La gente que sufre de diabetes necesita monitorear constantemente su consumo de azúcar, así como también inyectarse regularmente insulina para regular los niveles de azúcar en la sangre. Las inyecciones a menudo son dolorosas e imprecisas, pero un nuevo método promete cambiar eso.
Un equipo de investigadores de Carolina del Norte creó un parche inteligente de insulina. Un concepto similar se presentó el año pasado, mostrando que era capaz de mantener bajo control los niveles de azúcar en la sangre en ratones con diabetes tipo 1. El ultimo prototipo muestra que la tecnología puede responder rápidamente a incrementos en el nivel de azúcar en la sangre y disminuirlos significativamente por hasta 10 horas en ratones diabéticos.
El nuevo parche inteligente de insulina, presentado en Materiales Avanzados, es una casilla de polímero cubierta con agujas muy pequeñas. El biopolímero almacena células beta vivas, que son responsables para la producción de insulina. Estas células no funcionan adecuadamente en gente que sufre de diabetes. Desde 1970 se ha intentado trasplantar células beta, y el primer trasplante exitoso ocurrió solamente en 1990. Desafortunadamente, el porcentaje de rechazo para estos tipos de intervenciones es bastante alto.
“Este estudio provee una solución potencial para el problema de rechazo,” dijo el autor Zhen Gu, profesor asistente en el departamento de ingeniería biomédica. “Además muestra que podemos construir un puente entre las señales fisiológicas dentro del cuerpo y estas células terapéuticas fuera del cuerpo para mantener bajo control los niveles de glucosa.”
La cápsula de la célula beta no es la única innovación en el nuevo parche inteligente. Las agujas están cubiertas por tres químicos que actúan como amplificadores de “señal de glucosa.” Este retoque garantiza que las células beta conocen cuando el nivel de azúcar en la sangre está subiendo así pueden comenzar a producir insulina.
El parche inteligente de insulina es prometedor, pero tendrá que pasar por más modificaciones, pruebas pre-clínicas, y eventualmente pruebas humanas. Sin embargo, la tecnología puede tener un impacto en 387 millones de personas en el mundo que sufren de diabetes.
“Controlar la diabetes es difícil para pacientes porque tienen que pensar en eso 24 horas al día, 7 días a la semana, por el resto de sus vidas,” dijo el co-autor John Buse. “Estos acercamientos a la insulina inteligente son emocionantes porque mantiene la promesa de dar a los pacientes algún tiempo libre en cuanto al cuidado de su diabetes. No sería una cura pero si una vacación desesperadamente necesitada.”
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