¿Qué es la adrenalina? Definición, características y ejemplos
«La adrenalina es una hormona producida por las glándulas adrenales durante situaciones de estrés elevado o excitación. Esta hormona poderosa forma parte del sistema de respuesta, que contiene el cuerpo, ante el estrés agudo que se pueda padecer, también es conocida como respuesta de “lucha o huida”.»
Funciona mediante la estimulación de la tasa cardíaca, por la contracción de los vasos sanguíneos, y por la dilatación de las vías respiratorias; todo este trabajo incrementa el flujo de sangre a los músculos y el oxígeno a los pulmones. Adicionalmente, es utilizado como tratamiento médico para algunas condiciones potencialmente peligrosas para la vida, como el shock anafiláctico.
En los Estados Unidos, la comunidad médica se refiere a esta hormona como epinefrina, aunque los dos términos pueden ser utilizados de forma intercambiable.
Tabla de Contenidos
Las glándulas adrenales
Las glándulas adrenales se encuentran directamente encima de los riñones, en el cuerpo humano, teniendo una longitud de 3 dedos (7,62 cm). La adrenalina es una de las varias hormonas que se producen en estas glándulas. Al igual que la norepinefrina y la dopamina, es una catecolamina, por lo que pertenece a un grupo de hormonas que se liberan en respuesta al estrés. Estas tres hormonas reaccionan con varios tejidos, preparando al cuerpo para reaccionar físicamente ante el estrés causado por una situación determinada.
La respuesta de lucha o huída
El término “lucha o huída” es utilizado a menudo para caracterizar la reacción del cuerpo ante situaciones. Es una adaptación evolutiva que permite que el cuerpo reaccione al peligro de forma rápida. Por ejemplo, la dilatación de las vías respiratorias permite que el cuerpo consiga que el oxígeno entre más veloz en los pulmones, incrementando la actividad física en cortos periodos de tiempo. Los vasos sanguíneos se contraen en gran parte del cuerpo, lo que hace que la sangre se redirija hacia el corazón, los pulmones, y al grupo de los músculos mayores, para ayudar en la reacción.
La respuesta del organismo ante el estres se centra en la lucha o en la huida
Cuando una persona se encuentra en una situación potencialmente peligrosa, el hipotálamo del cerebro emite señales para que las glándulas adrenales liberen adrenalina y otras hormonas, directamente hacia el torrente sanguíneo. Los sistemas del cuerpo reaccionan a esas hormonas en cuestión de segundos, aportándole a la persona un empuje físico instantáneo. Tanto la fuerza como la velocidad se incrementan, mientras que la habilidad del cuerpo para sentir dolor disminuye. Esta hormona muchas veces es conocida bajo el término de “subidón de adrenalina”.
Efectos colaterales
Además de un notable incremento de la actuación y la fuerza, esta hormona puede causar un aumento de la respiración. La persona puede llegar a sentir desvanecimiento, mareo y cambios en la percepción de la visión. Estos efectos pueden durar hasta una hora, dependiendo de la situación.
Cuando hay estrés pero no es un peligro actual, la persona puede sentirse inquieta e irritable. Esto se debe a que la adrenalina causa que el cuerpo libere glucosa, aumente el nivel de azúcar en sangre, y le proporcione al cuerpo energía que no tiene por dónde salir. Muchas personas se benefician de esto al “desahogarse” del subidón de adrenalina después de una situación particular de estrés.
En el pasado, la gente manejaba esto de forma natural a través de la lucha u otra actividad física, pero en el mundo moderno, las situaciones de alto estrés, a menudo, involucran escasa actividad física. El ejercicio puede ser útil para deshacernos de esta energía extra.
A pesar de que la adrenalina pueda jugar un papel importante en la supervivencia del cuerpo, también puede causar efectos perjudiciales a lo largo del tiempo. Niveles elevados y prolongados de esta hormona pueden causar una presión enorme en el músculo del corazón y, en algunos casos, pueden desencadenar un fallo del mismo. Adicionalmente, puede causar también encogimiento del hipocampo. Niveles altos de adrenalina en sangre pueden producir insomnio y nervios, así como ser un indicador de estrés crónico.
Usos médicos
La medicina puede contar con la utilizacion de la adrenalina en algunas condiciones medicas
Sintetizada por primera vez en 194, la adrenalina es un tratamiento común para la anafilaxia, también conocida como choque anafiláctico. Puede ser administrado rápidamente a las personas que muestran signos de alergia severa, y a las personas con alergias severas conocidas que conllevan auto inyecciones de epinefrina, en caso de emergencia. Para estos individuos, la dosificación podría ser asignada por una licencia médica profesional en avance, y las instrucciones deberían proporcionarse así como cuándo y dónde debe administrarse.
La adrenalina es también una de las principales substancias utilizadas para tratar el bajo gasto cardíaco – la cantidad de sangre que bombea el corazón – y el paro cardíaco. Puede estimular el músculo e incrementar la tasa cardíaca del paciente. Además, concentra la sangre en los órganos vitales, como son el corazón, los pulmones, y el cerebro, lo que ayuda a incrementar las oportunidades de que la persona se recupere cuanto antes y completamente.
Problemas asociados con la adrenalina
La adrenalina es una parte importante del cuerpo ya que desempeña un papel fundamental en la supervivencia, pero a veces el cuerpo la libera ante una situación de bajo estrés, no ante un peligro real. Esto puede desencadenar sensaciones de mareo, desmayo o cambios en la visión. También puede causar incremento en la liberación de glucosa, como una respuesta de huido o lucha, que no va a ser utilizada realmente. Cuando estos niveles de activación o esta energía extra no es utilizada, la persona se siente irritable y molesta. De igual forma, pueden causar daño en el corazón, insomnio, nerviosismo o agitación.
Pueden producirse infartos o problemas de coracon debido a un estres continuo en el tiempo
Las condiciones médicas que causa una sobreproducción de adrenalina son raras, pero pueden suceder. Si un individuo tiene tumores en las glándulas adrenales, por ejemplo, él/ella puede producir demasiada adrenalina; dando lugar a ansiedad, pérdida de peso, palpitaciones, latido del corazón rápido y alta presión sanguínea. La liberación de poca adrenalina rara vez sucede, pero si se diera el caso podría llegar a limitar la capacidad del cuerpo para emitir una respuesta adecuada frente a una situación con un alto estrés.
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