser inducido por prácticas que derivan del consumo del alcohol, anestesia, barbitúricos, diabetes, desequilibrio de electrolitos e incluso puede aparecer por una enfermedad renal, esteroides y tranquilizantes o el uso de cualquier sustancia capaz de actuar sobre el sistema nervioso central.
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