Popularmente conocida como envenenamiento de la sangre, la sepsis es una infección general muy grave que afecta a todo el cuerpo. El término sepsis proviene del griego y originalmente significa fermentación o putrefacción.
La sepsis es causada por ciertos patógenos como bacterias, virus, hongos y otros microorganismos. Estos ingresan al sistema linfático y a la sangre desde un punto de entrada en el cuerpo.
Las lesiones e inflamaciones en diversos órganos como la neumonía o la inflamación de los dientes son las responsables. El mayor riesgo de intoxicación sanguínea es la neumonía, seguida de infecciones en el abdomen y el tracto urinario.
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Cómo reconocer el envenenamiento de la sangre
El envenenamiento de la sangre se presenta en tres grados de gravedad: sepsis simple, sepsis grave y shock séptico. Algunos pacientes pasan por las tres etapas. En el caso de la sepsis simple, causada, por ejemplo, por inflamación gastrointestinal o abscesos dentales, el tratamiento farmacológico suele ser suficiente.
No es necesario un tratamiento médico intensivo para la mayoría de los afectados. Todos los pacientes con sepsis grave deben ser tratados en la unidad de cuidados intensivos (ITS).
La sepsis grave ocurre cuando los órganos vitales como el corazón o los riñones fallan, lejos del foco real de la infección. El choque séptico ocurre cuando la presión arterial desciende de manera extremadamente brusca durante una sepsis grave.
Entonces, el cuerpo no recibe suficiente oxígeno para suministrar adecuadamente a los órganos. A continuación, se administran las denominadas sustancias vasopresoras (que aumentan la presión arterial) para aumentar la presión arterial. Los pacientes con shock séptico están críticamente enfermos y deben ser tratados rápidamente en una unidad de cuidados intensivos.
¿Cómo ocurre el envenenamiento de la sangre?
La sepsis ocurre cuando los gérmenes patógenos ingresan a la sangre desde una fuente de infección inicialmente localizada y luego inundan todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo. Por lo general, la causa son bacterias, más raramente virus u hongos. No siempre se puede identificar el foco subyacente de la inflamación.
Los posibles puntos de entrada de microorganismos son heridas o cuerpos extraños. La fuente de infección también puede ser neumonía, una infección del tracto urinario o un diente infectado. Cualquier infección básicamente puede degenerar en sepsis.
Afortunadamente, el envenenamiento de la sangre no se desarrolla a partir de todas las infecciones locales. Sin embargo, si los patógenos del foco limitado de infección ingresan a la sangre e inundan todo el organismo, se produce la sepsis.
¿Cómo se manifiesta el envenenamiento de la sangre (sepsis)?
Varios síntomas indican sepsis, pero no todos tienen que ocurrir al mismo tiempo. Los pacientes pueden desarrollar fiebre muy alta con escalofríos, pero también temperatura baja. Palpitaciones, respiración acelerada y caída de la presión arterial son otros síntomas. Es problemático que estas quejas inespecíficas también puedan ocurrir con otras enfermedades.
Mucha gente subestima los peligros del envenenamiento de la sangre. A menudo, esto no se reconoce en una etapa temprana y toma un tiempo innecesariamente largo para hacer un diagnóstico.
La confusión, la somnolencia y el cutis gris pálido también son sospechosos. Estos signos se remontan a un suministro insuficiente de oxígeno a los órganos. En el curso posterior, la condición empeora visiblemente.
¿Cómo diagnostica el médico el envenenamiento de la sangre (sepsis)?
El diagnóstico de sepsis se basa en los síntomas típicos y los valores circulatorios y sanguíneos modificados. El diagnóstico temprano de sepsis es importante. Dado que la transición de la infección a la sepsis es fluida, los expertos, después de evaluar los datos científicos, han desarrollado varios sistemas de puntos para identificar signos de envenenamiento de la sangre en una etapa temprana.
Según esto, un paciente sufre de sepsis si se cumplen los siguientes criterios:
1. Evidencia de infección mediante exámenes microbiológicos o según criterios clínicos.
2. Respuesta inflamatoria grave del huésped (SIHR):
- Temperatura corporal por debajo de 36 o por encima de 38 grados Celsius
- Frecuencia cardíaca superior a 90 latidos por minuto
- Frecuencia respiratoria superior a 20 respiraciones por minuto
- Recuento de glóbulos blancos superior a 12.000 o menos de 4.000 por microlitro de sangre
¿Cómo se trata el envenenamiento de la sangre (sepsis)?
Debido al grave peligro de muerte, los pacientes con sepsis son tratados en una unidad de cuidados intensivos. El shock y la falla de órganos vitales pueden ocurrir en unas pocas horas.
Las toxinas de los patógenos provocan inflamación en todos los órganos vitales del cuerpo: los pulmones, el corazón, el hígado y los riñones están en peligro de fallar. Entonces, el sistema inmunológico ya no puede controlar la situación. Por este motivo, el tratamiento comienza a la menor sospecha.
Además de iniciar la terapia lo más rápido posible, elegir el antibiótico adecuado también forma parte del tratamiento adecuado. El objetivo más importante es estabilizar la circulación y la presión arterial para suministrar suficiente sangre y oxígeno a todos los órganos importantes.
En un corto período de tiempo, el paciente recibe grandes cantidades de líquido a través de las venas, posiblemente también medicamentos para apoyar la circulación. También es necesaria la administración de oxígeno.
¿Cómo se produce el envenenamiento de la sangre (sepsis)?
A pesar de los métodos mejorados de tratamiento médico intensivo, la sepsis y la insuficiencia orgánica múltiple todavía se encuentran entre las enfermedades problemáticas en la medicina.
Cuanto antes sea el diagnóstico y la terapia, mayores serán las posibilidades de una recuperación completa. La enfermedad es particularmente peligrosa para las personas con un sistema inmunológico debilitado y para las personas mayores con muchas enfermedades previas.
¿Cómo se puede prevenir el envenenamiento de la sangre (sepsis)?
La prevención más eficaz de la sepsis es prevenir las infecciones por patógenos y su propagación. Las lesiones, inflamaciones y focos de pus, incluso los más pequeños, deben ser limpiados y desinfectados siempre, en caso de duda, por un médico. Esto es para evitar la propagación de la infección local.
Aunque los empleados en los hospitales y especialmente en los quirófanos tratan de trabajar de forma estéril para mantener el riesgo de infección lo más bajo posible, todavía existe un riesgo residual de infección. Las personas con un sistema inmunológico débil se ven particularmente afectadas.
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