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Definición principal
«Los huracanes son tormentas grandes en forma de remolino. Son capaces de generar vientos de 119 kilómetros por hora o incluso de una velocidad más elevada. Son más veloces que el guepardo, el animal más veloz de la tierra.»
Los vientos de este fenómeno atmosférico pueden dañar ciudades, edificios, árboles y dejar destrozado todo a su paso. Los huracanes se forman sobre aguas cálidas del océano que veces atacan la tierra. Cuando la alcanzan, empujan una pared de agua procedente del océano. Esta pared es conocida con el nombre de marejada.
La lluvia espesa y la marejada del huracán pueden causar una inundación.
Categorías del huracán
Existen cinco tipos, o categorías, de huracanes. Esta escala es conocida con el nombre de Escala de Huracanes de Saffir-Simpson. Se clasifican según la velocidad del viento.
- Categoría 1: Vientos entre 119-153km/hora – más rápido que un guepardo
- Categoría 2: Vientos entre 154-177km/hora – tan rápido o más que la bola que lanza un jugador de béisbol profesional
- Categoría 3: Vientos entre 178-208km/hora – similar, o cerca, al saque de muchos jugadores de tenis profesionales
- Categoría 4: Vientos entre 209-251km/hora –más veloz que la montaña rosa más rápida del mundo
- Categoría 5: Vientos superiores a 252km/hora – similares, o próximos, a la velocidad de algunos trenes de alta velocidad
¿Cuáles son las partes de un huracán?
Ojo: El ojo es el “agujero” central de la tormenta. En esta área los vientos son suaves, el cielo está parcialmente nublado y a veces, existe la posibilidad de tener claros.
Pared del ojo: La pared del ojo es un anillo de tormentas. Estas tormentas giran alrededor del ojo. En esta área los vientos son más fuertes y la lluvia es más pesada.
Bandas de lluvia: Las bandas de nubes y de lluvia se expanden desde la pared del ojo del huracán. Estas bandas se extienden por cientos de millas que pueden contener tormentas eléctricas o incluso tornados.
¿Cómo se convierte una tormenta en un huracán?
Un huracán puede comenzar como un disturbio tropical. Esta es un área sobre las aguas cálidas del océano, donde las nubes de lluvia comienzan a construirse. En ocasiones, un disturbio tropical se convierte en una depresión tropical. Esta es un área de rotación de tormentas eléctricas con vientos de 62km/hora o menos.
Una depresión tropical se convierte en una tormenta de este tipo cuando los vientos alcanzan los 63km/hora. De la misma forma, una tormenta tropical se convierte en un huracán cuando los vientos llegan a alcanzar los 119km/hora.
Formación de un huracán
Los científicos no saben exactamente por qué o cómo se forman los huracanes, pero conocen dos de los ingredientes principales.
- Uno de los ingredientes es el agua caliente. El agua caliente de los océanos proporciona la energía necesaria para que una tormenta se convierta en un huracán. Normalmente, la temperatura del agua que se encuentra en la superficie debe ser igual o superior a los 26º Celsius (79º Fharenheit) para que se pueda formar este fenómeno atmosférico.
- El otro ingrediente que el viento no cambie demasiado en velocidad o en dirección a medida que asciende hacia el cielo. Los vientos que cambian mucho con la altura pueden destrozar las tormentas.
¿Por qué se tienen nombre los huracanes?
Puede aparecer más de un huracán al mismo tiempo. Esta es la principal razón por la que los huracanes reciben un nombre, para que sea más fácil rastrearlos y hablar sobre las tormentas. Una tormenta recibe un nombre si se convierte en una tormenta tropical. Este nombre permanece con ella incluso si termina desencadenando en un huracán. (Los disturbios y las depresiones no suelen recibir un nombre.)
Cada año, las tormentas tropicales reciben un nombre siguiendo un orden alfabético. Por lo tanto, proceden de una lista para ese año. Hay seis listas de nombres que son reutilizadas cada seis años. Si una tormenta causa un gran daño suele quitarse su nombre de la lista, siendo reemplazado por otro que comience por la misma letra. Puedes ver la lista de nombres en el siguiente enlace: http://www.nhc.noaa.gov/aboutnames.shtml
La NASA estudia los huracanes
Los satélites de la NASA sacan fotografías de los huracanes desde el espacio. Estas imágenes se muestran en la televisión, aunque también puede ser vistas a través de Internet. Algunos satélites cuentan con instrumentos para medir las nubes, su altura, cómo de rápido cae la lluvia, a qué temperatura se encuentran los océanos o cuál es la dirección del viento.
Los científicos de la NASA utilizan los datos procedentes de los satélites y de otras fuentes para aprender más acerca de los huracanes. Los datos les ayudan a comprender cómo se forman los huracanes y cómo se pueden volver más fuertes. También ayudan como pronosticadores de la dirección y la fuerza de los mismos.
La NASA también vuela aviones por encima y dentro de los huracanes. Los instrumentos que se encuentran en su interior son los encargados de almacenar los detalles captados por la tormenta. Algunas partes del huracán son demasiado peligrosas para que la gente vuele dentro de ellas, por lo que la NASA utiliza aviones capaces de operar sin personas.
Fuentes:
http://www.nasa.gov/audience/forstudents/k-4/stories/nasa-knows/what-are-hurricanes-k4.html
http://www.jmarcano.com/varios/desastre/huracan.html
http://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/desastres-naturales/hurricane-profile
http://spaceplace.nasa.gov/hurricanes/sp/
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